Luzatzen

Capitulo 38

En las ocasiones que si podía viajar todas las voces de inseguridad de ella se silenciaban y todas las quejas o malestares que la estaban consumiendo perdían importancia, pero era solo mientras el estaba en la ciudad.

Esa imposibilidad de ser sincera y tratar de mantener un muro emocional, hacían que ella se comportar indiferente, quería que el supiera que si la dejaba, le dolería, si; pero ella solo saltaria al siguiente, esto lo lastimaba mucho, en una de las visitas la situación se volvió ya insostenible llevaban ya 6 meses de relación, hiban caminando de regreso al apartamento luego de haber comido algo cuando ella volvió a ser cortante, Kornet se detuvo, se paró en una esquina donde la sombra de un árbol hacia que no pudiera distinguir mucho su rosto, Luz sabía que estaba molesto por la forma en la que fruncia el ceño y volteaba la mirada aún lado, era consciente que esta vez se había pasado con sus palabras pero no era capaz de disculparse y ser sincera, para ella eso solo le daría pie qué si quería lastimarla lo haría así que era mejor ser ella la mala hiriendo a otros; suspiro, se acercó a él y lo abrazo, pero no correspondió el abrazo, pudo sentir en su pecho un sollozo y levantó la mirada buscando su rostro que seguía sin verla, en la tenue luz de la lámpara que alumbraba la calle y se colaba entre las hojas del arbol pudo ver como tenia las mejillas perladas de lágrimas, se sintió muy mal dentro de ella, jamás un hombre había llorado por ella, por su indiferencia y crueldad al hablar, aun así tenía demasiado dañado el corazón y algo dentro de ella se deleito en el dolor de Kornet, ¡entonces yo también puedo causarle dolor a los demás!, pero así de inestable como era, también sabía que ese sentimiento estaba mal y se reprocho a si misma por sentirse bien al ver su dolor, ahí entendió que no se lo merecía; Kornet era alguien bueno, la quería de verdad y ella le importaba, pero para ser justos, el verdadero problema es que Luzatzen no sabía como era amar a alguien, no un amor idealizado, sino como era el amor de verdad, solo sabía como herir a alguien utilizando sus sentimientos, no es que ella quisiera ser así, es que era incapaz de querer a alguien sin herirlo, porque en su cabeza amar y lastimar hiban de la mano.

Esa noche ella se disculpo y le pregunto porque lloraba, él le respondió que era obvio, que su actitud lo lastimaba qué ella le importaba y que no quería perderla, para cualquiera esa hubiera sido la respuesta ideal, hubiera sido perfecto que esa demostración de querer fuera suficiente para reparar el daño en ella, pero eso no pasaría.

La intimidad seguía siendo igual para ella, así como con sus sentimientos, no era capaz de disfrutar a plenitud estar con él, eso venía desde la primera vez que estuvo con un hombre frases como "me das asco.., no creo que en verdad fueras virgen cuando te conocí.. O me lavare la boca con cinco pastas distintas después de estar contigo.." fueron el pan recurrente qué vivió, lo más lógico sería uir de esa persona, pero ella no lo hizo, quería desesperadamente sentir algo lo que fuera, deseaba ser amada y cada palabra hiriente llego a creer que ella se lo merecía, al final fue el tipo quien la dejo, hecha pedazos después de haber bailado tango sobre los desechos de su corazón, por eso además de tener un serio problema en expresar amor, era incapaz de disfrutar su intimidad con Kornet y por lo tanto para él también se había vuelto monótono, aun así el no había dejado de ir a verla, ni se había alejado. Un día entre platicas ella le preguntó que es lo que había pensado el día que le tocó irse a su ciudad luego de las practicas, Korner fue sincero y le admitió que era cierto, que el había decidido no volver a verla ni a hablarle, por eso no le dio su número ni hizo nada para tratar de consolarla al verla llorar cuando se fue a despedir, al decirlo no la miraba, fumaba un cigarro y la tenía rodeada con un brazo mientras miraban por la ventana del frío apartamento, " pero cuando estaba ya en camino, sentía una desesperación por bajarme y por verte, me arrepentía de no abrazarte más, quería volver, quedarme o llevarte conmigo, cuando llegue lo primero que hice fue llamarte, te llame toda la noche no dormí, estaba desesperado" ella lo sabía, de algún modo sabía que al principio era solo un pasatiempo lo sabía, aun así confirmarlo dolió un poco pero sonrió y no dijo nada.

Pero todo tiene un límite, una noche discutieron y el le recrimino su frialdad en la cama "parece que me estoy con un témpano de hielo.." para Luz fue un golpe más, algo que ni siquiera era peor que lo que había recibido de otras personas, se levantó de la cama sin encender la luz, se puso su ropa interior y se sentó en la silla de la pequeña cocina, él por su lado se dio cuenta de lo que había dicho, sintió estremerse por dentro sintiendo un leve temor que crecía, podía saberlo por la mirada en ella, algo se había quebrado.

Se disculpo y ella le sonriendo le dijo que estaba bien y que entendía que no fuera lo sufiente, ".. No te preocupes.. Siempre ha sido así, lo siento por no poder darte lo que buscas..." ella se levantó, tomó su mano y lo guió hasta la cama, mientras lo abrazaba le susurro qué fueran a dormir que estaba cansada, sabía que simplemente no quería hablar sobre el tema, le hizo caso se fueron a dormir.

Al día siguiente ella le dijo que tenia turno en el trabajo, además que vendría la trabajadora social del estado, que no podría estar con el hasta que se fuera, que sería mejor si él se hiba temprano, trato de poner peros para quedarse hasta más tarde pero ella no lo dejo, sabía que no quería tenerlo cerca, que era mejor irse y no molestarla más.



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En el texto hay: pasión, amor, desamor

Editado: 21.09.2024

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