Luzbel

06

La presencia de la criatura con rostro de reptil y cuerpo humanoide enorme había puesto en alerta a los devotos, incluso al mismo Rey del Averno. Aquel ser era de cuidado, poseía habilidades y una fuerza que Lucifer aún no era capaz de entender del todo. No temía de él, la criatura intraterrestre no tenía oportunidad contra él, tampoco era su intención enfrentarlo, pero el Amo oscuro sentía una gran aversión por aquel monstruo.

—¿A qué te refieres con lo que has dicho?

—A lo que es evidente, mi señor. Se quedará sin devotos, al igual que el Creador. Ellos le dan una especie de poder, ¿no es así?

—Ellos sólo me dan la energía para presentarme aquí, pero ahora ya no los necesito. Si ya no se encuentra nada de la divinidad de Padre... entonces puedo ser libre sobre este agonizante mundo.

—Y tenía que ser en el momento en el que empezara este a perecer.

El ser se movió sigilosamente hacia donde se encontraba el Amo oscuro y sus devotos. Estos de inmediato se pusieron en guardia al percatarse de su intención de acercarse. Sus grandes ojos amarillos y de pupilas rasgadas se posaron sobre cada uno con diversión. Su capa volaba hacia atrás con el viento. Un campo extraño, color violeta, lo rodeaba. Era lo que lo protegía del ojo humano, era lo que lo mostraba cómo uno ante ellos, pero no ante Lucifer y sus devotos. Ellos podían ver su verdadera identidad, ellos podían ver que, en realidad, se trataba de un monstruo. El verdadero monstruo que ha estado manipulando a los humanos durante tanto tiempo.

De pronto lo vieron extender su mano hacia él, pero fue Baltazar el que primero se atrevió a cubrir a su Amo de la cercanía del ser lagarto.

Este sólo le sonríe de lado.

—Tranquilos, sólo quiero invitarlos a dar un paseo. Parece que para eso ha venido nuestro señor Lucifer, démosle entonces el gusto.

Lucifer le indicó a Baltazar que estaba bien y, luego de mirarse cada uno de hito en hito, Lucifer correspondió al contacto, y, luego de unir a sus devotos a él, estos desaparecieron del lugar donde estaban y aparecieron después en el punto de una nueva ciudad.

El ser lagarto hizo una reverencia hacia Lucifer y después le indicó que lo siguieran hacia la zona en la que estaba ocurriendo un terrible desastre. Es en Nueva York, el río Hudson se había desbordado y había inundado a toda la ciudad. Las aguas se habían levantado con furia, esto lo había provocado los previos terremotos y ya lo han cubierto todo. Personas pedían ayuda con desesperación. Todo se encontraba hecho un caos, al igual que lo había ocurrido en Londres.

Grandes sedes han sido destruidas por la inundación, esta ya había abarcado la totalidad de la ciudad y pueblos cercanos a esta. Los gritos de desesperación y las súplicas eran más terroríficas y resonantes. Lucifer de nuevo fue capaz de sentir una inquietud por ello. Percibió después la cercanía de Baltazar y de Nerón. De inmediato se percató del porqué de su compañía, pues Colio, el ser lagarto que los había llevado hasta ahí, había cortado demasiado la distancia con el Amo oscuro, pero este ahora se había reprimido dar un paso más, pues se ha inmutado por la reacción de los devotos.

Negó con burla y volvió a extender la mano hacia Lucifer, este apenas era capaz de enfrentarlo con firmeza, pues aún estaba tratando de asimilar lo que había pasado en Nueva York.

—Tenemos mucho qué ver, descuiden — indicó que tomarán de nuevo su brazo y, luego de contemplarlo Lucifer con detenimiento, accedió y, nuevamente, él y sus devotos viajaron a otro sitio con el ser lagarto.

El nuevo lugar al que habían llegado los llenó de desconcierto, pues ya habían presenciado cómo la furia de un importante volcán arrasó con toda una comunidad. Pueblos y carreteras cercanas a la gran amenaza, desgraciadamente concurridas por cientos de transeúntes que habían sido atrapados por la inmensa nube de ceniza que ya se había esparcido, empezaron a sufrir las consecuencias y, rápidamente, fue la lava lo que terminó de cubrirlo todo.

Lucifer negó al ver cómo las personas luchaban por escapar, pero era imposible hacerlo, ya que el río de lava había llegado hasta donde estaban.

—Maldición... — soltó en un susurro que, de todos modos, fue capaz de ser escuchado por todos. Tragó duro, mirando a través de esa gran nube. Él y los demás se encontraban encima de una colina, desde ahí podían obtener la vista de toda la trágica escena—. Carajo... To-todo esto... está ocurriendo muy rápido.

—Las placas han empezado a desplazarse rápidamente, señor. Madre Tierra está resintiendo la amenaza del gran Monstruo Oscuro.

—Se está rindiendo también.

—Es la energía pesada de los humanos lo que la está obligando a hacerlo. Tal vez también el abandono del Creador.— Terminó de decir el ser lagarto, acercándose a Lucifer. Esta vez no lo evitó, pues él todavía se encontraba tan atrapado en la impresión que le había provocado ver tal desastre. Colio lo miró con curiosidad y después extendió una vez más su brazo hacia él, esta vez el ser lagarto se mostró más serio, pues ya había percibido algo extraño en el rey del Averno—. Haremos sólo una parada más, mi señor. Estoy seguro de que no querrá perderse esto. Debe recordar el porqué Madre Tierra está tomando también esta decisión.

Lucifer trató de armarse de valor y, a pesar de que ya había presentido algo con sus palabras, decidió volver a aceptar y él y sus devotos, junto con el ser lagarto, llegaron a un nuevo campo lleno de caos, pero este instado por humanos rebeldes, no por la furia de Madre Tierra.

Lucifer y los demás se llenaron de furia e incredulidad al presenciar cómo y a pesar de la destrucción que había sufrido la ciudad por lo que parecía ser los estragos de un terremoto, los soldados y civiles seguían peleando entre ellos con armas.

Lucifer negó, ya siendo cautivo de un inmenso coraje, pues no podía comprender cómo era posible que ni siquiera viendo la situación crítica en la que se encontraban... los humanos seguían sin detener su pelea.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.