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Me llamo Elizabeth Parris, y nací en 1682 en Salem, Massachusetts. Mi padre, Samuel Parris, era el ministro de la iglesia local, y mi madre, Elizabeth Eldridge Parris, era una mujer devota y cariñosa.
Mi vida era relativamente tranquila hasta que comencé a experimentar extraños síntomas. Empecé a tener convulsiones, a gritar y a comportarme de manera extraña. Mi padre y mi tía, Rebecca Nurse, pensaron que estaba poseída por el demonio.
*La acusación de brujería*
Mi comportamiento extraño llamó la atención de la comunidad, y pronto se extendió el rumor de que estaba bajo el control de la brujería. Mi padre y otros líderes de la comunidad comenzaron a investigar y a interrogar a las personas que pensaban que podían estar involucradas en la brujería.
Mi prima, Abigail Williams, también comenzó a experimentar síntomas similares, y juntas nos convertimos en el centro de atención de la comunidad. La gente comenzó a sospechar que estábamos bajo el control de la brujería, y pronto se iniciaron los juicios de Salem.
*El papel de las niñas en los juicios de Salem*
Mi historia es un ejemplo del papel que jugaron las niñas en los juicios de Salem. Muchas de nosotras éramos jóvenes y vulnerables, y nos utilizaban como herramientas para acusar a las personas que se consideraban "brujas".
Mi caso es particularmente interesante porque mi padre, Samuel Parris, fue uno de los líderes de la comunidad que más se opuso a la brujería. Sin embargo, su propia hija (yo) estaba en el centro de la controversia.
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