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Me desperté por un exquisito olor a pan tostado, abrí con cuidado los ojos y vi a mi mejor amigo con una hermosa sonrisa y una bandeja con el desayuno, me talle los ojos y me senté en la cama, él me miró y le regalé una sonrisa.

-Buenos días linda.

-Hola Facu

-¿Cómo amaneciste?

-Bien, creo.

-Sé a que te refieres, por eso mismo te traje el desayuno, espero que te guste.

-Gracias Facu, ¿ya desayuaste?

-Sí, ya estoy listo. Ah, antes de que me olvide, toma -me paso el frasco de mis vitaminas- El bebé debe estar bien, ¿sí?

-Sí, gracias, ¿te vas a duchar?

-Sí, ya vengo, desayuna.

Facundo caminó al baño, mientras tomaba una tostada y me la ponía en la boca, recordé mi celular, lo agarré de la mesita de noche, pero nuevamente me llevé la desagradable sorpresa de que Jorge no sé acordo de mi. Suspiré pesado y me volví acomodar en la cama, cuando terminé de desayunar abrí el frasco y saqué una pastilla, la coloqué en mi boca y tomé un poco de jugo para poder pasarla por lo largo de mi garganta.

Toqué mi vientre con ambas manos y lo acaricié de forma tierna, le hablé a mi pequeño bebé.

-¿Por qué papá no se acuerda de nosotros? ¿Se habra arrepentido de tenerte? ¿Por qué estaba así de raro conmigo?, vos tranquilo, ¿si? yo te amo pequeño y no te dejaré solito jamás.

La puerta del baño se abrió y de el salió Facundo, venía con su pantalón puesto y sin polera, venía secandose el cabello, me miró y vió que tenía cara de tristeza mientras sobaba mi vientre aún plano, se acercó a mi y me unió a sus brazos, sabía que lo necesitaba se suspiré y besé su mejilla.

-¿Me acompañarías a dar una vuelta al parque?

-Claro pequeña, ¿ve a cambiarte si?

-Está bien.

Me levanté de la cama, en lo que me sacaba la bandeja, caminé al armario y busqué mi ropa, entré al baño y me miré al espejo si tenía cara de tristeza, pero, ya tenía que parar esto, le hacía mal al bebé.

Me saqué mi pijama y me puse mi ropa, un poco abrigada ya que el clima estaba un poco raro, me lave la cara y cepille mis dientes y mi pelo para luego maquillarme un poco, cuando estuve lista me miré al espejo y me puse un poco de perfume. Ahora sí estaba lista.

Salí del baño y mi amigo me esperaba ya listo sentado en la cama.

-¿Nos vamos? - pregunte.

-Sí, vamos.

Agarré mi celular y salimos de la habitación para posteriomente bajar las escaleras, al llegar abajo le dejé a mi hermano una nota sobre la mesa para que no se asuste por no encontrarme en casa.

Salimos con Facundo de casa pero hasta el momento ninguno emitía palabra alguna, todo era silencio entre los dos, el sabía que tenía pena, por el hecho de que Jorge no me había llamado, se que se dió cuenta de su actitud en el día de ayer a la hora del almuerzo.

Facu rompió el silencio, que nos invadia.

-¿Querés que nos sentemos?

-Sí, creo que seria lo mejor.

Nos sentamos en una banca que estaba más alejada de las demás el sabía que me gustaba la privacidad o en este caso el exilio del mundo.

-¿Crees que Jorge me este engañando?- le pregunté a mi castaño amigo que abrió su boca en forma de sorpresa.

-No lo creo Tini, lo conocemos y señé que no es así.

-Pero, ¿qué pasa si lo esta asiendo Facundo?

-Primero sería un idiota, segundo yo te apoyaría en todo y tercero le rompo todo lo que se llama cara al niño ese.

-Jajajajaj Facu, no a la violencia.

-Por lo menos te hice sonreir, ¿no?

-Bueno sí.

-¿Qué harás, les contarás a tus padres?

-No lo de, nunca están en casa y no tengo miedo por ellos, tengo miedo por Fran.

-Sí, nunca entendí ese "odio" que tiene hacia Jorge.

-Ni yo, pero creo que tendré que contarlo antes de que se me noté porqué hasta el momento no se me nota nada

-No, porqué eres delagada pero pronto se notará.

-Sí, tienes razon, creo que hablaré con ellos durante la semana o el próximo fin de semana.

-Mientras antes mejor mi vida.

Estuvimos unas dos horas sentados en esa banca conversando de todo sin duda Facu me hacía sonreír en los peores momentos, al ver la hora decidimos ir a casa a terminar la melodía para la canción y almorzar, caminamos por las calles mientras nos acercabamos a mi casa, al llegar puse la clave de seguridad en el portón y avanzamos hacia el interior.

-¿Qué almorzamos?

-Em... pizza y ¿ensalada? - pregunté mientras me sobaba el estómago, me había dado hambre.

-Esta bien, mientras yo ordeno la pizza, tú haces la ensalada.

-Okey...

Fui hasta la cocina y saqué una fuente para hacer la ensalada, mientras buscaba las cosas pensaba y pensaba aun tenía esa duda en mi cabeza, ¿qué pasaba con Jorge? Solo quería pensar que estaba cansado solo eso.

Preparé una ensalada mixta y mi amigo trajo la pizza, preparé te helado y puse la mesa para los dos ya que Francisco había salido a comer con Javiera. Mientras comíamos, reíamos de cualquier tonteria hasta que nos acordamos de Fran y Javiera en el sofa, esto provoco que riera muy fuerte provocando que se saliera mi té helado de mi boca.

Mientras Facundo retiraba la mesa y lavaba los trastos mi celular sonó, lo saqué de mi bolsillo trasero y miré la pantalla, y era Jorge presione el botón verde que contestaba, coloqué el celular a mi oído y hable.

-Hola.

-¿Mi amor? Martina cielo, ¿cómo estás?

-Bien, ¿y vos Jorge?

-Em, ¿Yo? Bien -Era idea mía o esta nervioso no, no lo creo.

-Qué bueno.

-Sí, mi amor te llamaba para decirte que pasare por ti a las 19:30hs pm, ¿si?. Para la cena en casa de Gemma y trae ropa así te quedas en mi casa.

-Okey, le dire a Fran que iré a casa de Facundo, te espero a esa hora.

-Sí, okey me voy, aún me queda una hora antes de salir del trabajo cuídate, ¿si?. Te amo.

-También, adiós.

Corté la llamada y Facundo me miró con cara de "Habla, que te dijo" Le conté todo y el aceptó en ayudarme como lo hacía siempre, luego de hacer la melodía para la cancion Facundo agarró sus cosas y se fue, ya que tenía que arreglarse antes de ir a su cita con Alba.