Narradora
Ya habían pasado un par de semanas desde que Rogue y Levy habían formado un plan junto a Yukino para saber que estaban intentando hacer Minerva y Natsu a espaldas de todos. Al no ver indicios de que vayan a arruinar nada trataron de parecer normales frente a todos para no elevar sospechas entre los vigilados, pero sin darse cuenta Levy y Rogue comenzaban a estar más cerca uno del otro y de a poco comenzaba a nacer ese pequeño sentimiento de amor entre ambos, aunque ninguno había dado el siguiente paso para confesar sus sentimientos hacia el otro. Rogue a veces invitaba a la pequeña maga a algunas salidas solo los dos, él tenía un sentimiento de felicidad y calma al estar con ella, no sabía que era aquello pero le gustaba y por nada en el mundo quería que ese sentimiento se fuera de su corazón al ver la sonrisa de la chica que la ayudo aquella noche de lluvia y decidió ayudarle a mantener la relación de su hermano y su amiga Celestial.
En otro lado
Jude trataba de conseguir una manera de poder volver a tener una buena relación con Lucy, aunque ya era tarde para tener una estrecha relación entre padre e hija quería al menos poder tener conversaciones con ella y sentir que confiaba en él al menos por una vez en la vida. Admitía que no le agradaba ese chico Eucliffe que estaba con su única hija, pero no podía hacer nada para evitar que estén juntos, su hija tenía el mismo carácter terco suyo y la misma astucia y belleza de su madre, suspirando y resignado trato de pensar palabras adecuadas para así llamar a su hija para que pudiera decirle lo que opinaba de todo lo que sucedió esas semanas en que ella se fue de la mansión para quedarse en un departamento cerca de su escuela por la tensión que siempre había entre ellos al momento de encontrarse en el mismo lugar.
-Bien Jude...ya has arruinado muchas cosas hasta ahora, no vayas a arruinar la única posibilidad que tienes de arreglar las cosas con Lucy...solo se sinceró con ella y dile todo lo que sientes y piensas sin pasarte como siempre...- Lo que Jude no sabía es que su hija nunca llegaría a su encuentro.
Lucy se encontraba confundida luego de recibir la llamada de su padre para que hablaran luego de tanto tiempo, no tenía un buen presentimiento al ir pero su padre al parecer quería arreglar las cosas entre ellos, así que al menos por esa vez le daría una oportunidad de arreglar las cosas.
En ese momento con Lucy
Cuando Lucy estaba por cruzar la calle para ir a la casa de su padre, un auto venía a gran velocidad del lado contrario, el conductor iba distraído discutiendo por su teléfono sin prestar atención al camino hasta que fue tarde para frenar, aun haciendo su mayor esfuerzo no pudo detenerse a tiempo.
Lo único que logro ver Lucy fue al auto a unos pocos metros de ella antes de impactar con su cuerpo causando que rodara por el parabrisas del vehículo hasta caer a un costado de la calle golpeando su cabeza con fuerza quedando inconsciente.
El conductor bajo del auto totalmente asustado por lo que acababa de hacer, tratando de salir de su shock tomo su teléfono y llamo a emergencias explicando lo que sucedió, sabiendo que tendría problemas hiciera lo que hiciera, prefirió quedarse a esperar a la ambulancia.
Con Sting
El joven mago sintió una punzada de dolor y preocupación en su corazón, nervioso sujeto su teléfono para marcar el número de su amada, quería asegurarse de que estuviera bien para que esa sensación se fuera de su interior, pero al no recibir respuesta por parte de la chica la sensación incremento en su corazón causando que dejara su trabajo a medio hacer antes de salir corriendo hacia la calle para ir hacia el departamento de la maga celestial queriendo creer que nada malo le había ocurrido.
En el lugar del accidente
Una ambulancia había llegado al lugar para así ir hasta donde Lucy se encontraba para socorrerla, quien estaba en el suelo con una herida en la cabeza, probablemente tendría varias fracturas y golpe por la fuerza y velocidad del impacto, pero lo que más les preocupaba a los paramédicos era que sufriera alguna clase de pérdida de memoria o algo peor por el golpe en la cabeza. Una de los paramédicos tomo el teléfono de la rubia que estaba roto pero aun funcionaba, al ver la que alguien la llamaba contesto dando los detalles del estado de Lucy, lo que ella no sabía era que la persona que había llamado era su padre quien estaba preocupado por la tardanza de su hija.
Al recibir la información de lo ocurrido no pudo evitar que su alma sufriera mucho dolor por saber que su hija estaba gravemente herida por un accidente, temía perderla como perdió a Layla y si eso ocurría él no aguantaría la pena y tristeza causando que su pobre corazón sufriera más que nunca.
Salió de su casa como alma que llama el diablo, se dirigió al hospital donde su hija iba a ser llevada para ser atendida en urgencias. Sting por otro lado llego a donde había ocurrido un accidente, pregunto que ocurrió y le dijeron que habían atropellado a una chica rubia, él temeroso de la respuesta les mostro una fotografía de su amada preocupado de que haya sido ella y sus temores fueron afirmados cuando le dijeron que ella fue la que llevaron al hospital más cercano, agradeciendo torpemente a la persona para luego comenzar a correr rápidamente hacia el hospital llamando a su hermano para que le avisara a los amigos de Lucy lo que le ocurrió.
Al final, las desgracias siempre ocurren de manera imprevista para las personas que no se lo merecen y esos son momentos que las personas sin empatía utilizan para manipular fácilmente a las personas vulnerables para conseguir fácilmente sus objetivos.
Editado: 06.08.2020