Luz de luna

29

Cada vez que paso por fuera de una tienda, quiero comprar todo y llevarlo de regalo a mi lobita, pero con tal solo dar un paso en una de ellas, levantaría mil sospechas y el rumor se extendería hasta el mas pequeño rincón de la manada. Odiaba esto, pero así tenia que ser, al menos por un tiempo mas.

Anoche soñé con ella, estábamos en el bosque, en mi cabaña, ella era a penas una niña de unos seis años, estaba de espaldas jugando con tierra. Por alguna razón la llame y corrió hacia a mi, hasta mis brazos, yo la levantaba y giraba, mientras reía.

Como deseaba que se convirtiera en realidad.

Hoy, el día amaneció nublado,  el sol estaba completamente oculto por las nubes, ha estado todo el día así, estoy seguro que en cualquier momento llueve.

Camino hasta el Living, ahí están todos, cuando el día esta así, quienes vivimos en la casa, nos gusta juntamos por la tarde, junto a la chimenea. La habitación es grande, en diferentes partes de ella hay sillones y un par de mesas pequeñas, para jugar o comer.

Busco a Jasmine con la mirada y me siento a su lado. Esta decaída y con ojeras en sus ojos.

Iba a preguntar como estaba, pero Astra llamo mi atención.

—¿Desde cuando le dedicas tanto tiempo al pueblo humano?

—¿El pueblo humano? —pregunta mi mamá.

—Si, desde que llegue, va casi todos los días, en esa dirección.

Jamas me percate que me estaba siguiendo, tendré que tener mas cuidado, Astra nunca ha sido  de las que se entromete en tu vida ¿Mi mamá se lo habrá pedido?

—No significa que me dirija para allá ¿No crees?

—Como digas —finge que no le importa.

Si mi mamá es curiosa, ella es aun peor.

—¡Jas! —grita la pequeña Flor corriendo hasta mi amiga.

Al ver a la niña, una sonrisa sincera se refleja en su rostro.

Hace ya dos semanas que ellos llegaron, pero Elioth casi siempre la evita y no toca el tema, de que son compañeros, me pregunto por que.

—¿Jas juegas conmigo? papá no quiere y mis tías tampoco —hace un puchero.

—¿A que quieres jugar?

La niña no podía estar mas feliz por su pregunta.

—Flor ven, esta ocupada —le dice su padre, que acaba de llegar.

—No estoy ocupada —responde con rapidez.

—No lo esta papá, por favor, quiero jugar con mamá.

Todos nos sorprendimos con su declaración, en especial Jasmine.

—Flor —la regaño.

—Tía Maggy dijo que Jas es tu compañera ¿Eso no la hace mi mamá? —pregunta al borde del llanto.

Jas abraza a la niña, cuando ella rodea sus brasitos en su cuello, levanta la vista y observa a Elioth con tristeza. 

—Flor —le dice con cariño mi amiga, que también trata de controlarse.— no llores.

Elioth camina hacia nosotros.

—Sucede que yo me tengo que ir, debo regresar a mi casa.

Eso me sorprendió completamente, no me lo había dicho.

Elioth dejo de caminar y quedo completamente estático.

—¿Regresaras al mar? —Ahora si lloraba con fuerza.

La niña se había encariñado mucho con Jas, no la soltaba nunca, cada vez que podía camina de su mano y la buscaba para jugar, conectaron desde el primer momento.

—Si.

Escuche como unos pasos se acercaban corriendo hasta nosotros, algo estaba sucediendo, pude sentirlo.

—Alfa —llego Luke agitado— atacan el pueblo humano




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