Mafioso.

4.- Maldición de Omega.

 

Zero miraba con una sonrisa sardónica aquella escena y no sabía si reír de la pena o llorar de la risa.

 

Los Dragonetti habían armado un escándalo cuando se negó a marcar a alguna de sus omegas.

 

—No deseo marcar ninguna omega que sea de la mafia– dijo encogiéndose de hombros.

 

Esa misma noche había llegado casualmente el opekun de la Solntsevskaya Bratva junto al pakhan y Zero suspiro cansado, los rusos eran un quid a su situación incómoda.

 

Pero Vladimir el opekun era por mucho del lado que le convenía tirar. Era pese al mundo donde se movían el que tenía valores de la vieja escuela. Tal vez si Zero hubiera podido elegir un alpha hubiera elegido a Vlad, pero era demasiado tarde para él. Zero ya no poseía un alma, estaba roto destrozado, reducido a polvo y ceniza.

 

—Nadie te daña estando yo– dijo Vlad en un susurro.

 

—Debería preocuparte que yo no los dañe, Vlad.

 

—Tupyye zasluzhivayut togo, chtoby umeret' za protivostoyaniya angel. 
(Son estúpidos merecen morir por confrontar a un ángel)

 

Zero sonrió Vlad era un gran alpha y algún día cuando fuera el pakhan quizá se volvería parte de la Solntsevskaya Bratva .

 

Pero no mientras Alexei, su padre estuviera vivo.

 

—Sabes que entiendo una mierda de tu idioma.

 

Vladimir sonrió estridente una risa de alpha, fuerte robusta segura.

 

Zero suspiro, estaba jodido, Vlad le gustaba demasiado desde que lo conoció. 

Vladimir Volkov era el único alfa que Zero respetaba en aquel mundo corrupto y lleno de muerte y dolor

 

Vladimir Volkov era el único alpha que Zero respetaba en aquel mundo corrupto y lleno de muerte y dolor.

 

Lo conoció en una fiesta en un Casino, habían concertado una cita para un trabajo; información que querían que Zero consiguiera de una base de datos alemana.

 

Cuando Vlad lo vio beso su mano dejando a Zero con la boca abierta, ningún alpha era tan gentil.

 

Pero Vladimir Volkov exudaba seguridad, tenía una sonrisa franca sin máscaras. Y no solo eso con él tenía un comportamiento franco y cordial, pero era muy frío con el resto del mundo. Vladimir se esforzaba en hablar su idioma para poder entenderse y entre su pésimo español y el patético ruso de Zero llegaron a ser amigos.

 

Ninguno de los dos había aprendido mucho del idioma del otro, pero se las arreglaban.

 

Cuando Vlad no estaba en Rusia o Varsovia viajaba para visitar a Zero. Por desgracia para todos era una pérdida de tiempo, se suponía que Zero era un alpha y las uniones concertadas entre alpha y alpha solo podía ser si uno era mujer.

 

Zero no podía revelar su secreto. Si sus contratantes lo sabían intentarían marcarlo para poseer sus habilidades.

 

Vladimir, después de todo tampoco podía oler que era un omega.

 

Pero eso no evitó que Zero se enamorará y se encogiera de dolor al saber que nunca tendría un futuro ese amor.

 

Porque su omega seguía separado sumergido en el dolor y el daño que Reíji dejo en él.

 

Estar enamorado de Vladimir Volkov era doloroso y patético. Jamás se imaginó que su estúpido omega reaccionaria ante Kaname Kuran y de nuevo Zero volvió a odiar a su lobo ahogándolo dentro de él.

 

Porque Vladimir era mil veces mejor, porque tuvo que dejarlo diciendo que entre ellos solo fue un buen polvo de momento, porque tuvo que hacer el amor con Vladimir en la oscuridad, para que no notará las cientos de cicatrices de su cuerpo.

 

Vladimir Volkov fue el primero y el único en su cama.

 

Vladimir Volkov le ofrecía todo a cambio de nada.

 

Pero después de estar juntos, Zero se enteró que cuando Alexei muriera su Vladimir sería pakhan, pero necesitaría un opekun. Un hijo. Un heredero.

 

Y si el pakhan no podía dar un opekun habría guerras internas dentro de la Solntsevskaya Bratva intentos de asesinato al pakhan, todos intentarían hacerse del poder.

 

Por eso Zero no podía quedarse con Vladimir, porque aunque fuera omega, no servía.

 

No podía dar un opekun, no podía ser el patético e inservible omega que solo tenía un fin matar y traer información de los enemigos.

 

Vladimir lo abrazo fuerte cuando se despidieron, por qué el amor de ambos eran mutuo porque era cruel separarse, porque era injusto separarse, porque la Solntsevskaya Bratva esta antes que la Solntsevskaya Bratva.

 

Porque ese era un lema tatuado en la piel y alma de su ruso. El valor de la hermandad y el sacrificio de los hermanos por ella. Pero eso ya era pasado, porque sufrió demasiado estando lejos y porque era mejor verlo ahora como un amigo.

 

—Zero.

 

—¿Hmm?

 

—Dan un murror... rumor– se corrigió a si mismo —Qué deseo poseerte...

 

Zero se giró con ojos abiertos, Vladimir y él estaban en una pequeña terraza hablando.

 

—¿Y eso de dónde salió?

 

—Mi padre es estúpido quiere serte parte de la Solntsevskaya Bratva , con tu si o no.– dijo serio.

 

—Necesitas una linda omega que haga al futuro opekun,– Zero miró a la luna.

 

Como palabras tan lindas y sencillas podían doler tan profundo.

 

—¿Y eso no soluciona?

 

—¿Y eso que soluciona?– lo corrigió Zero.



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En el texto hay: omegaverse, mafiarusa, mpg

Editado: 23.03.2020

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