Capitulo 33

La lluvia siguió callendo fuerte y se sentía el frio colarse por las grietas de las ventanas empañadas por el calor dentro, el apartamento era muy pequeño una delgada pared dividía la pequeña cosina qué hacía de sala y lavandería también, el calentador encendido había empezado a secar la camisa y el pantalón de Kornet. En la habitación el calor era mayor, el cuerpo frío de Kornet, que empezaba a calentarse ;estaba sobre el de ella tumbados los dos sobre la cama con las sábanas tíbias, se besaban deseando ese momento, sus manos recorrían sus piernas y sus caderas, eran ásperas y seguían frías; hasta toparse con la ropa interior de ella dudoso si estaba bien bajarla o no, ella parecía entender su duda, y dejando de besarlo le pidió que se apartara qué ella se quitaría la ropa además de pedirle qué se metiera entre las sabanas, apagó la luz, había tenido muchos encuentros pero jamás había permitido que la vieran desnuda, no había visto el cuerpo de sus parejas desnudas tampoco la sola idea la asqueaba un poco, ya con las luces apagadas se deslizó a su lado y volvió a besarlo jalando para que se pusiera sobre ella, los besos, los roces se intensificaron, eran más apacionados y llenos de deseo, el recorrió su cuello y su clavícula con habides llegando a sus pechos haciendo que ella sintiera entumecer sus piernas y dar un leve quejido de placer para decirle "

" No lo aguanto más... Solo hazlo.. "

El busco sobra la mesa su billera y ella escucho el característico sonido de un preservativo abriéndose, eso sonido vizcoso le daba algo de asco también, pero se lo aguantaba ya que solo quería sentir el placer de ese momentáneo orgazmo, aun así lo recibió con deseo cuando el volvió a estar sobre ella sintiendo temblar un pocos sus piernas al momento que el se introdujo dentro de ella, arqueo la espalda dando paso a que pudiera rodearla y levantarla levente por debajo de su espalda, el deseo de ambos estaba a su límite ella alcanzó lo que quería primero y sintió sus piernas debilitarse, pero el acto mismo de tener que seguir sintiéndolo sobre ella era algo incómodo y como había hecho tantas veces cerro los ojos y pidió en silencio qué acabará pronto para quitárselo de encima, Kornet no tardó en acabar y terminó con la respiración cansada.

"¿Acabaste?"

El asintió hundiendo su cara en sus pechos provocandole escalofríos y asco al sentir su respiración, ella puso las palmas de sus manos en el pecho de él, doblando la rodilla lo levantó de sobre ella y en un monto se quito de debajo sentándose en la orilla de la cama buscando una manta para taparse y sin voltearlo a ver en la oscuridad le dijo.

"Tu ropa ha de haberse secado, cambiate y vete, aquí no paso nada, si te vi no me acuerdo y si te conocí no se quien eres.." espeto sin temor dejando de tratarlo con respeto y de usted.

Kornet se sentó en la cama y como pudo busco el encendedor la la lámpara al par de la cama sobre la mesita.

"Hablas enserio? Eso podría decirlo yo..."

"Muy enserio, cambiate y vete..." ella seguía dándole la espalda esperando que se levantara buscará su ropa y se fuera.

"oye... Qué te hicieron?... ¿Quien te hizo tanto daño para ser así?" le contesto él sin dejar de verla y sin moverse de la cama.

"igual te iras pronto, no tiene caso que le demos más largas a esto tu conseguiste lo que deseabas y yo también.."

"no me iré... Me quedaré aquí contigo por hoy.. Es mi día libre..."

El la atrajo a acostarse en la cama abrazándola y dándole un beso en la frente mientras alcanzaba sus cigarros y encendía uno.

"en que piensas?"

"qué me sorprende que siendo tan joven de hayan jodido de tal manera.. Para que le digas esto a hombre.." sonrió con burla y eso a ella le molestó.

"bien pues todos los hombres una vez que toman lo que quieren se van, así que es mejor ir directo al grano.."

"hablas con mucha amargura... Deja de pensar en ello y mejor vamos a dormir un poco.. No me iré..."

Aquella situación era algo nuevo, se quedo ahí acostada a su lado sin saber que esperar por primera vez y se durmió.

Lo siguiente fue que ella sintió su mano sobre su hombro, al abrir los ojos, el estaba sentado sobre la orilla de la cama.

" Debo irme de nuevo a las oficinas, como soy nuevo debo dormir hay todos los días.. Te llamare mañana.."

Ella solo asintió, había visto marchar a tantos que la escena no era nueva, aun así se sintió un poco doloroso y solo pensó para si que sabia que no llamaría denuevo, que si lo miraba en la calle cruzaria hacia el otro lado y fingiria no haberlo visto así el no tendría que verse en la necesidad de dar excusas innecesarias y vacías.

Escucho la puerta abrirse y cerrarse.

La lluvia había parado.

El calentador estaba encendido.

Pero la habitación estaba demasiado fría y ella se arrastro hacia el otro lado de la cama donde el había dormido y se envolvió en las sábanas sintiendo el olor del humo de sus cigarros.