El video comenzó con una melodía suave de koto japonés mezclada con sintetizadores modernos. En pantalla, un jardín tradicional iluminado por faroles flotantes y pétalos cayendo lentamente. Una figura solitaria caminaba entre la niebla, con un kimono moderno adaptado para la danza.
La cámara giró y mostró a Yume, seria, elegante, con un peinado pulcro recogido en media cola y algunos mechones sueltos enmarcando su rostro. El maquillaje era sutil pero resaltaba sus ojos intensos. Se detuvo en medio de un pequeño escenario rodeado de agua, y justo cuando la música cambió a un beat potente, comenzó su performance.
Yume danzaba como si cada movimiento contara una historia antigua. Fusionó el waacking con movimientos fluidos inspirados en la danza japonesa. Había algo magnético en ella, como si el tiempo se detuviera para admirarla. El contraste entre tradición y modernidad era simplemente hipnotizante.
Al terminar, la escena cambió a una toma en estudio, donde Yume estaba sentada con una leve sonrisa, mirando a la cámara.
— Konnichiwa. Soy Yume.
—hace una pequeña reverencia y continúa—
Siempre sentí que había un mundo entero dentro de mí…
Uno que a veces da miedo mostrar.
Pero el arte… el arte me enseñó a no esconderme.
—hace una pausa breve y su voz se suaviza—
Estoy aquí para vivir este sueño.
Y tal vez, ayudarte a soñar conmigo.
La pantalla se fundió en negro una vez más y apareció:
LUNARIA – Integrante 2: Yume Satō
Próxima revelación: la estrella brillante y rebelde del grupo… ¿quién será?