Luz & Oscuridad

1. UN NUEVO COMIENZO

El viaje en carro era largo. Ya llevaba varias horas conduciendo. Entre más avanzaba, más se alejaba de la ciudad y parecía que entraba más en las provincias.

El cielo era de un azul pálido, y la franja naranja en el horizonte le daba algunos toques rosas a las nubes que cubrían unas partes del cielo. Mientras que los árboles a los lados, altos y gruesos se iluminaban de una manera que, a la chica, en el asiento del conductor, le encantaba.

El bosque se veía hermoso, pero era una lástima que no pudiera apreciarlo como quisiera.

Los minutos fueron trascurriendo y poco a poco se fue oscureciendo. La noche había llegado y ella aun no llegaba a su destino. Aunque ya no faltaba mucho.

Media hora después…

Paso un arco muy pobremente iluminado como para ver qué era lo que decía. Finalmente había llegado. Se adentró conduciendo por las calles completamente desconocidas. No sabía ni donde estaba la supuesta casa de la que hablaba Steve en el mensaje.

Llego a lo que al parecer era el centro. Las casas, de todo lo que había recorrido hasta entonces, eran antiguas, con unos diseños muy detallados, las calles estaban adoquinadas y había lámparas con un dragón encima.

Se estaciono cerca de lo que parecía una cafetería, y se bajó. Se metió en el establecimiento, mesas en los grandes ventanales, estaban vacíos al igual que los del centro.

Una mujer de edad mayor, con los cabellos blancos y unos lentes, estaba del otro lado del mostrador acomodando unos platos. “me hubiese gustado ver a mis abuelos al menos una vez” pensó ella. Se acercó con pasos grandes. La mujer al darse cuenta de su presencia le dedico una sonrisa llena de dulzura. Se preguntó ¿Cómo hubiese sido la vida al lado de sus abuelos?

― Buenas noches ― dijo

― Buenas noches ― contesto la mujer ― ¿Puedo ayudarla en algo? ― pregunto apoyándose en el mostrador

La chica se pasó un mechón de cabello por detrás de la oreja.

― Sí, vera ¿sabe dónde queda esta dirección? Soy nueva aquí y no ubico las calles ― dijo mostrando la dirección en el teléfono

La mujer se colocó los lentes.

― ¿Va a mudarse aquí? ― pregunto

― Si ― respondió

― Por qué esa casa es muy bonita ― dijo y entonces comenzó a explicarle como llegar, al cabo de unos minutos dijo ― así es como llega ― Gracias ― dijo la chica

― De nada ― respondió la chica

― Buenas noches ― dijo ella

― Buenas noches niña y ya sabe si necesita algo solo venga ― dijo la señora sonriendo

― Lo tomare en cuenta ― dijo

La chica salió camino al auto y de ahí siguió las instrucciones que le había dado la señora.

Observando el estilo característico de las casas y como cada vez parecía alejarse más y más, llego a una casa de dos pisos; de un color pálido que no logro identificar muy bien debido a la poca luminosidad. Dejo su auto dentro del garaje, que para buena suerte era lo bastante grande para dos autos, saco las maletas de la cajuela y tomo las llaves de la casa de una caja de herramientas que le había dicho Steve y subió la caja de la electricidad. Entro a la casa. Todo estaba oscuro, saco su teléfono encendió la linterna y busco los interruptores una vez que los encontró los encendió. La repentina luz hizo que le picara en los ojos y tuvo que cerrarlos un momento para después abrirlos y descubrir que la casa estaba amueblada, todos y cada uno de los muebles estaban tapados con sábanas blancas.

Acerco las maletas y las dejo en la salida de la sala. Comenzó a quitar cada una de las sábanas, descubriendo los muebles.

Decidió dejar así el despacho de todas formas no lo utilizarían. Termino en la cocina, estaban ya unas cosas listas, quito la sabana del refrigerador solo para encontrarse con una nota:

“Queridas:

Todo esto es para ustedes, mande a amueblar la casa, por órdenes de sus padres, para ustedes. Espero que les guste.

Hasta pronto chicas, Steve.”

Ella abrió la puerta del refrigerador, y estaba vacío, “¿no pudiste haberlo llenado?” se dijo a sí misma” y además desconectado “. Lo cerro de golpe recordando que no había comprado, nada de comida. Saco todas las sábanas al cuarto de lavandería y las dejo ahí después de todo no tenía con que ponerlos a lavar en ese instante.

Después de eso subió las maletas una a una hasta la planta de arriba. Una vez ahí se detuvo para ver el corredor que no tenía ni un poco de luz. Con ayuda de la linterna del teléfono encendió las luces del corredor.

Arrastrando las maletas con algo de dificultad avanzo, atravesó el pasillo quitando algunas de las sábanas que cubrían la mesa y pequeñas cajoneras que había ahí. Abrió una a una las habitaciones, se encontró con una que daba al este y por el color rosa supo que ese sería el cuarto de su hermana. La siguiente habitación estaba del otro lado del pasillo; esta era una en la que ella supuso seria de sus padres, si estuvieran con ellas por supuesto, tenía una cama grande y era como ese tipo de sensaciones que te decían como debían ser las cosas. Siguió avanzando y encontró un cuarto de baño y un cuarto de huéspedes.

Al fondo de la casa se encontraba una habitación, ella entro y en la penumbra levemente iluminada por la luz de la luna que se filtraba a través de la puerta del balcón y la ventana, pudo visualizar que el cuarto era grande. Se adentró y quito una tela de una de las lámparas de las mesas de noche y la encendió. Una cama grande se encontraba en el medio de un par de mesas de noche a cada lado de la cama.

El armario hundido en la pared tenía unas puertas de madera perfectamente talladas. Tenía un pequeño cuarto de baño en un lado del cuarto y su puerta estaba junto a la del armario. Y del otro lado tenía un tocador.

Al lado del balcón unas repisas estaban pegadas en la pared por encima del escritorio. El balcón daba al patio trasero y tenía una vista a los árboles del bosque. Tan inmensos, que mostraba cuantos años de antigüedad debían tener y aun así se encontraban en pie.



#2044 en Ciencia ficción
#21014 en Novela romántica

En el texto hay: culpa, secretos, amor

Editado: 18.05.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.