Maratón 1/5
Una semana más de lo que paso, una semana más que no lo veo, que ni siquiera le he escrito para saber si está bien o no, dos semanas que él y yo nos hemos alejado después de que tuvimos tanta conexión, hace una semana que Demián me dio las gracias por haber sacado a su amigo de aprietos.
Es lo menos que puedo hacer por él.
He tenido la tentación de llamarle, escribirle, saber de él, pero me ha quedado claro todo lo que me dijo aquel día en su piso, no pienso ser una boba que se preocupe por el después de lo ocurrido, y lo peor es que no debo ponerme así, no lo conocí del todo, pero algo me quedó claro es que no me quería para una amiga, mucho menos para una novia, el simplemente me quería para puras barbaridades, y no lo quiso admitir, solo quería poner excusas, no me quiso decir la cruda verdad, aunque no tenga experiencia, se como son ese tipo de personas y él lo sabe, solo que quiso ocultarlo en una máscara llamada "Amistad", porque no se ve que el trate a sus amistades de esa manera, pero si a sus putas conquistas que solo quiere llevarse a la cama.
El no va a engañarme.
Otra cosa más, hace una semana que he empezado la universidad y justo ahora estoy con mi mejor amiga, tratando de entender unas cosas de matemáticas.
—¿Habéis entendido algo? —Pregunto con la mirada clavada en mi cuaderno de apuntes.
—No. —Responde, suspirando frustrada. —¿Vemos tutoriales en YouTube?
La miro considerando la sugerencia y sonrío.
—Creo que mi hermano nos puede ayudar. —Digo, mirando al chico que le esta sonriendo a su celular. —¿Verdad, Adam?
El me mira fijamente y pone los ojos en blanco.
El se sienta a nuestro lado y empieza a explicarnos, a cada nada le preguntamos de donde salió aquel numero a lo que él, con muchísima paciencia nos explica una y otra vez.
Al cabo de unas horas terminamos las asignaciones y Lesly se despide de mi, yéndose a casa con su hermano.
Ahora estoy mirando mi móvil, sin nada que hacer, estoy tan tranquila que estoy pensando en que hacer para no morirme de aburrimiento.
—¿Qué miras? —Pregunta Adam frente a mí.
—Justo ahora, tu fea cara. —Respondo, mirándolo. —¿Qué quieres?
El se sienta a mi lado con una sonrisa un poco sospechosa.
—Pues yo no sé si tú supiste de mi ruptura con Jaz.
—¿Terminaste con Jazmín? —Pregunto sorprendida. —¿Qué? ¿Por qué?
—Luego te cuento. —Hace un gesto para restar importancia. —La cosa es que necesito que me acompañes a un lugar.
—¿Vas a una nueva cita? —Pregunto en modo de reproche.
—Ella me dejo a mí por otro chico, no voy a lamentarme todo el puto día. —Me dice, frunciéndome el ceño. —Y fue hace dos semanas.
Auch.
¿Por qué ya no me entero de las cosas al momento? ¿Es que ya no confían en mí? Siento que todos se están alejando de mí. ¿Qué tengo de malo?
—Vale, ¿Qué es lo que quieres hacer? —Pregunto, mirándolo menos ofendida.
—Es un bar, pero por si algo malo pasa, quiero que intervengas con cualquier de tus bobos papeles. —Me pide.
—Mañana tengo clase.
—Vendremos temprano, lo prometo.
Asiento con la cabeza y el suspira aliviado.
—Iré a vestirme. —El me espera sentado en sofá, quedándose en la sala mientras yo subo las escaleras hacia mi habitación.
Me pongo unos jeans tiro alto, una blusa blanca corta, y zapatos deportivos blancos. No me maquillo y solo me peino el cabello, me echo perfume y rápido bajo para acabar con esto de una vez por todas.
Nos llevamos el coche de mi padre ya que nos ha dado permiso con la condición de no dañarlo. Llevamos media hora de camino hasta llegar al bar donde trabajé mucho tiempo antes.
—Vale, ya no sé si ella está ahí. —Me dice antes de bajarnos del coche. —Entraras tu primero y pendiente para que te sientes cerca de mí por cualquier emergencia.
—Bien. —Bajo del coche sin más, yendo hacia la puerta de entrada.
Me quedo en las barras donde está Luke tomando los pedidos, no veo a Sandra en ningún lado, la barra no tiene cliente además del que Luke atendió y es un chico, Adam está esperando a una chica.
Mi hermano entra poquito después de mí, me doy la espalda y empiezo a esperar. Pasan los minutos hasta que por fin una chica con cuerpo voluptuoso se acerca a mi hermano con una sonrisa encantadora que Adam le devuelve apenas la ve.
No les prestó atención, Luke no me ha visto porque a cada nada se le acerca un cliente nuevo y no lo deja respirar.
—Hanny, que agradable sorpresa encontrarte aquí. —Sandra se aparece en mi campo de visión con una sonrisa. —¿Qué haces aquí?
Dejo de mirar a mi hermano para mirarla a ella. No puedo echarle a la calle a Adam de esa manera, y hacerlo sería humillarlo de cualquier manera.
—Estoy esperando a un chico. —Me invento rápidamente.
—¿Qué paso con el cara de amargado?
—Sí, más bien pensé que viniste aquí para encontrarte con él.—Lo que ha dicho Sandra capta toda mi atención.
—No me vengo a encontrar con él.—Respondo bruscamente.
Ellos me miran con el ceño fruncido y se van rápidamente.
Le escribo un mensaje a mi hermano diciendo que ya volvía, voy dirección hacia al baño y no sé si es suerte o desgracia encontrármelo.
Lo miro de reojo pero sigo mi camino hacia el baño, hago que no lo vi, pero lo hice y el también, no hace un ademan de llamarme, yo tampoco lo hago. Ya logre lo que quería y era verlo, aunque sin hablarle.
Al parecer ya está mejor...
¿Por qué sigue afectándome? Se supone que estas dos semanas me ha ayudado a dejar de sentir atracción por él. Aunque claro, salvarlo de aquel callejón borracho y golpeado no es el ejemplo de olvidar.
Es un puto idiota, lo es.
Cierro la puerta del baño y me meto en unos de los cubículos, haciendo mis necesidades. Término, al salir me lavo las manos y me echo agua en la cara para refrescarme.