Capítulo 4. Banshee.

Estúpido, simplemente estúpido.

Idiota con falta de visión y poco respeto por las señales de tránsito. Dioses, que estúpido. Si es que pudo ocasionar un accidente ¿es que acaso no tiene respeto por la vida?

Y de entre todas las personas, tenía que ser el que casi me hace perder el control del auto, supongo que en parte tengo culpa por esforzarme en recordarlo.

Qué va, la culpa es enteramente suya por conducir como si la vida se le fuese en ello. Es un idiota.

—Mely, linda, vamos ¿en qué mundo estás? —Inquiere Josh—, de la nada te perdiste en esa cabecita tuya.

Claro que Josh iba a notarlo, es muy observador cuando se trata de mí.

—Estoy bien, guapo —tomo su mano—. Ya deberías saber que pocas veces mi cabeza está donde debe estar —río cuando rueda los ojos—, estaba un poco distraída porque ese de ahí —señaló a Ethan— es el idiota que conducía como un demente ¿recuerdas que te conté?

—Ese imbécil, quiero reventarle los tímpanos —los ojos de Josh se oscurecen y las ventanas vibran levemente—, nadie puede meterse contigo, ese es solo mi placer personal. —Le doy un apretón y parpadea dos veces antes de calmarse— Tiene suerte de que esta cena sea importante, jodidamente tiene suerte.

—Calmate, Josh, no le harás nada al idiota —coloco mi mano en su mejilla y él, en consecuencia, se recuesta en la misma—, cenaremos, participaremos en la charla y luego nos retiramos, ¿bien? Esta cena es importante, él no vale la pena. Solo hay que ignorarlo.

—De acuerdo, pero que quede claro que hago esto por la familia —llegamos al comedor y nos ubicamos en nuestros lugares—. De todas formas, mantendré un ojo en él, no vaya a ser que nos atropelle con su charla.

No puedo creer que dijo eso.

—¡Vamos, fue un buen chiste! —Ríe, no fue un buen chiste, pero no le voy a romper su burbuja—, bien, quizá no fue tan buen chiste, pero sabes que el humor es mi forma de lidiar con los problemas.

—Lo sé, solo te pido que no lo mates hoy, es un hijo heredero como tú y yo, un escándalo así no nos vendría bien.

—Sí, ya lo sé, además es un negocio importante, leí la información cuando llegué antes de subir a tu habitación.

Asiento, yo también leí sobre el probable negocio, pero no lo detallé a profundidad, Josh, por el contrario, estoy segura de que conoce cada detalle.

—Tengo hambre —suspira—, ¿crees que la comida tardará mucho?

—Lo dudo, después de la charla inicial van a comenzar a servir, mamá estuvo trabajando con los del catering, así que estoy segura de que todo va a estar muy bueno.

—Oh, linda, de eso estoy totalmente seguro.

❁

Ya estando todos en el comedor, cada uno se ubicó en su sitio, papá y mamá a la cabeza de la mesa, pues en nuestra cultura, las parejas están al mismo nivel, por lo qué, pocas veces se hacen distinciones entre las mismas.

Están lado a lado, caminando juntos, siendo siempre el soporte del otro. Muy bonito y respetuoso si debo decir.

Después, a la derecha estamos nosotros, el lugar destinado a los herederos, la pareja invitada se encuentra frente a mis padres y su hijo, a la derecha de ellos. No somos una raza que sea muy apegada a las tradiciones, no obstante, la etiqueta siempre está presente desde nuestra tierna infancia. Ser lo que somos, conlleva ciertas responsabilidades para con nuestro pueblo.

Papá y mamá han estado charlando por un rato con los señores Bolton, como es obvio, aportamos algún comentario cada tanto pues, como herederos de ambos imperios es nuestro deber involucrarnos. Ya que en un futuro no muy lejano, seremos nosotros quienes dirigiremos el negocio.

❁

Luego de tanta charla la noche comienza a tornarse aburrida, y mirando a Josh y al idiota, me doy cuenta que no soy la única que lo siente. Decidí intervenir, de todas formas, desde que llegaron a casa ya tenía las preguntas grabadas en mi cabeza.

—Perdón que interrumpa la conversación —es una mera formalidad, esperé un espacio en la conversación para poder hablar—, pero tengo una pregunta.

—¿Cuál es tu duda, amor? —Papá sonríe.

—Entiendo todo sobre la propuesta de asociación, lo leí antes en los documentos que me diste y Josh los revisó también —señalo al aludido y el asiente—, tengo bastante claro que hacemos nosotros, sin embargo, no me queda muy claro que hacen ellos y cómo lograríamos crear una relación fructífera.

—Está bien, ¿sabes que su empresa es de construcción, restauración y reparación? —asiento, eso estaba en el detallado informe— Bien, queremos llevarlo un paso más allá, incorporar nuestra tecnología en sus edificaciones impulsará ambos negocios a un nivel más. La propuesta ha sido evaluada por ambos equipos y concuerdan que será más rentable, traerá mayores ganancias y que los tiempos de producción serán más reducidos con mejores resultados. Nuestro pronóstico dicta que a la vuelta de ocho meses la inversión va a ser recuperada y, al cumplir el año las ganancias serán del doble y en ascenso.

Eso es realmente bueno, es una gran idea de negocio.

—Suena muy bien, ¿y qué sucede con las acciones? ¿Van a ceder algunas a la empresa del otro?