Capitulo 36

Llegaron a su apartamento, basto cruzar la puerta para terminar de nuevo en la cama entre besos y caricias, después de un rato decidieron buscar hacer algo de comer, el se quedaría esa noche, se sentaron a la mesa donde ella le contó parte se su vida.

".. Vives sola desde entonces?.."

".. Si me las arreglo con trabajos de medio tiempo, además viene una trabajadora de vez en cuando a verme ella me ayudo con la enfermedad de mama y también cuando me he metido en problemas... no me fue bien en la secundaria y sumado al bulling.."

".. Bueno igual deberías de tratar de seguir y acabarla, si quieres tal vez más adelante.."

"..uhhh tal vez, pero por los momentos estoy bien así.."

".. Me dijiste que salias de fiesta, aun así no te he visto salir estos días.. "

".. Si, si quieres la verdad, es por ti.. Yo hago lo que quiero, no quiero fingir lo que no soy, me aburro fácil de más cosas y no tengo mucha pasiencia... Cuando te conocí decidí que quiera.. Amm acostarme contigo por capricho.. Te estoy conociendo y me pareces buen tipo.. Por eso te digo la verdad.. "

".. ¿Aun piensas eso, ya te aburriste?.. "

".. No se ; lo que quiero, yo.. Digamos que solo he tenido malas relaciones, todos con los que he estado; los haya querido o no, el resultado es igual, me usan y se van, el primer hombre con el que estuve me maltrato mucho emocionalmente.. Así que el amor, como tal no es algo que pueda decir que entiendo.. Yo soy un desastre, me gusta el tiempo que paso contigo.. "

".. Bueno, gracias por ser sincera.." finalizó el frunciendo el ceño y mirando a otro lado, al final volvieron a la cama para por fin dormir.

Al día siguente se levantó temprano se despidió y se fue de nuevo a su trabajo, mantuvieron esta rutina todo el poco tiempo que el aun estaría en la ciudad, ella no oculto quien era, lo que había vivido y como se comportaba quería que supiera el desastre que era, trataba sin embargo de ser mejor al estar juntos para que estuviera feliz.

Él se dio cuenta que trataba de hacerlo, también reconocía que era como un huracán, al molestarse era capaz de destruir todo a su paso, era notoria su ansiedad, en la intimidad no permitía que el la desvistiera o que la viera desnuda algo que al inicio no le dio importancia pensaba que con los días ella empezaría a seder, pero eso no sucedió, también entendió que ella no coqueteaba como las demás mujeres, ella causaba deseo en los hombres, sin buscarlo, bastaba con que ella sintiera el deseo hacia alguien para que su sutil carácter, su cara inexpresiva y su mirada fija le hiciera saber al otro que ella estaba interesada.

Tambien se dio cuenta de la forma en que los demás hombres la miraban, ella no se vestía provocadora, pero su sola silueta hacia que los conductores pudieran causar un accidente, se paraban a la par de ella y le gritaban obsenidades, varias veces tuvo que parar a sus compañeros los comentarios acerca de ella insinuando cosas sobre su intimidad, igual saber que estaba con alguien que causaba tal deseo en otros aumentaba el suyo por estar con ella, era transparente, si te quería, te quiera solo a ti; pero sino, no tenias una sola oportunidad, o la tienes o no la tienes. Logro conocer a Adriana un día cuando el estaba en su apartamento ella llego y se presentaron, fue directa y le dijo que debía de ser consciente de su situación, que no jugará con alguien como Luz, no solo por el bien de ella, sino por el de él mismo, el comentario le pareció algo fuera de lugar, parecía como una advertencia que, si bien era cierto y sabía que ella podría arrasar todo a su paso no la miraba como alguien que necesitaba semejante notificación de advertencia, con todo le aseguro que no la lastimaría, durante el tiempo que estuvo en la ciudad se volvieron a ver un par de veces, a ella parecía agradarle Kornet, Luz la miraba no como a una madre pero la respetaba así que era agradable que se llevarán bien.

Para la última semana, ella empezó a sentir mucha ansiedad y estrés, pero se nego a decirlo o a demostrar lo que sentía. El era mayor y pensaba que entre más inmadura pareciera más ridícula se vería, qué no podía aferrarse a él y llorar porque se hiba, decirle que tenia miedo que se fuera, miedo que no la volviera a llamar, que ese mes para el solo haya sido una solución para tener con quien dormir; pensó que era importante hacerle saber que a ella no le importaba y que estaba bien que se fuera sin volver a buscarla, así que le hizo comentarios haciéndole entender que volvería a andar de fiesta y que el tiempo que el había pasado con ella había sido divertido y que lo disfruto, para sorpresa de nadie el no pareció tomar en cuenta sus comentarios, ella entendió que a él no le importaba.

Una noche antes que el se fuera, no durmió con ella porque debía estar en el cuartel saldría de madrugada, se paso la noche en vela, llorando y escribiéndole una carta que pensaba entregarle para despedirse, llovió toda la noche y al empezar a clarear, salió para verlo partir, no se atrevió a entrar o acercarse se quedó en una esquina del parqueo viéndolos subir el equipaje mientras la lluvia continuaba, cuando él termino se acercó a ella y para evitar los comentarios se alejaron detrás de un muro donde el la abrazo, ella no pudo más y termino saltando algunas lágrimas, que no podía ahogar y que dolían tanto mientras trataba de no aferrarse a él, no solo le dolía que el se fuera, le dolía qué le doliera, dolía qué no pudo aguantar verlo irse y le demostró que el le importaba, la beso deprisa y le dijo que debía irse, volviendo a abrazarla, no le entrego la carta, solo le dijo que estaba bien y que se cuidara, lo vio subir junto con sus demás compañeros que empezaron a hacerle burla porque había llegado a despedirlo y siguió viéndolo mientras el vehículo se elejaba perdiéndose en la distancia.