Luz de luna

Capítulo 9

ERICK

No puedo creer que el abogado de mi padre sea el maldito que violó a Vaiolet, era de esperarse que ese hombre nunca me ha inspirado confianza. En ocasiones lo he visto acosando a las chicas que trabajan en el servicio doméstico, ahora que debo hacer. Mi padre ayudó a Pablo a salir de la cárcel, incluso él fue el que pagó la fianza y consiguió la casa por cárcel. 

Si Vaiolet se entera nunca en la vida me va a volver hablar, me odiara por siempre. Dentro del despacho de mi padre y me di cuenta que está hablando por teléfono con alguien muy especial por la sonrisa en sus labios, estoy seguro que a mi madre no le gustaría para nada verlo así. Eso no es de mi incumbencia, yo sé que ellos tienen problemas y no seré yo quien los arregle ni el causante de su divorcio. Me siento en una silla y espero que mi padre termine su conversación.

—Hijo, ¿qué haces aquí? Es un verdadero milagro que no andes de fiesta con tus amigos—

—De hecho ya casi no salgo con ellos—

—¿Te encuentras bien? Te veo preocupado—

—Papá, tú más que nadie sabes que no te cuestiono nada, pero debo pedirte el favor que tengas más  cuidado al hablar con ciertas personas. Mi madre podría entrar en cualquier momento y sé que se molestaría muchísimo.

—Hijo, tienes toda la razón, ¡discúlpame por favor!— 

—Realmente no es eso lo que te iba a comentar, quiero hablar sobre tu abogado. El que estuvo en la cárcel. Pablo Garzón—

—¿Qué quieres hablar de él?—

—No entiendo porque lo ayudas tanto, si está acusado de violar una adolescente—

—Hijo, eso es una calumnia de una mocosa que no pudo sacarle  dinero a cambio. Además Pablo y yo hemos sido amigos por años y nunca le he visto un comportamiento inapropiado en él— 

—No has pensado que puede ser cierto. Qué quizás Pablo si violó esa chica, que puedes estar ayudando un depravado sin darte cuenta—

—No sé por qué tienes tanta insistencia en el tema pero puedo decirte que confío en Pablo Garzón, es un hombre honesto, muy trabajador  y con una reputación intachable. Solo cometió el error de involucrarse con su secretaria y  luego entre ella y su hija le tendieron una trampa. No lo juzgo porque a veces nuestros sentimientos nos traicionan—

—Me imagino, tú tienes una amante—

—Hijo, sabes que no me gusta mentirte. Pero es algo que no pienso responder, si hay otra persona o no es algo que a ti no debe interesarte—

—Padre, solo te pido que analices lo que te he dicho,a veces nos engañamos con las personas—

—Muy bien hijo, tendré en cuenta tu apreciación no te preocupes—

—Gracias  padre,  te dejo para que continúes en lo tuyo—

Salí del despacho de mi padre un poco confundido por sus palabras, en verdad no me gusta ser cómplice de él. Aunque a decir verdad también sospecho que mi madre tiene un amigo especial, ellos hace años que no se tratan con cariño. Su relación es muy cordial pero no parecen dos esposos, son como dos amigos que viven bajo un mismo techo.

VAIOLET 

Me siento extraña y no logro sacar de mi cabeza el beso que me dio Erick, cada vez que pienso en él, siento un vacío en mi estómago y mi piel se eriza. Me estaré enamorando de él, no puede ser que justamente lo haga de un chico tan engreído. 

Mañana lo voy a ignorar en la universidad por si de pronto lo encuentro, aunque en realidad quiero verlo con unas ganas inmensas. 

Ya es de mañana, le escribí a Andy y no me respondió. Imagino que esta dormido, tomé mi desayuno con mucha prisa porque tengo miedo que se me haga tarde para llegar a la universidad, no quiero ir en transporte público  porque es realmente molesto soportar los depravados que te tocan la cola y no ha de faltar quien quiera meterle mano a tus pertenencias. Me despido de mi madre y justo cuando estoy a punto de cruzarla calle se me acerca un carro  último modelo, de esos que solo ves en la TV, quién sería tan imbécil para venir a este barrio en semejante nave ¡oh santo cielo que no sea lo que estoy pensando!, giro mi cabeza lentamente y  lo que temía es cierto, Erick me saluda con mucha familiaridad mientras se quita sus lentes de sol que lo hacen ver mucho más lindo de lo que ya es.

—Erick, ¿qué demonios haces aquí?—

—Vengo a recoger a mi novia—

—No soy tu novia—

—Sube, es como si lo fueras—

—No voy a ir contigo  a la universidad—

—Okey, piensas dejarme solo. No te importa que me roben el auto o me pase algo malo—

—Solo porque te debo una te voy a acompañar. No me gusta deber favores—

—Okey, entra al automóvil que no te voy a secuestrar, aunque no niego que me encantaría—

Erick me abrió la puerta del automóvil y me senté justo a un lado del puesto de él. Mientras mis vecinos me observaban sorprendidos, han de pensar que ando en malos pasos. Cerró la puerta y antes de arrancar el auto, tomó mi mano y me dio un beso en la mejilla que no esperaba.

ERICK 

Pienso ir a casa de Vaiolet para llevarla a la universidad, no quiero que corra peligro en las calles. Cuando llegué vi que ella se disponía a cruzar la calle, me acerqué y se volteó lentamente hacia mí. Su sorpresa fue muy grande  aunque se rehusó a subir pude persuadir con unas cuantas palabras. No me controlé muy bien y terminé tomando su mano y  dándole un beso en la mejilla que hizo enrojecer su rostro. Pensé que se iba a enojar pero no dijo absolutamente nada, se quedó en silencio todo el camino.

VAIOLET 

No se que decir mi rostro todavía parece

un maldito tomate maduro, que vergüenza con Erik, pero la verdad no estoy acostumbrada que nadie me besé.

Por fin llegamos, él se apresuró a bajar del auto y me abrió la puerta, mientras descendía se me acerca la rubia  oxigenada del otro día  con cara de muy pocas amigas y sin darme cuenta  me propinó una fuerte cachetada en mi rostro.

—Mira bicho raro, quiero que te quede muy claro que Erick es mío,  no se porque demonios  anda contigo ni qué fue lo que te vio. Pero estoy segura que solo le inspiras lástima—




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