Luz en mi oscuridad

Capítulo 16: Dolor Incontrolable

Aún estaba en silencio, mi hermano decidió abrazarme. Era reconfortante, pero eso no cambiaba nada, no cambiaba lo que pasó, ni como me siento luego de saber sobre un embarazo.

Me siento tan confundida, en una oscuridad interminable, dónde no hay luz, dónde no hay rumbo, dónde solo estoy yo y nadie más ¿Quería traer a esta criatura a una oscuridad tan profunda? No lo sé. No se que diablos hacer, solo quiero encerrarme y llorar hasta secarme, hasta sacar todo esto que siento, hasta que sea solo un sueño...

Pero se que no es así, se que mis padres ya no están y que me destruyeron la vida y que estaré rota por mucho tiempo. Muy rota...

Seco mis lágrimas, separó a Thomas y el me mira a los ojos.

—¿Qué vas a hacer? —cuestiona.

—Ahora no. Déjame pensar.

—Esta bien.

No dijo nada más, la puerta se abrió y un doctor entro. Venía con una sonrisa y la felicidad en sus ojos es notable. Que envidia siento, quisiera ser él en este momento y tener la felicidad que tenía antes. Sentirme yo de nuevo, cuánto daría para no sentirme como me siento, para no sentirme sin fuerzas, destrozada y sobre todo sola, muy sola. Porque cuando estás en lo profundo de una oscuridad, por más que haya gente a ti alrededor, te sientes sola.

—Buenas tardes señorita Castillo.
—Comienza a revisar el suero y luego a mi. —Le tenemos muy buenas noticias, ya puede ir a su casa. La vemos muy bien de salud. Tendrá que seguir haciéndose chequeos y sería bueno que la tratara un psicólogo. Respecto a su embarazo también está bien, incluso ya sabemos el sexo ¿Quiere saberlo?

Me mira atentamente a los ojos y yo quitó la mirada, no quiero ni tocarme, me siento tan sucia. Un bebé no merece estar en este vientre, no merezco ser madre y mucho menos ahora, de está manera. Simplemente no lo merecía...

Vuelvo a fijar mis ojos en el y suspiro—No. —me limito a decir.

El asiente. Termina de hacerme un chequeo en general, y lee los análisis que me envió hacer está mañana los cuales están bien. El bebé está creciendo bien, solo necesita más alimentación, debido al tiempo que estuve en coma. La barriga es notable, aunque no tanto.

Luego de unos minutos sale y Thomas va tras el para volver con el alta. Las chicas entran.

—¿Necesitas ayuda? —pregunta Caro rascándose la cabeza un poco nerviosa. Le muestro una sonrisa triste.

—No, está bien, puedo sola.

—Bien, estaremos aquí para cuando salgas —dice Ale.

Camino hasta el baño, hay un espejo pero trato de no mirar hacia allí. Trato de no mirar mi reflejo porque estoy segura que me destrozaría más de lo que ya estoy. Me quitó la ropa, no observo mucho el vientre y me coloco la otra sin darles muchas vueltas. Me peino mi larga cabellera, ha crecido bastante en estos tiempo y aún está en su color cobrizo. Una vez lista salgo.
Ellas aún están ahí esperando.

—Podemos irnos. —les digo.

—Si, Thomas está afuera esperando con Melanie.

Ellas caminan delante y yo detrás, observo la habitación por última vez y salgo. Es cierto Thomas y Melanie están ahí, noto que hay seguridad detrás de ellos. Thomas se acerca y me abraza, pero me alejo, esto me pone aún más sensible y no deseo eso ahora.

—Vamos, el auto nos espera. Bueno Yeison nos espera.

—Oh...

Eso sí es una gran sorpresa, que Jeison siga con nosotros. Llegamos al estacionamiento y subo al Jeep negro el cual reconozco de lejos, era el que siempre estaba acondicionado para mí. Yeison me mira por el retrovisor.

—Es un gusto tenerla de vuelta señorita Andrea.

—Gracias Yeison.

Él pone el auto en marcha, no se exactamente dónde iremos pero no es algo por lo que deseo preocuparme ahora. Recuesto mi cabeza en el cristal y observo el alrededor, todo tan florecido y bonito. Están como una vez lo estuve yo, pero ahora solo estoy marchita, muy marchita.

Mis pensamientos se van tan lejos, que ms doy cuenta que Yeison aparco el auto cuándo Thomas y Melanie están bajando de el y me llaman.

—Llegamos, ¿Te ayudo? —Melanie me tiende la mano y la tomo.

Lo primero que veo al bajar, es una casa. Esta pintada de blanco por fuera, se ve de un tamaño normal y muy acogedora. El jardín que lo adorna afuera con rosas blancas, rojas  y flores de esos mismos colores le da luz. Al entrar es lo mismo, hay tonos vivos, las paredes están llenas de retratos de ellos y nuestras familia. Hay lámparas muy finas y los muebles azules están muy bien acomodados.

—Siéntete en casa, Thomas decidió comprar esto hace tiempo para mudarnos juntos. —admite Melanie.

—Esta muy bonito.

—¿Deseas comer algo ahora o prefieres descansar? —cuestiona ella misma.

Todos se mantienen uno al lado de otro expectantes a mi respuestas. Es cómo si no supieran que decirme, o cómo hablarme. Tal vez tienen miedo de las reacciones que pueda tener con ellos, intentan no mirar mi embarazo, ni mirarme mucho, pero se que lo hacen para no incomodarme. Para romper el hielo decido elegir la segunda opción. Quiero estar sola.

—Quiero dormir un rato —miento.

Thomas me toma del brazo y me hace seguirlo hasta la segunda planta, dónde hay una habitación muy bien acomodada para mí. No reparo nada de lo que hay en ella, lo único que quiero es acostarme.

—Esta será tu habitación. —Me da un beso en la frente.

—Esta bien.

—Si quieres hablar estaré abajo.

—Estare bien.

—Te amo —confiesa y vuelve a besar mi frente.

Sale de la habitación y cierra la puerta, no se si es mejor o peor porque en ese instante me derrumbó. Mis lágrimas empiezan a salir una tras otra y no las puedo detener. No se si algún día terminaré de llorar.

Me levanto de la cama, aseguro la puerta con seguro y mi cuerpo se resbala hasta el piso, mis manos van hacia mi cabello y lo desató. Tapo mi rostro con mis manos, no sirve de nada limpiar mis lágrimas. Pensé que el día que se murieron mis padres había sacado todo lo que sentía, pero no. En este instante siento todo más profundo porque estoy devuelta a la realidad, una realidad que no deseo. Suena horrible pero hubiese preferido morir ese día que cargar con todo lo que siento, con el peso de sus muertes, con el peso de mis sueños rotos...



#29998 en Novela romántica

En el texto hay: tristeza, luz, odio

Editado: 07.01.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.