—Tienes una noche libre, Hanny. Aprovéchalo. —Me insiste Luke. —Estaremos todos, no creo que puedan hacerte daño.
—Sigo creyendo que es una muy mala idea. —Dice Bestia, apretando los labios.
—Yo igual. —Interviene Dylan. —No creo que ninguna de ustedes vayan.
— ¿Por qué no? —Luke se cruza de brazos.
Demián suspira, y es quien habla.
—Para empezar, Alanna es policía, no creo que eso les haga feliz a nadie de las bandas, para continuar, Hannah tiene muchas cuentas con el rival, obviamente es una presa fácil…
— ¡Oye! —Protesto, ofendida.
—…y para terminar, no pondré en peligro a mi novia, ya que ella también es presa fácil para lastimar a Hannah y para destruirme a mí, asi que no.
El resopla, sentándose en el sofá.
—Cierto…—Murmura él. —Vale, lo siento, no había pensado en que la situación es bastante grave.
—Y hoy no iremos a las carreras. —Nos dice Dylan. —Ganamos las tres rondas seguidas, solo quedan cuatro bandas por correr, asi que nosotros también tenemos la noche libre.
Sonrío, entusiasta.
— ¿Entonces qué haremos? —Pregunto. Todos se me quedan mirando extrañados, a lo que me sonrojo. —Oh, bueno… Si tienen otros pla…
— ¡Hanny ha preguntado qué haremos! —Chilla Lelsy, levantándose del sofá para dar saltitos de felicidad. —Espera, espera, déjame lo grabo, vuelve a decirlo, necesito recordar esto toda mi vida.
Niego con la cabeza, con una mueca.
—Tampoco es para tanto, solo me he negado hacer unas cuantas cosas pocas veces.
—Y yo soy gay. —Comenta Dylan, poniendo los ojos en blanco. —No te ofendas, Hannah Montana...
—Ya me ofendí.
—…pero nos has evadido unas siete veces de ocho salidas, yo diría que si es para tanto.
Busco a alguien con la mirada, y la encuentro mirándome de vuelta.
— No es verdad. —Protesto, frunciendo el ceño.
Demián sonríe divertido, asintiendo con la cabeza.
—Sí lo es, y sabes que es asi, todos lo sabemos.
Pongo los ojos en blanco descaradamente, haciéndolos reír más.
— ¿Vamos a un bar? —Propone Luke.
—Agh, no. —Me niego, poniendo una mueca. —Quiero salir de ese ambiente una noche.
— ¿Un restaurant? —Pregunta Dylan.
—No, igual habrá gente. —Niega Lesly con la cabeza.
— ¿Pedimos comida y lo hacemos aquí?
—Estamos siempre aquí. —Esta vez se niega Alanna.
Dejamos a los dos chicos pensando, hasta que uno habla, levantándose con la chaqueta.
—Lo haremos en casa de la novia de Demián. —Saca las llaves de su coche, llevándome con él.
—Me llamo Lesly, imbécil.
—Como si te pregunté. —Replica Bestia, abriendo la puerta. —El último cierra.
Dylan agarra del brazo a Alanna al instante, siguiéndonos al ascensor, Luke sale llamando a mi hermano y mi cuñada. Cada uno se mete en su coche, y cuando Demián llega con Lesly, metiéndose en el coche del moreno, aceleran todos al mismo tiempo.
Se toman la carretera como si fueran suyas, manejan a toda velocidad, pero el pelinegro nota algo que yo no, aprieta los labios y niega con la cabeza.
—Ponte el cinturón. —Me pide, mirando hacia al frente.
Me sonrojo por la vergüenza. Le hago caso, poniéndome el cinturón con rapidez. Siguen conduciendo, Dylan está casi que sobrepasa al pelinegro, pero este no se deja, acelerando más rápido, llevando la delantera.
—Recuerdo cuando te pregunte si estabas en carrera y me dijiste que no. —Le digo con una sonrisa.
—No quería que te espantaras y huyeras de mí. —Me dice, mirándome de reojo. —Y recuerdo que lo hiciste.
—Porque me habías mentido, y no duramos mucho tiempo enojados.
—Habla por ti.
Sonrío ampliamente, inocente.
—No me digas que la pasaste mal.
—Fue una puta tortura. —Masculla, negando con la cabeza.
El baja la velocidad cuando nos bajamos en un supermercado.
— ¿Qué hacemos aquí? —Pregunto, confusa.
—Comprar comida.
Me bajo del coche cuando el también lo hace. Los chicos estacionan y también se bajan, llegando a donde estamos nosotros.
— ¿Qué llevaremos?
—De todo un poco. —Responde Dylan. —Cada uno paga lo suyo.
— ¿Hacemos hamburguesas? —Propone Lesly, entusiasmada.
Nadie le responde, pero que estemos poniendo panes y todo lo demás es una clara respuesta para ella que sonríe.
Yo voy por las bebidas y por otras cosas que no tienen nada que ver con los ingredientes de las hamburguesas.
Cuando llegamos a la caja, Demián es el primero en pagar las salsas, la carne. Dylan es el próximo en pagar los panes, la lechuga y unos cuantos tomates. Maximiliano paga las cosas que yo tome, dejando en confusión a los demás. Como ya todos habían elegido las cosas que se necesitan para la hamburguesa, yo me fui por los ingredientes para el postre y las bebidas.
Ninguno es alcohol, y nadie parece protestar por eso, que me consuela bastante, será una noche tranquila y agradezco eso.
—Adam y Nicolle confirmaron su asistencia, irán luego de cenar, asi que no estarán con nosotros a la hora de comer. —Avisa Luke dejando las papas fritas para pagar.
Al tener las bolsas en manos, todos volvemos a los coches, vuelven a sus competencias y en menos de nada, llegamos a la casa de Lesly y Andrew, el último abre la puerta cuando nos escucha llegar.
— ¡Por fin! —Exclama cuando me ve. —Pensé que habías muerto, ya me estaba adueñando de las cosas que dejaste.
— ¿Por qué iba a morir?
—No lo sé, la última vez te fuiste con urgencia. —Me dice, encogiéndose de hombros. —No pensé nada positivo ante eso.
Niego con la cabeza, juzgándolo.
—Para tu mala suerte, sigo viva. —Le suelto, cruzándome de brazos. —Y por lo que has dicho no te daremos hamburguesa ni postre.
— ¿Qué postre?
—Galletas con sirope de chocolate y fresa. —Sonrío malévolamente cuando me pone mala cara. —Y no te daré.