Sus padres contentos, por sus primeras palabras; estaban orgullosos; y en eso se abrazaron los tres. No paso varios meses para que diera sus primeros pasos; y sus padres siempre estaban ahi para verlo crecer y estar más orgullosos cada vez más de Steven.
8 años mas tarde:
-Mamá, papá tengo hambre.
-Hijo, buenos días, hay claro que tienes hambre ya que este niñito tan bonito es muy comelón.
-Si hijo mío, puedes ayudar a tu mamá a cocinar.
-Si papá.
Y Steven ayudo a ma mamá a cocinar, pero en eso Steven preguntó:
-Mami; ¿cómo se conocieron mi papá y tú?
Y sus padres cruzaron miradas; y todo quedo en silencio total pero sabían que todavia era la hora de la verdad asi que le contaron una parte de la historia.
-Bueno hijito; tu mamá y yo nos conocimos en un lugar; eramos muy buenos alumnos, así que el profesor junto a los dos mejores alumnos del salón para hacer un trabajo; así que con Martina hicimos el trabajo y nos hicimos amigos, compartíamos cada momento juntos, jugabamos, y saliamos a comer, era todo juntos pero un día paso que la invite a salir y toque su mano y sentí algo especial, sabía que era mi amor de toda la vida; asi que yo dije: "Martina,mmm... pasamos varias cosas juntos, eres una excelente amiga y en todo este tiempo he estado sintiendo algo por ti y quisiera que fueras mi novia, mi compañera de toda la vida"; y Martina aceptó; y asi hijo mío nos conocimos.- Dijo Ulises.
-Osea, papi yo también encontraré al amor de mi vida, cuando toqué su mano y sienta algo especial?.- Dijo Steven.
-Jajaja.. hay que gracioso, no hijo eso domás no, sentirás algo asombroso, indescriptible; algo que sientas que te hará feliz toda la vida.- Respondió Martina.
-Gracias padres, los amo demasiado, y cuando encuentre al amor de mi vida, se la enseñaré, promesa de hijo.