Miedo. Era mi sustento, algo que respiraba y residía dentro de mí. Algunas
veces podía sentirlo merodeando alrededor, luchando por liberarse. Viajaba
conmigo ahora, cuando Lindsey y yo andábamos a través de los densos
matorrales del Bosque Nacional cerca de la medianoche. Pero podía
transformarse en algo muy bueno para ocultar el pánico. Yo no quería que
Lindsey pensara que ella había cometido un error cuando me convenció para
trabajar como guía del bosque con ella durante el verano. Yo imagine que
podría aprender de ella algunos trucos para luchar con mis demonios interiores.
Ella entiende el significado de la palabra aventurarse, a todo un nuevo nivel.
Pero aún así, venir por si solo a un lugar en donde las criaturas salvajes
buscan un sabroso aperitivo era totalmente descabellado. Era aún más
descabellado el hecho de que no se lo habíamos dicho a nadie. Habíamos
guardado silencio, porque salir de las cabañas cuando las luces de afuera ya
estaban apagadas era una razón de despido. Y después de sobrevivir una
semana de intenso entrenamiento, yo definitivamente no quería ser despedida
la noche anterior a mi primera tarea asignada.
Apreté mis dedos alrededor de mi arma, una *Maglite*. Mi papá adoptivo es un
policía que me enseñó como cien maneras de matar a un hombre usando una
linterna. De acuerdo, soy un poco propensa a exagerar, pero aún así, él me
había mostrado algunos movimientos de defensa-personal.
Afuera en el lado donde los árboles y los matorrales eran más densos, oí un
crujiente ruido.
―Shh! Espera. ¿Qué fue eso?‖ Susurré con severidad.
Lindsey pasó su linterna entre los árboles, por la oscuridad, que se debía a las
hojas que estaban encima.
A pesar que esta noche había luna creciente, su luz no podía penetrar la
espesura de los árboles.
―¿Qué fue que?
Mi linterna la alumbró mientras yo oscilaba buscando alrededor.
Ella se encogió y levantó una mano para protegerse los ojos de la estridente
luz. Su sedoso cabello rubio claro reflejaba la luz y parecía algo mágico. Ella
me recordaba a una fantástica hada, pero yo sabía que sus delicadas facciones
ocultaban una gran fuerza interior.
Ella había aparecido en el periódico local porque había salvado a un niño del
ataque de un puma colocándose entre el animal y el niño y gritándole hasta
que se alejo.
―Creo que oí algo‖ Le dije.
―¿Como qué?‖
―No lo sé.‖ Mi corazón hacia un ruido sordo. Yo eche un vistazo alrededor otra
vez. Me encantaba estar al aire libre. Pero esta noche, estar aquí afuera me
ponía los pelos de gallina. Yo no podía detener la sensación de que estaba
siendo observada, o que estaba teniendo un momento como los de *El
Proyecto De la Bruja de Blair*.
―¿Como pasos?‖ Preguntó Lindsey.
―No precisamente. No como los de una persona. Son más bien como suaves
pasos laboriosos, como caminar con tus calcetines, o en patas, quizás.‖
Lindsey recorrió con su arma alrededor de mis finos hombros fácilmente. Ella
era un poco más alta que yo, y sus músculos estaban desarrollados por todas
las excursiones y las escaladas en roca que ella había hecho.
Nosotros la conocimos el verano anterior cuando yo había venido de
campamento con mis padres. Lindsey había sido una de nuestros guías, o
*sherpas*, como el personal del parque se refería a ellos. Nosotras habíamos
conectado y nos comenzamos ha hacer rápidamente amigas, manteniéndonos
en contacto durante el año escolar.
―No estamos siendo perseguidas.‖ Aseguro Lindsey. ―Todo el mundo estaba
dormido cuando dejamos la cabaña.‖
―¿Qué tal si es algún tipo de depredador?‖ Este miedo que estaba
experimentando no tenía sentido. Pero yo sabía que había oído algo, y que no
era para nada amistoso. No podía explicar como lo sabía, sólo era un sexto
sentido y ese tipo de cosas.
La risa de Lindsey hizo eco a través de los árboles.
―Es enserio. ¿Qué tal que sea ese puma que te persiguió el verano anterior?‖
Pregunté.
―¿Qué tal si es él?
―¿Qué tal si está ahí afuera para vengarse?‖
―Entonces él me comerá a mi, no a ti. A no ser que el sólo este hambriento.
Entonces él se comerá a la que corra más lento.‖
La cual podría ser yo, pensé. Yo no era exactamente una atleta desafiante,
pero esto no era un episodio de *Gladiadores Americanos* tampoco.
Tomé un profundo respiro y escuché atentamente. El bosque estaba
inquietantemente tranquilo. ¿No se suponía que hubiera silencio cuando el
peligro estaba cerca? ―Quizás deberíamos regresar.‖
Estábamos a menos de una milla del pueblo que estaba a la entrada del
parque. Lindsey y yo compartíamos una pequeña cabaña con Brittany, que era
otra guía. Una vez que las luces se apagaron a las once, se suponía que nadie
debía salir de las cabañas.
Lindsey imitó el sonido de un *pato*. ―Bawk! Bawk!‖
―Muy graciosa. ¿Qué tal si nos despiden?‖ Pregunté.
―Sólo nos despedirían si nos atrapan. Vamos.‖
―Exactamente ¿Qué es lo que quieres mostrarme?‖ Todo lo que ella me había
dicho era que quería compartir ―algo intenso‖ conmigo. Eso había sido
suficiente para despertar mi curiosidad, pero eso fue cuando estábamos en la
seguridad del pueblo.
―Mira, Kayla, si tu te vas a ser una sherpa, tienes que conectarte con la niña
aventurera que está en tu interior. Confía en mí. Lo que estoy a punto de
mostrarte vale la pena el riesgo de perder el trabajo, la vida, o la integridad
física.‖
―Wow. ¿De verdad?‖ ¿Estaba ella eludiendo mi pregunta? Seguro que eso
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Editado: 07.04.2020