Entre mis noches de cansancio e insomnio,
Mi último pensar es que tú presencia añoró,
Eres calidez de verano,
Y yo frialdad de invierno,
Somos cargas opuestas de un imán,
Que aunque se lastiman no dejan que su amor repriman,
Juntos llegamos a la estabilidad,
Como la estación otoñal,
Entre nuestros debates y dudas de confusión,
Sigue el latente sonido del amor en el corazón.
M.L
Editado: 19.04.2025