Luzatzen

Capitulo 7

Ya han pasado 2 meses, estamos en noviembre y las páginas de este diario se están acabando. 

Creo que esta será mi última entrada había estado guardandolas para cuando llevara algún tiempo en mi nueva casa, en mi nueva vida. 

Conseguí dos trabajos uno en una tienda de conveniencia cerca de la gasolinera qué está saliendo de la Ciudad con dirección al norte, ahí trabajo 3 o 4 veces por semana, también trabajo de mesera en un bar qué abre solo de noche y solo algunos días a la semana. 

La verdad esta ciudad me hace sentir en casa, creo que este es mi lugar y me hace feliz levantarme por las mañanas, el silencio y la tranquilidad ya no me lastiman, disfruto ver por la ventana de la cocina a cualquier hora del día la vista de la playa y de esta pequeña ciudad parecieran curar mi corazón. 

Con respecto a mi interacción, puedo decir que he dejado de ser toda una antisocial, los chicos me hablan y saludan al verme, nadie me molesta por ser callada, parecen disfrutar de mi compañía, me hablan de todo y de nada, los días pasan lentos y los disfruto. 

No he vuelto a mi vida desordenada con los hombres, vuelvo del trabajo a descansar y mi gran compañía son Noche y Atardecer qué me esperan para saltar a mi y acurrucarse. 

No se que me depara el futuro, pero puedo decir con seguridad, qué he empezado a dejar mi pasado atrás, qué agradezco lo vivido, pero que elijo  avanzar, se que será un proceso, pero Adriana tenía razón, obtuve un nuevo comienzo y lo disfrutaré. Adiós mi querido amigo y confidente, gracias por todo. 

Ella había cerrado su diario, para luego acariciar la tapa miro las grietas, lo desgastada qué estaba y suspiro mientras se recostaba en la silla frente a la gran ventana de su cuarto escuchando el tenue ronroneo de los mininos dormidos sobre la cama. 

Había vivido muchas cosas que la hicieron sufrir mucho, pero jamás había dejado de soñar con ser libre, no sabía de que pero lo hacía ; ahora se sentía así, libre. 

No pensaba en el amor de forma recurrente, las muchas malas relaciones en su mayoría tóxicas la habían dejado algo asqueada de superficialidades y de personas vacías, para tener 18 años había tenido más relaciones fállidas qué muchas mujeres mayores que ella, no era algo que la avergonzara mucho pero no quería ser juzgada, menos por personas ajenas a su vida, la sociedad podría ser muy cruel, en esos pensamientos de había hundido, cuando el mauido de Noche le recordó qué ya ahí nadie sabría de sus experiencias y que su futuro pintaba de colores brillantes, como un arcoiris después de una tormenta. 



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En el texto hay: pasión, amor, desamor

Editado: 21.09.2024

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