Veo de lejitos que Bestia se sienta en una de las tumbonas con una mueca ligera de dolor, mi sobrina mira a todo el mundo sin expresión alguna cuando Lesly exclama.
— ¡Nicky! —Vocifera.
Mi cuñada niega con la cabeza con una sonrisa.
Sigo meciendo a la pequeña en mis brazos mientras ella se chupa los dedos y cierra los ojos.
— ¡Ya dilo, quiero saber el nombre! —Exclama Andrew, al lado de su hermana quienes me miran a mí y a la pequeña.
Sonrío cuando veo a la bebé dormirse en cuestión de segundos y eso es lo que ella más sabe hacer, llorar, comer, dormir, sacar los gases y asi sucesivamente. Me siento al lado de Bestia con la pequeña y me la acuesto en las piernas.
El no me presta atención, solo mira mal a todo el mundo cuando gritan, poniendo los ojos en blanco.
— ¿Sabes que si sigues haciendo eso y pasa una brisa te quedas visco?
—Mejor. —Me responde. —Así puedo ver tu hermosa sonrisa y tu precioso trasero. Premio doble.
Niego con la cabeza, pero lo cierto es que si me he sonrojado como siempre lo hago cuando me dice ese tipo de cosas.
— ¿Qué nombre puede combinarse con Adam y Nicolle? —Inquiere Cris, pensativa.
Todos se ponen a pensar menos Bestia y yo, sigo meciendo a mi sobrina manteniéndola dormida hasta el tiempo que sea necesario.
—Vean a su derecha. —Les pide mi cuñada. —Sabrán el nombre.
Todos lo hacen, solo me miran con extrañeza cuando le quito el dedo de la boca a mi sobrina para ponérselo en su pechito.
—Solo esta Hanny. —Comenta Andrew con el ceño fruncido, señalándome.
—Exacto.
Todos quedan confusos cuando miran a Nicolle.
—No estoy entendiendo nada.
—Por supuesto que no. —Mi cuñada pone los ojos en blanco. —Mi hija se llama Hannah, como su tía.
Todos se giran a mirarme de nuevo como si fuesen el exorcista. Lesly tiene la boca abierta, Andrew me mira con los ojos abiertos, Dylan solo asiente con la cabeza y Demián le da un codazo a Lesly para que reaccione, y la única que lo hace es Cris, aplaudiendo.
— ¡Me encanta esta familia unida! —Exclama, tomándose su jugo. —Aunque me siento muy extraña.
Luke que estaba en la puerta se acerca a pasos firmes.
— ¡¿Por qué no me esperaron?!
—Estábamos esperándote hace media hora.
—Tenía que pagar una multa. —Suspira, sentándose al lado de Cris.
Lesly viene con una sonrisa y se arrodilla frente a mí para ver a mi sobrina.
—Mini Hanny. —Dice ella, acariciándole el cabello. —Bueno, ya no llamaras así a tu hija.
Doy un respingo cuando la miro.
— ¿Qué? ¿Qué hija?
—Tranquila, amiga. Solo decía, no te alarmes, se supone que un hijo es una bendición, y no una maldición ¿no?
Ella se va, dejándome con las manos temblorosas, lo bueno es que Max no dice nada sobre eso, la única conversación que tuvimos fue hace tiempo y desde ese momento no ha salido el tema de conversación.
Antes de que me diga algo, llevo a mi sobrina hacer el centro de atención entregándosela a la madre, quien me sonríe.
Pasan las horas en las que Nicolle coloca a la pequeña en el corral para que duerma mejor y todos se bañan en la piscina como lo hacemos todos los fines de semana en casa de Lesly y Andrew. Max ha estado mejor desde que salimos del hospital, dentro de unos días le quitan los puntos, de vez en cuando hay molestias pero es solo porque la herida aun está fresca.
La vez que llegamos al piso y a su habitación, inmediatamente mire el ultimo cajón que para él esta vacío y que para mi esta el aparato que use dos semanas atrás y el sobre que coloque cuando él se estaba duchando, ahora que hemos llegado, no paro de mirar el cajón como si eso me estuviera pidiendo a gritos que le contara lo que he hecho a sus espaldas.
Otra cosa es que me ha querido mantener al margen de una conversación que ha tenido con Dylan, Demián y él. Así que no soy la única que está escondiendo cosas, él lo hace sin ni siquiera disimularlo.
He querido preguntarle, pero me he mantenido callada porque sé que él también sospecha de algo sobre mí.
Me seco el cabello con una toalla cuando salgo de la piscina para darle un beso al chico que mira mal a todo el mundo menos a mí.
— ¿Por qué no te quedas conmigo?
Sonrío y me coloco en medio de sus piernas, el tiene que inclinarse un poco para poder besarme. Pasan más horas en las que mi hermano y Dylan traen comida, todos sonríen pero yo dejo la mitad de la hamburguesa cuando me mareo y siento el estomago revuelto.
—Ya vuelvo. —Aviso, levantándome súper rápido.
Todos me miran curiosos, Max a mi lado intenta levantarse pero Lesly lo detiene.
Subo las escaleras corriendo y entro en la habitación de Lesly, yéndome al inodoro, botando la poca hamburguesa que he comido.
No sé cuantas veces lo hago, pero cuando creo que ya es suficiente, otra arcada me hace apretar los ojos.
Al salir del cuarto de baños, me consigo a dos rubias quienes tienen los brazos cruzados.
— ¿Qué pasa?
— ¿Lo niegas? ¿Sigues negándolo?
Suspiro y las miro.
—Chicas, me hice una prueba y salió negativo. —Le digo, mirándola. Ella se endereza al igual que Cris. —Solo tengo anemia, a eso se debe los mareos y el rechazo a la comida.
—Pero...
—Los síntomas son similares, si, pero no hay nada.
Ella asiente con la cabeza y las tres salimos de la habitación.
Suelto el aire que estaba conteniendo y me encuentro con Bestia, que me mira fijamente.
— ¿Qué pasa?
—Nada, no te preocupes.
El me mira fijamente, trago saliva y aparto la mirada.
—Hannah...
—Que no me pasa nada. —Le suelto a la defensiva, siendo aun más obvia—Estoy bien.
—Vamos a casa. —Me dice, levantándose.
Lo miro cuando me da la espalda y mira al frente sin mirar a nadie, entonces sé que se ha enojado.
Suspiro, y lo sigo.
—Nos vemos mañana, chicos.
Lesly y Cris asienten con la cabeza, entendiendo lo que pasa cuando ven que Bestia agarra las llaves del coche y también se da cuenta de lo molesto que esta.