Madelyn

5 DE AGOSTO

 

Emma pasó despierta toda la noche. Cada vez que escuchaba algún ruido se asomaba por la ventana con la esperanza de encontrarlo allí, esperándola, de brazos cruzados, y sonriendo de lado, como siempre. Primero se sintió molesta, después le dio por llorar, y al final apareció la preocupación.

En la mañana, temiendo que le hubiera pasado algo malo, se escapó de casa y fue a verlo. Estaba sentado frente a la repisa de los discos de jazz, limpiando los estuches.

—Liam, ¿qué paso? ¿Por qué no fuiste anoche? —le preguntó.

—Yo, eh… Estaba muy cansado. Disculpa.

—No te preocupes. ¿Puedes hoy?

—Mejor no. —Devolvió el disco a la repisa—. Creo que lo mejor es no vernos más.

—¿Lo mejor para quién? —cuestionó.

—Para los dos.

Emma sintió ganas de golpearlo. De llorar. De insultarlo, pero no lo hizo.

—Bien. Como quieras. —Le dio la espalda.

—Emma…

—¿Qué? —Volvió a mirarlo con los ojos llenos de esperanza.

Liam negó con la cabeza.

 —Nada.

Un nudo estranguló su garganta y, acto seguido, salió de allí hecha un mar de lágrimas.

Cuando estaba por llegar a su casa se encontró a Javi.

—Fui a buscarte —comenzó él.

Lo abrazó sin pensarlo.

—¿Qué pasó, Emma? —preguntó el muchacho.

—Es que…

—Liam otra vez, ¿verdad? —Ella asintió—. Perdóname que te lo diga, pero él solo se está burlando de ti.

—Lo sé. —Se secó las lágrimas—. Pero te juro que ya no voy a llorar por él. Ni por él ni por nadie…

—Así me gusta —sonrió Javi—. Nadie merece tus lágrimas, nena.

Emma se sintió extraña al escuchar aquella palabra. Así le decía Liam.

Después miró hacia el frente  y divisó a su vecina barriendo la acera.

—¿Qué piensas de la señora Silver? —le preguntó a su amigo.

—Pues parece agradable. ¿Por qué?

—No está embarazada e intentó robarse un bebé del hospital de Santo Tomás.

Javi arrugó la frente.

—Estás bromeando, ¿verdad?

—Claro, tonto —dijo Emma, riendo.

 

*****

Antón no solo había pasado la noche afuera sino que era medio día y no había regresado.

Jenny abrió el paquete de espagueti y lo depositó en la olla hirviendo; si aquella vez que lo descubrió en su propia cama con la tal Alma hubiera tenido esa olla en la estufa, de seguro que se la habría arrojado directo en la cara. Esa vez lo perdonó, sí, porque… bueno, qué importaba el porqué, lo cierto era que otra traición no la perdonaría.

Agarró unas naranjas.

—Buen día —escuchó la voz de Antón. No le respondió, la garganta le dolía de tanto aguantarse las lágrimas—. Jenny… cariño.

—¿Qué?

Su esposo lucía despeinado y ojeroso.

—Discúlpame por lo de ayer. Me dejé llevar por un impulso.

—¿Dónde pasaste la noche? —Jenny sujetó el cuchillo y partió en dos una naranja.

—Me quedé en un hotel. —Depositó las llaves de la su Mercedes sobre la mesa.

—¿Con una de tus amantes?

—Jenny…

—¡No me veas la cara de estúpida, desde aquí llega el olor a zorra barata!

—Cariño…

Jenny alzó el cuchillo.

—No te me acerques.

—Te prometí que eso jamás se repetiría. Y lo he cumplido.

—Júramelo, Antón.  Júrame que no me has vuelto a engañar.

Antes de que él pudiera responder, el timbre sonó y Antón se encargó de abrir.

—Veo que no han hecho nada bueno por ese jardín. —Jenny sintió un escalofrió al escuchar la voz de su madre—. ¿Dónde está Jennifer?

—Mamá… —tartamudeó, cuando la mujer apareció en la cocina—. ¿Por qué no avisaste que vendrías?

—¿Para qué? Conociéndote eres capaz de inventar un viaje con tal de no verme… Por cierto, deberías contratar una decoradora, esta casa está horrorosa.  Si Katherine hubiera sido la que se casara con Antón de seguro que las cosas serían diferentes, pero tú, Jennifer, no heredaste nada de mi buen gusto.

Jenny abrió y cerró los ojos, a punto de perder la paciencia. No soportaba escuchar aquel nombre. No soportaba a su madre.

—En eso se equivoca, suegrita —intervino Antón, tomando la mano de su esposa—. Mi Jenny es una chica muy especial, y a nosotros nos gusta cómo está la casa.

—Sí tú lo dices. Por cierto, ¿dónde está la habitación de mi nieta?

—Arriba, junto a la de nosotros —suspiró Jenny.



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En el texto hay: mentiras, intriga, amor

Editado: 02.03.2021

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