Capitulo 4: Caída

A lo lejos escucho un fastidioso ruido que no me deja continuar durmiendo, abro los ojos lentamente y veo que la loca alarma suena despertándome de mi lindo sueño ¡Dios! ¿Para que existe las alarmas? el que las creo debió estar muy molesto con el mundo. Justamente cuando estaba soñando que el principe me rescataba de una montaña, siempre he tenido esa fantasia, si, lo se, estoy loca, pero aún a mí casi 18 años amo las películas de princesas, es mi pasatiempo favorito...

Me levanto de un tirón observo el reloj de la mesita de noche es un poco tarde son las 7:00 de la mañana y me toca llegar a las 8:00 me tocará moverme rápido si quiero ir al colegio hoy. Me desnudo entro a mi deliciosa ducha dejando cada gota de agua recorrer mi cuerpo...

Salgo de la ducha dirigiéndome a mi armario directamente me pondré algo sencillo un legging negro alto combinado con una diminuta blusa blanca, le agrego una chaqueta de cuero negra, ya que hace frío y no quiero cojer un resfriado y por último envuelvo mi cabello en una coleta. Ordeno mi habitación antes de salir no me gusta dejar nada desordenado. Después de ver qué todo está bien bajo las escaleras, no desayunaré se me hace tarde, entro a la cocina agarro una manzana para el camino, parece que la personas de esta casa han desaparecido nunca estan, no me detengo a esperar a nadie y salgo rápidamente ya que mi querido chofer me espera.

—Buenos dias Yeison, ¿Como estas?—saludo a Yeison quien me recibe con una sonrisa agradable.

—Hola señorita Andrea, estoy muy bien gracias ¿Usted cómo está?.

—Estoy muy bien gracias, vamonos que se nos hace tarde.

Yeison se dispone a entrar a la camioneta, yo entro atrás y arrancamos camino al "dichoso" colegio, me recuesto en la ventana para apreciar la vista tan hermosa que me ofrece el dia de hoy mientras como mi rica manzana. Desearía no encontrarme a nadie en el pasillo incluyendo al despreciable de Parck, lo conozco de hace años por sus padres la señora Mila Eisten y Roberto Jáquez siempre han apoyado a su hijo en todo lo que hace son unos hipócritas, desde que los conozco han querido que mi padre le de mi mano para su hijo, sin embargo de ninguna manera aceptaría eso y mis padres mucho menos jamás han querido verme infeliz. Casarme con parck seria lo peor nunca sería feliz con el a mi lado, su actitud me lo demuestra todos los dias. Yo quiero ser feliz con un hombre que me ame y respete, no con un niño caprichoso.

Un toque en la puerta interrumpe mis pensamientos, al parecer ya llegamos. Bajo del auto despidiendo a Yeison al mismo tiempo. A los lejos observo a una rubia y otra castaña hermosa, mis mejores amigas no me hago esperar y me acerco a pasos rápidos hacia ellas.

—¡Hola chicas!—grito con efusividad

—¡Demonios cabrona me asustaste!—Carolina lleva su mano al pecho fingiendo tener la respiración acelerada

—Estuviste a punto de ir a nuestro funeral—Alejandra toma un mechón de su cabello envolviendolo en sus dedos.

—Son unas exageradas, ni que fuera para tanto, si hubiera un premio a la mejor dramática juro que te lo ganas Caro.

—Oye dejando de lado tu asesinato hacia nosotras. ¿Cómo te fue ayer con Parck?

—Caro me fue de maravilla gritando dame más más Parck—las carcajadas de parte de ambas no se hacen esperar.

—Dime, ¿estaba grande o chiquito?, fue ¿Duro o suave?— pregunta Caro con efusividad, Alejandra está fuera de la conversación ignorando como si no estuvieramos aquí.

—Niñas estamos en el colegio respeten—ordena Ale un poco contrariada, no les gustan estos tipos de conversación.

—Lamento decepcionarte estaba chiquito y fue muy suave, ni siquiera lo sentí.

—Bueno chicas, hora de entrar a clases, ya esta bueno de esta platica.

Alejandra nos lleva hacia adentro, reso varios ave marías para no encontrar a Parck.

Caminamos por el pasillo entre risas y para mí desgracia lo que no quería ver es lo primero que aparece en mi vista, esto es injusto. Me hago la desentendida y continuamos avanzando como si no vemos a nadie, las personas me miran como si mate alguien con asco y reproche, ¿que les pasa? siempre juzgando a los demas sin saber lo que pasó ayer de verdad. Mis pensamientos son interrumpidos cuando siento unas manos grandes tirando de mi fuertemente haciéndome voltear, me encuentro con el rostro de Parck enfurecido. Que ironía que el creador del juego sea el enojado.

—¡Andréa pensé que no asistirías hoy al colegio, despues de la gran follada que dimos ayer!— grita a todas la escuela, no me gusta la manera en la que Parck me está mirando, como si quisiera devorarme y no dejar ni un pedazo de mi, como si quisiera hacerme desaparecer para que nadie me encuentre. Hace más fuerte su agarre estoy segura que esto me dejara marcas, el se esta saliendo de control. las personas a nuestro alrededor miran la escena asombrados, mis amigas por un lado están a punto de asesinar a Parck.

—¿Por qué creías que no asistiría? Te recuerdo que la pasamos bien mal el día de ayer, no sabes follar bien con ese miembro tan chiquito, ni siquiera te sentí.

Parck se enfurece aún más por mis palabras, sus manos se posicionan en mi cuello haciendo fuerza sobre el, estampandome en la pared.

—Sueltala estúpido o no respondo— Le ordena Carolina, pero el idiota no le presta atención.

—Solo te advertíre una cosa niñata, vuelve a dejarme en ridículo y vas a sufrir las consecuencias.

Me observa detenidamente esperando alguna reacción de mi parte, hago el mayor esfuerzo para no mostrar nada no quiero que me vea débil.

—Qué les quede claro a todo el mundo, yo soy el que manda en este jodido colegio, el que no acate mis órdenes se va.

Me suelta de golpe y me tira al piso, me levanto enojada posando una mano en mi cuello notando lo rojo que está, no puedo evitar toser para poder volver a respirar normal.

—Mira... e-t-u..estupido, me vuelves a tocar y te mato, tu fuiste querido el que inicio primero yo solo lo termine, no puedo creer que seas tan infantil y te enojes por tu propio jueguito. Entiende de una vez que yo hago lo que se me da la gana y deja de tomarte el puesto del director.