—¿Quien es el? ¿lo conoces? —pregunta mi mamá.
—Debo ir a un lugar, regreso por la mañana.
—Pero hijo ¿A dónde irás? ¿Quien es el?
—Es un amigo y necesita mi ayuda.
—¿Pero...
—¡Es suficiente!, harán lo que les digo, quédense aquí, regreso por la mañana —la interrumpo.
—Si alfa —me dice.
Terminaré provocando que todos estén en mi contra. Nadie dice una palabra más, pero si se, que todos desconfían.
Me transformo y corro hacia el bosque, Armando se me une y corre a mi lado. Se a donde ir, se que algo grave le sucedió a mi lobita, debo apresurarme.
Solo después de un par de horas, pude tranquilizarla, no creí que esto fuera suceder, estaba en los libros de historia que cuando fortazales la unión cuando aun es menor, se vuelve más dependiente, por qué no entiende que no ha sido abandonada por su compañero.
El terror me invadió, cuando veo a Laura con dolor en su Vientre y sangre en las sábanas, me acerco y acaricio a mi lobita, intentando calmarla.
—Ella, ya está más tranquila, debo irme, regresaré por la noche —le digo a ambos padres.
—¿Como explicarás lo que sucedió? —pregunta preocupada— desapareciste toda la noche.
—No se preocupen de eso, yo me encargo.
Acarició a mi lobita unos segundo y le susurró una despedida.
Al llegar a mi hogar, solo pienso en una ducha. No puedo evitar que me llenen de preguntas, pero si debo imaginar que responder y que suene creíble, si me niego a decir algo al respecto, solo causare más desconfianza, algo no por que he luchado desde que soy el Alfa.
Steven es el primero a quien veo, después de salir de mi cuarto, camino a mi oficina, está serio y puedo notar algo de enfado también en su mirada.
—Alfa —inclina su cabeza.
No dice más, solo guarda silencio, algo no común en el y me sigue.
—Hijo ¿Puedo saber que fue lo que sucedió? —mi mamá ya estaba ahí esperándome junto a Noah, Evie, Rossy y Jasmine.
—Solo un amigo que necesitaba mi ayuda.
—¿Un amigo? Jamás lo había visto.
—No conoces a todos mis amigos mamá, tranquila, ya lo solucione —beso su frente y me siento justo a ellos.
Todos me observan con recelo, pero nadie dice nada.
—Estan preocupados, lo sé, he actuado extraño los últimos meses, pero deben entender que también tengo una vida privada, que deben respetar.
Noah se cruza de brazos, está enfadado, pero no dice nada.
—No es justo, somos tu familia, debes confiar en nosotros —Evie
—Si confío, no se trata de eso.
—¿Entonces? —Mamá.
—Solo... —me inclinó hacia adelante apoyo mis codos en la piernas— todos tenemos secretos.
—¿Tiene que ver con su compañera cierto? —dice Rossy insegura.
—Rossy —le llama la atención Steven.
—¿Tu compañera? ¿La encontraste?
Todos me observan espectantes, incluso Noah, que no me había dirijido ni una mirada desde que entre.
Guardo silencio y observó a Rossy con enojo, no tenía derecho a contar eso, era un secreto.
—¿Tu lo sabías cierto? Mi hermano y tu, se han echo muy amigos, últimamente, el te lo contó, no pareces sorprendida —ataca Evie a Jamine, enojada.
—Yo... —me observa si saber que contestar
—Como le conté a Steven y a Rossy, hace un tiempo, como un secreto —la observó con enojo— creí haberla encontrado, debido a un aroma que estaba en el aire, pero ya descarte que no era así, me equivoqué.
—Pero...
—No la he encontrado —cambio el tono de mi voz, interrumpiendo a mi mamá.
La discusión no llego a más, no sé si me habrán creído, pero no preguntaron más.
Me quedé el resto de la mañana en mi oficina, terminando el papeleo. Agradezco a Lily que me trajo desayunó o habría muerto de hambre.
He estado pensando una forma de mantener a mi lobita calmada si no logro estar con ella por unos días. Y debo encontrar una solución, antes de salir del país o de la región por trabajo.