El caos provocado por las fotos filtradas de Felix y Ava, y la revelación del robo de la canción, solo había sido el principio de lo que estaba por venir. La situación con el ex-miembro del staff y las acusaciones contra Lunaria seguían sin resolverse, pero el grupo, decidido a limpiar su nombre, se presentó ante la prensa en una rueda de prensa organizada por JYP Entertainment.
La sala estaba llena de reporteros, cámaras y micrófonos que se estiraban hacia el escenario. Las preguntas ya estaban preparadas, y el ambiente estaba cargado de una tensión palpable. Ava se sentía nerviosa, pero sabía que no podía mostrar debilidad. Estaba dispuesta a defender su música, su grupo y su amor por Felix. Y él, como siempre, estaba a su lado, en silencio, pero con la mirada protectora que tanto la reconfortaba.
J.Y Park estaba presente en la rueda de prensa, intentando controlar la situación, pero el público ya había juzgado a Lunaria. Los rumores no se detuvieron, y las críticas llovían. Pero había algo más en el aire, algo que nadie esperaba.
A medida que las preguntas comenzaron a fluir, la sala se llenó de murmullos. Algunos reporteros, buscando más escándalos, lanzaban preguntas sobre la relación entre Felix y Ava, otros seguían insistiendo en el robo de la canción. La presión era insoportable, y Ava podía sentir cómo su pecho se apretaba con cada palabra.
–“¿Ava, cómo te sientes después de que tus fans descubrieran la verdad sobre la canción?”
–“Felix, ¿tienes algo que decir sobre las fotos filtradas?”
Las cámaras destellaban, los flashes iluminaban el rostro de todos. Ava apretó los puños bajo la mesa, su cuerpo temblaba. Pero estaba decidida a mantenerse fuerte.
Y justo cuando todo parecía desbordarse, ocurrió. Un grito, un sonido metálico, y el caos estalló.Un hombre, delgado y encapuchado, irrumpió en la sala. Con un rápido movimiento, levantó un arma. Las cámaras comenzaron a capturarlo, y los gritos de pánico comenzaron a llenar el aire. Los reporteros y miembros del staff intentaban correr, pero el atacante se acercó a la mesa con un objetivo claro: Ava.
En cuestión de segundos, Felix reaccionó. Se levantó, protegiendo a Ava con su propio cuerpo, empujándola detrás de él. La multitud entró en pánico. La gente corría, gritaba. Pero todo fue demasiado rápido.
El atacante disparó. Los gritos se mezclaron con el sonido del disparo. Felix, sin pensarlo, empujó a Ava al suelo, pero no fue suficiente. Ava sintió un dolor punzante en su hombro y en su costado. La sala se llenó de caos y confusión. Felix, ahora con sangre en las manos, la levantó en sus brazos, mirándola con desesperación.
–“¡Ava, aguanta! ¡Por favor, aguanta!” susurró, sus ojos llenos de pánico.
El tiempo parecía detenerse. Ava, apenas consciente, podía escuchar su respiración agitada y sentir cómo Felix la sostenía con más fuerza que nunca. Los demás miembros de Lunaria, al igual que los chicos de Stray Kids, trataban de calmar a la multitud y llevar a Ava a un lugar seguro. La sangre no dejaba de manchar su ropa, pero Felix no la soltaba.
Cuando finalmente llegaron a la ambulancia, el rostro de Ava era pálido, pero aún alcanzó a sonreírle débilmente a Felix, quien la miraba con los ojos llenos de lágrimas.
–“Felix…” –murmuró, su voz quebrada. –“Te… te amo.”
Felix, completamente deshecho, la apretó contra él.
–“No me dejes, Ava. No te voy a dejar ir.”
La ambulancia se apresuró a salir, pero en ese momento, lo que realmente importaba era la seguridad de Ava. El resto del mundo podía esperar.