Llegué entusiasmado por ver a Luz. Todo mi ánimo se fue por el caño cuando vi el carro de Cindy estacionado. Entré nervioso, a Luz no le cae nada bien, con justa razón. Cindy al verme se acerca efusiva, procuro mantener la distancia, pero es insistente ¿Qué se hace en estos casos?
Luz me observa, sé que analiza mi reacción ante la insistencia de Cindy, es importante para ella.
-Hola Cindy- me mantengo serio, doy la vuelta y saludo a Luz con un beso.
-Hola “Pequi”, ¿ya conoces a Luz, Cindy? Te dije que estaba saliendo con alguien cuando me llamaste para avisarme que ya habías vuelto de Londres.
Cindy no supo que decir, sé que se molestó mucho, pero no creía que fuera a ser tan importante que yo tuviera novia, nuestro trato era sin compromisos. Ya veo que ella si tenía otros intereses.
-¡Cínico!- Me da una bofetada, se da la vuelta y se marcha. Atónito por la reacción de Cindy, no sé qué hacer. Me giro con Luz, pero ella tampoco es amable, no sonríe.
-¿Vamos por el café?-pregunto.
-Claro…-se levanta sin mirarme y comienza a caminar.
Voy tras ella, aún sobándome la mejilla. Está molesta. ¿Qué debe hacer uno en estos casos? Me sentí en una película española, sólo que no sabía quién era la chica Almodovar, si Luz o yo.
-Luz, háblame…-ella seguía caminando, se veía preciosa con ese traje sastre color azul. Me volvía loco. Laura mi asistente no es nada glamorosa, comparada con ella. Nunca anda de tacones y mucho menos de falda. Luz es muy atractiva, agradable, pero cuando está enojada es imposible lidiar con ella. Debo ser muy paciente.
Llegamos al café y sigue ignorándome.
-Hola Luz…-le dice el barista.
-¿Qué tal Rodri? ¿Como te fue en tu fin de semana?
-Bien gracias ¿qué tal tú?
-Más o menos, no me quejo.
-¿Lo de siempre?
-Sí, pero hoy no será para llevar.
Intervine antes de que el tal Rodri, me comiera el mandado…
-Yo pago…-dije amable. Luz me mira de reojo, la noto menos tensa y se va a buscar una mesa libre.
-Claro ingeniero, les llevo sus bebidas a la mesa.
Luz sigue sin hablarme. No deja que me acerque. Moría por tocarla, besarla. Me tiene castigado.
-Punto uno Andrés- dice al fin-, en tu vida vuelves a ver o hablar con esa mujer.
-Pero ya le quedó claro que somos novios ¿Cuál es el problema?
-El problema es que me dijiste que sólo eran amigos, pero es evidente que ella quiere algo más. No fuiste claro con ella.
Tenía razón, fui muy tonto en no darme cuenta… Para mí era una chica con quien salir y pasarla bien.
-Punto dos, si me entero que la ves o hablas con ella, te vas al carajo.
Estaba celosa, eso me levantó el ánimo, mi pequeña Luz me quería más de lo que yo pensaba.
-¿Estás celosa?
En seguida noto como se envalentona, respira profundo y se relaja.
-Ella te quiere.
-Pero yo a ella no.
-Seguramente tenía alguna esperanza, le dolió.
Entonces me molesté.
-Bueno y que quieres ¿Qué salga corriendo tras ella? ¿De qué lado estás Luz?
-Del mío por supuesto-sonríe un poco al fin-. Pero aclara las cosas, si tienes que ir a hablar con ella, me aguanto el coraje, pero no la soporto, que le quede claro que estás conmigo y no estarás más con ella. Y es en serio que no quiero volver a verla cerca de ti o hablando contigo ¿te queda claro?
Uff, jamás me imaginé esa reacción de Luz, ella no era así, sólo con Cindy, no entiendo porque, quizá su intuición femenina capta algo que yo no, no lo sé. Después de insistir un rato, al fin cede y me deja besarla. Nos ponemos cursis y conversamos un poco antes de volver a la oficina.
-No vuelvas a invitarme un café en hora de trabajo, mira nada más que hora es.
-Soy el jefe.
-Muy mal jefe, vas a llevar tu empresa a la quiebra.
Nos resignamos a volver al trabajo, yo por mi mandaba todo al carajo para estar todo el día con ella, o toda la semana, o toda la vida.