Magia En Tus Ojos

Capítulo 5. Lucha moral.

Ha pasado tiempo desde la cena con, oficialmente, los nuevos socios de papá, el trato se cerró hace unos días y se comenzó a organizar el plan de acción para el primer proyecto que van a realizar las empresas en conjunto. Las lecturas son favorables y el pronóstico excepcional, si todo sale según el plan, será un rotundo éxito.

Sin tener en cuenta eso, los días después de la cena han sido una locura, hemos estado en la búsqueda exhaustiva para llevar a cabo un embarazo ficticio. ¿Y quién diría que conseguir ese tipo de artículos sería tan difícil? Sabíamos que no sería sencillo, pero ha sido muy complicado, tampoco nos ayudó el no tener la edad para comprar ese tipo de cosas.

Las leyes a veces son una estupidez.

Nunca pensé renegar de mi edad, soy lo suficientemente mayor para tomar alcohol e ir a la cárcel, pero no para comprar productos falsos de embarazo. Por un lado me alegra, no cualquier imbécil puede adquirirlos y engañar a la gente con ello, no obstante, sigue siendo frustrante.

Al final nos resignamos, podíamos empezar a fingir, al menos por un tiempo, con mi aspecto actual. Hacerle creer a Tiffany y su séquito de víboras, junto al cúmulo de chismosos del instituto que Josh y yo tendríamos un bebé, sería una cucharada de su propio veneno.

Para lograrlo teníamos que crear una historia, una que hiciera que todo fuese creíble y junto a eso, la complicada tarea de hacer que nuestros padres accedieran a nuestro disparate. Porque sí, somos totalmente conscientes de que es una demencia. Fue una tarea casi imposible, mis padres son muy permisivos cuando de sus hijos se trata, pero hay cosas que para ellos son difíciles de tolerar.

Como soy la que vive con ellos, era mi tarea hacer que dieran el sí, así que cuando encontré oportunidades lo intenté, estuve días en eso y aun así, todo lo que obtuve de ellos fueron negativas. Una y otra vez, me dieron un no aparentemente definitivo.

Su terquedad es inalcanzable, pero una Hamilton nunca se rinde, jamás. Así que estuve detrás de ellos, como una lapa, intentando que cambiaran de opinión. Y técnicamente logré que dieran el sí, tuve ayuda, por lo que el mérito no es mío en su totalidad, aún así, fue mi idea así que también fue mi éxito.

El hecho es que, ellos nos dieron el sí.

《Una pensaría que su resistencia ante su hija no sería tanta, la supuesta luz de sus ojos debería tener más flexibilidades.

No es el caso.

Llevo más de tres días en una incesante lucha moral contra ellos, no he ganado y su perseverancia es admirable. Debí saber que mis padres no serían fáciles de convencer, pero una con el tiempo desarrolla habilidades para conseguir lo que quiere.

Me han funcionado desde que era niña, así que si el diálogo no me dio lo que quería, los métodos sucios sí lo harán.

De no ser porque es Josh y no otro, ya estaría rindiéndome. Haría cualquier cosa por él, así que aquí estoy, nuevamente. Que esta jugarreta se lleve a cabo nos va a dar algo de la diversión que esa desquiciada ha tenido durante años.

Y quizá así deje de molestar a Josh, Tiffany tiene una fijación insana por él. Nada parece ser suficiente para que ella se aleje y de verdad espero que esto sea la gota que derrame el vaso y así sus delirios de adolescente psicópata se esfumen.

Bien podría liquidarla, pero eso me traería mucho papeleo y por ahora, ordenar su ejecución no es viable.

Es una desgracia.

Y como nuestra opción más divertida y posible es esta, usar mi persuasión no es una mala idea:

Round 1: Rogar.

—Mami, papi, —los miro con ojos suplicantes— es solo una broma, ¿si? Prometo que no traerá problemas, por favor, por favor, por favor.

Papá me observa desde su escritorio y mamá, que está en el sofá, levanta la vista de su libro para enfocarme. Ambos con rostros serios, imperturbables.

—No.

Mierda.

Round 2: Víctimizarse y llorar.

—¿Por qué no, eh? Es solo un juego —finjo un sollozo—, juro por nuestros ancestros que no pediremos más nada este año, por favor. —Suplico y hago un puchero.

—No, es nuestra respuesta definitiva, deja ya de insistir, Melody. —Mamá me observa frustrada—: Estás insufrible con ese tema, hija. Ya basta.

—Pero, mamá —lágrimas caen por mis mejillas—, papá, solo queremos darles una lección, ni siquiera saldrán lastimados físicamente, lo juro.

—No, Els. Deja de insistir, estamos trabajando, —Papá sigue tecleando en su laptop.

—Bien, como sea.

Ya comprobé que la terquedad se hereda. No importa, la tercera es la vencida.

Round 3: Manipulación.

Si esto no les hace decir sí, entonces nada lo hará. Estoy segura de que no podrán resistirse, nadie podría ante semejante arte de manipulación, nadie, ni siquiera yo.

Y es que resulta que la familia tiene cierta debilidad por Josh, él es adorable de una forma casi irresistible e inteligente de una encantadora manera. Quizá sea por su naturaleza, tiene un aura que te hace casi gravitar a su alrededor. Para nosotros es más como un instinto de protección, desde el momento en que llegó a casa y en especial, a nuestras vidas, fue como si internamente nos prometiéramos siempre protegerlo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.