Maedow (melodía de Amor 3)

Capítulo 6

Un sonido extraño se escuchó en el silencio de la habitación y la pareja abrió los ojos sobresaltados. Miraron a su alrededor desorientados y clavaron su mirada en el móvil del chico que descansaba en su vientre.

El cantante descolgó la llamada de su mánager y solo le contestó con un “vale” para regresar su atención a la chica medio dormida a su lado, con la cabeza apoyada en su hombro. Se movió para quedar tumbado de lado y poder abrazarla, pegándola más a él. 

—Tenemos que irnos —la informó en un susurro y dejando un beso en la punta de la nariz de ella. 

—¿A dónde? Es sábado y tengo sueño —se quejó la tenista con un ronroneo. 

—Primero a la rueda de prensa, después al estadio para ensayar y, más tarde, tengo que hacer el concierto benéfico con los demás miembros. 

—Uf, qué de cosas. 

—Te prometo compensarlo el domingo. Nos quedaremos en la cama todo el día y la noche —le propuso él acariciando la espalda femenina con suavidad. 

—De acuerdo. Iré a cambiarme. Pasaremos primero por el hotel para que te prepares tú, ¿no? 

—Desde allí bajaremos a la sala que Joon ha alquilado para la rueda de prensa. No tendremos que salir del edificio. 

—Vale. ¿Me esperas aquí o en el salón? —le dejó un leve beso en los labis con una sonrisa traviesa. 

Un gruñido salió de la garganta de él con los labios fruncidos en una mueca infantil al tener que controlar la tentación del cuerpo desnudo de ella. 

—En el salón. Así hablo con tus padres y se pueden venir también con Summer para que vean el trabajo antes del concierto. 

—Como quieras. 

Esta vez el beso fue más largo y con más deseo, se levantó de la cama con una sonrisa pícara y entró en el baño para lavarse la cara antes de maquillarse. 

Seung se mordió el labio inferior para contener las ganas de apretarla contra él y no soltarla en mucho tiempo. se levantó de un salto cuando la puerta del servicio se cerró detrás de ella y bajó al salón para saludar a sus suegros y a su cuñada pequeña.

Seena y Horace se sorprendieron al verlo y el chico se disculpó por no avisarlos antes. No estaban cuando llegó anoche a la casa y se quedó dormido al lado de la joven sin poder remediarlo. 

—¿Queréis venir con nosotros al hotel y al estadio para ver cómo ensayamos? —les preguntó el cantante sentado en el sillón. 

—¿Podemos? —quiso saber Summer con la ilusión reflejada en sus ojos. 

—Por supuesto. Llevaros algo de ropa si queréis cambiaros para el concierto. 

—¡Genial! Voy a por la mochila —exclamó la adolescente corriendo escaleras arriba para entrar a su habitación y bajar a la misma vez que su hermana. 

El cantante se quedó mirando a su novia de arriba abajo, dando el visto bueno a su atuendo para la rueda de prensa y maravillado por lo hermosa que estaba. 

—Iré a preparar nuestro macuto. No os vayáis sin mí —les advirtió Seena al levantarse del sofá para caminar hacia su habitación y coger ropa para ella y su marido. 

La furgoneta negra llegó justo a tiempo para recogerlos, se montaron en el vehículo con los guardaespaldas y pusieron rumbo hacia el hotel. 

Seung entró en su habitación junto a Maedow, rebuscó en la maleta para ataviarse con un atuendo más apropiado para el acontecimiento y empezó a desnudarse delante de ella. 

La tenista se sentó en la cama y miró los mensajes que tenía en el móvil. Estaba leyendo el último de su amigo Jerome cuando alzó la mirada y vio el torso musculado y desnudo de su novio. Sus ojos se abrieron de par en par al ver tan maravillosa escultura y, por más que quería, no podía apartar la mirada de él. 

El joven la observó con una sonrisa doblada en los labios, abrochando los botones de la camisa blanca y le susurró con la voz ronca:

—Ahora me entiendes cuando te vi con la toalla. 

La chica tragó con dificultad y siguió contemplándolo sin poder evitarlo. Era adictivo y hechizante. 

Una vez ataviado con un traje negro, la cogió de la mano, entrelazándolas, salió de la habitación y bajaron en el ascensor hasta la sala reservada para la rueda de prensa. 

Los periodistas ya estaban sentados, al igual que los padres de la muchacha y su hermana pequeña. 

La pareja se encontró con los demás miembros del grupo y las hermanas de ella en la puerta doble de madera de la sala, y entraron escoltados por los guardaespaldas mientras escuchaban a lo lejos los gritos de sus seguidoras que esperaban en la puerta del hotel. 

Subieron al pequeño escenario y Seung dio un paso hacia el micrófono junto a su novia, aún con las manos cogidas. Las cámaras de fotos y vídeo no dejaban ningún gesto a medias, captando todos los movimientos y palabras de la pareja. 

—Gracias a todos por venir y a las seguidoras que esperan en la entrada del hotel. He querido dar a conocer una parte de mi vida privada que, desde que la conocí, me hecho feliz cada minuto que he pasado a su lado. Siento mucho si alguien no lo entiende, pero no puedo guardar mi alegría y felicidad por más tiempo. 

>>Les presento a Maedow Davies, mi novia —apuntó al ver los rostros sorprendidos de todos los presentes. Alzó la mano que tenía enlazada con ella y le dejó un beso en los dedos—. Aunque no lo crean, queríamos mantenerlo en secreto hasta que nuestra relación estuviera más consolidada, sin embargo, ciertos acontecimientos nos han obligado a comunicarlo públicamente y evitar malos entendidos y decepciones entre nuestros seguidores. 

—¿Davies? ¿Tiene la chica alguna relación con Faith y Hyacinth, las novias de Eun-Ji y TaeYang? —quiso saber el periodista con más experiencia de la sala. 

—Efectivamente. Son hermanas. 

—¿Podríamos saber un poco más sobre ella? Estoy segura de que las seguidoras del grupo estarán deseando conocerla a fondo —inquirió una fotógrafa delante del escenario. 

—Pregunten y responderemos con mucho gusto. 




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