2. Revelaciones

Aki se encontraba observando por su ventana el límite de su territorio y gracias a su poderosa visión podía ver más allá del bosque brumoso y ver un bosque rodeado de vida, de misterio, de naturaleza y de anhelos. Anhelos que crecían día a día y de sus ganas de huir y correr y poder encontrar la libertad tan anhelada y dejar el yugo de sus padres.

Hoy se había enterado que tendría que casarse con Amón, una criatura poderosa, pero arrogante y narcisista, no podía dejar de ver un espejo y decir que es el mejor. Sus padres consideraron era la mejor opción para tener una descendencia pura y poderosa.

Sin embargo, Aki sabía que eso no era del todo cierto, debido a los libros que el antiguo le dejaba leer sabía que el poder no está limitado a mantener la sangre limpia o pura, sino que cuando dos grandes poderes se mezclaban nuevos se crean, que las etiquetas de luz y oscuridad era algo arcaico y del pasado que estaban en una nueva era y que él tenía el derecho a poder elegir.

Mientras miraba por la ventana, vio a su amada mascota un fénix que sobre volaba el bosque brumoso y que poco a poco se fue acercando al balcón donde Aki se encontraba. Él le había puesto Agnis, en ella encontraba todo el amor y confort que nadie más le podía brindar en ese encierro que se encontraba. Ahora más que nunca la necesitaba puesto que sus padres querían contrajera nupcias con el engreído de Amón.

De repente unos golpes en su puerta llamaron su atención, por lo que se levantó y se dirigió abrir la puerta sin preguntar quién era, que para su desdicha era Amón, se recriminó no haber preguntado quien era.

- Amón, que quieres, se supone no podemos vernos antes de la ceremonia
- Hay por favor Aki, deja de ser tan cuadriculado, dentro de poco estaremos juntos y no podrás decir que no a nada, serás mío y tendrás que complacerme y espero mucho de ti en la cama, si es que queremos tener descendencia rápidamente

Aki, solo pudo suspirar y calmar sus emociones de asco al imaginarse acostándose con alguien como Amón y mucho menos alguien a quien no amaba.

Amón empezó a acercarse mucho Aki casi arrinconándolo contra la pared, Aki podía sentir su aliento y ese olor a fresas con yogurt que tanto despreciaba, le daba nauseas, Amón lo agarró de la cintura sin ningún miramiento le iba a besar, pero una fuerte llamarada arruinó sus planes, Agnis le había lanzado una llamarada de fuego y si Amón no fuera un buen guerrero hubiera quedado rostizado, por lo que él logró esquivar la llamarada.

-Uno de estos días voy a encerrar a esa bestia salvaje para que deje de meter su pico donde no lo llaman
-Nunca dejare que eso pase
-Ya veremos quién gana pequeño Aki

Amón salió de la habitación y Aki cerró con toda su fuerza la puerta, no aguantaba Amón que ser tan repugnante y engreído.

Lo que nadie sabía, es que Aki tenía planes de escapar esa misma noche antes de la ceremonia, tenía todo planeado y con la ayuda de Agnis todo saldría bien, también le daba crédito al Antiguo que le mostró una ruta subterránea que llegaba al bosque brumoso y le indicaba como llegar al bosque aledaño, el bosque encanto.