Relaciones Peligrosas.

- ¿Te gusto la sorpresa Elizabeth?.

Mire a Elijah.

- Me fascino.- Le sonreí.

Kol soltó a Klaus y sirvió un poco de vino.

- Me gusta lo que hiciste con este lugar.- Rebekah agarro un jarrón y lo estrello contra la pared.

- Esto iba a hacer para todos nosotros.- Hablo Klaus.- Un lugar para llamar hogar, un lugar para ser familia.- Mire a Kol.- Ninguno tendría que volver a estar solo.

- Tienes razón, ninguno lo estaremos.- Dijo Elijah.

- Tu te quedaras.- Dije.

- Nos iremos Nick.- Concluyo Bekah.- Justo después de que mate a la perra Doppelganger.

Rei.

- ¿Fue ella verdad?, ¿La que te enterró la daga?.

- La maldita zorra me traiciono.

- Si la matas nos vas a hacer un favor a todos.- Comente.

- Te vas a quedar solo.- Siguió Bekah.- Solo para siempre.

- Si huyen, juro que a todos los voy a cazar.

- Y te convertirás en lo que mas odias.- Se acerco Elijah.- Nuestro padre.

- ¡YO SOY EL HIBRIDO!, SOY INMORTAL, no le temo a ninguno de ustedes.

- Lo harás cuando tengamos el ataúd.- Dije.

La puerta sonó, me gire y mis manos comenzaron a temblar, Klaus ahogo un grito.

Madre esta aquí.

Madre esta viva.

Madre esta de vuelta.

- Madre.- Dijo Bekah.

Ella se acerco a Klaus, este evito mirarla y evitar llorar.

- Mírame.- Lo obligo.

El levanto su cabeza.

- ¿Tienes idea de porque vine?.

- Ha matarme.- Le tembló la voz.

- Niklaus tu eres mi hijo, y vine aquí ha perdonarte.

Se volteo para mirarnos.

- Quiero que seamos una familia.

Madre había decidido que la mansión era nuestra, "La mansión Mikaelson", me había sentido incomoda pero Elijah me convenció, aunque aun sentía que algo no me tranquilizaba. En fin, acompañe a Rebekah hasta su cuarto y luego fui al mío, me cambie y me vestí con algo mas cómodo. Mientras iba por una bolsa de sangre decidí llamar a Bonnie.

- Hola Bonnie, ¿Cómo te fue?.

- Bien, considerando mi desmayo.

- ¿Desmayo?.- Abrí la bolsa de sangre.

- Al abrir la tumba esta creo un campo energético y salí literalmente volando hacia la pared, me golpe la cabeza.

- Enserio lo siento mucho, ¿Y tu madre como esta?.

- Bien, ella me esta cuidando ahora mismo.

- Cuanto lo siento Bonnie, enserio.

- No importa, estoy bien que es lo importante.

Suspire.

- ¿Pudiste ver que estaba dentro de la tumba?.

- Tengo recuerdos borrosos.

- Esta bien, cuando recuerdes algo no dudes en llamarme, y espero que te recuperes pronto.

- Gracias, y lo tendré en cuenta.

Colgó.

Estaba terminando mi bolsa de sangre y Elijah apareció.

- ¿Has visto a Rebekah?.- Me pregunto.

- Me dijo que iba a salir, pero no me dijo adonde.

- Tengo un presentimiento.

- ¿Acaso eres brujo y yo no sabia?.- Me burle.

- No hay que ser brujo para saber que Rebekah trama algo.

Vote la bolsita.

- Esta bien, vamos a buscarla.

Elijah condujo hasta el hospital.

- ¿Qué hacemos acá?.

- Rebekah quiere venganza, y es obvio que fue a buscarla.

Lo mire y me arrecoste en el asiento.

Chasque mi lengua.- ¿Y si solo dejamos que mate a Elena?, digo, ella se lo busco.

- Elizabeth, no ahora.

- La maldita le enterró una daga por la espalda.

No me escucho y bajo del auto. Lleve mis manos a mi cabello en desespero y salí del auto, Elijah tenia a Bekah del cuello mientras Elena volvía a retomar el aire.

- Lárgate.- Le dijo a Bekah y soltó su cuello, ella dio un paso adelante.- ¿Estas desafiándome?.

- Eres patético.- Dijo para luego mirar a Elena.- Los dos son patéticos.- Y desapareció.

Elijah miro a Elena.

- Pues, me parece que debemos platicar.- Le dijo a Elena.

Ella asintió asustada al verme.

Estábamos arreglándonos para esta noche, Madre quiso hacer un baile para presentarnos ante el pueblo, aunque creo que ya todos nos conocen aquí.

Mientras una chica arreglaba mis uñas pensé en el aquelarre Bedlam, quizás ya halla perdido mi mente pero tal vez el aquelarre hizo una ofrenda para mi madre, no es normal que ella este viva, pero ahora la pregunta es, ¿Para que se sacrificarse por mi madre?.

- Elizabeth.- Kol llamo mi atención.- ¿Dime lo guapo que soy?.- Me decía por el espejo mientras se probaba su traje.

Rei.- Hay Kol no me puedes hipnotizar.- Finn rio.

Klaus abrió la puerta fuertemente.

- ¿Atacaste a Elena?.- Le reprocho Klaus a Bekah.- ¿Pero que te pasa?.

- Ya era hora.- Le sonrió.

- ¿Quieres otra daga en el corazón?.

- ¿Otra amenaza de dagas?.- Interrumpió Kol.- Ya cámbiale a tu cuento.

Klaus se volteo.- Tu vuelve a mirarte al espejo.

- ¿Quién te crees?, ¿Mi padre?.