-Fue una distracción -les digo preocupado.
-¿Que quiere que hagamos?
-Quiero que vayan a todos los puntos de vigilancia, quiero un informe de todos ellos. Todos deben quedarse en sus puestos, a menos que sea necesario un remplazo.
-Si Alfa -Inclina su cabeza y se mancha con un grupo de mas de una docena de hombre y mujeres.
Cuando llegamos, ellos estaban estaban reunidos e discutiendo con unos humanos jóvenes. Nuestra especie es más fuerte, pero ellos no se dejan intimidar, defenderán a los suyos, como cualquier especie creada por la Diosa Luna.
-¿Sucede algo? -me pregunta quien parecía el líder -solo estamos de visita.
-¿De donde son? Jamás los había visto por aquí, me han informado que están dando problemas.
-Solo una pequeña diferencia de opinión.
-No es cierto, han lastimado a mi hermana sin motivo alguno -dijo uno de los jóvenes humanos.
-Solo estábamos bromeando -sonríe con superioridad.
El humano comenzó a gritar y se lanzó con un golpe contra los nuevos, el respondió y así se transformó en una pelea ridícula entre ellos. Los lobos no se tomaban enserio esta pelea y los humanos enfurecian más y más.
-Alfa, nos informan que hay más de ellos en el bosque -me dicen en secreto.
-Siganlos en secreto.
Asiente con la cabeza y se retira.
-¿Los detenemos?
No tengo tiempo para esto. Estaba furioso.
Di la orden para que los detuvieran, tardamos un par de minutos pero se logró, ordenamos a los humanos vuelta a sus hogares y a los lobos les adverti que no deben volver a aparecer sé por aquí.
Una vez que nos aseguramos que no había nadie más fuera una amenaza , ordene que regresaran a la casa algunos de ellos, los demas deben acompañarme a continuar revisando el bosque.
A medio camino escuché el aullido de Steven sabía que algo andaba mal con mi lobita, pero no puedo abandonar mis deberes y sólo ir a buscarla debo confiar que Rossi se encargará de protegerla. Aún si mi corazón está a punto de estallar de mi pecho.
Todo estaba bien hasta que escuchamos una pelea corrimos hasta allá y vi a Elioth pelear contra otros dos desconocidos, somos más que ellos así que fue muy fácil vencerlos ordené que los nos detuvieran y los encerraran.
-¿Como estas? -le pregunto, esta cojeando.
-Debe ir a la casa -me dice a penas, despues de todo hasta hace poco su vida peligraba -su compañera -Susurra.
-Alfa -Steven y armando llegaron, había sangre en el pelaje de ambos.
Solo eso basto para correr de regreso a casa, con los demás siguendome. Todos sintieron el miedo y la furia en mi, pero sobre todo por mi instinto de protección que estaba al maximo por mi compañera.