Narradora
Hace ya una semana que Lucy está en el hospital recuperándose del accidente y la operación que recibió, al igual que su padre solo que este ya hace un par de días se había ido del hospital luego de donarle un riñón a su hija.
El señor Heartfilia junto a todos los amigos de Lucy y su pareja iban a visitarla todos los días, le llevaban flores, globos y algunos otros regalos esperando a que ella despertara, pero en especial una persona estaba deseando con todo su corazón que ella abriera sus ojos, aquel rubio que lloraba todas las noches rogando que no se fuera de su lado, no quería recibir una llamada que le dijera que ella había muerto y de solo pensar en esa posibilidad sentía que su corazón se rompía dejándole una sensación de dolor y soledad.
En otro lado de la ciudad
Un moreno peli-rojo estaba con su hijo tratando de calmarlo un poco, desde que había llegado a la ciudad, hace ya una semana, pudo notar que el chico había cambiado de una manera preocupante, no era aquel niño alegre y molesto que había criado y entrenado, ahora era uno que tenía una sonrisa malvada en su rostro deseando todos los días que su preciada Luce despertara para llevársela lejos de todos para poder tener su tan esperado "Final Feliz" junto a ella. Lo mismo ocurría con la chica que siempre estaba con él planeando diferentes cosas para conseguir a sus "Parejas", habían perdido todo rastro de cordura por una obsesión insana con aquella pareja de rubios.
–Dios....Natsu, por favor, ya deja esa absurda idea de quedarte con la señorita Lucy, entiende que ella es feliz con alguien más– Sujeto por los hombros al peli-rosa, quería hacerlo entrar en razón, sino tendría que tomar medidas drásticas en su contra.
–No lo entiendes Igneel, ella es mi princesa, merece a alguien mejor que ese dragón de pacotilla– Se separó del agarre de su padre mirándolo de manera desafiante, no iba a dejar que lo alejaran de su preciada Luce nunca.
–Natsu, te lo advierto, si le haces algo a Sting o a la señorita, vas a arrepentirte toda la vida....ella no te ama como tú a ella....aunque eso es más un capricho tuyo que amor hacia ella y no es nada sano para ti– Suspiro negando mientras pasaba una mano por su cabello tratando de calmarse.
–Eso no es verdad, ella me amara, solo esta confundida....no quiere a ese rubio....yo la hare entrar en razón....me amara y tendremos nuestra familia....y Minerva tendrá a ese rubio a su lado....lejos de mi Luce y si no coopera....tendré que quitarlo de en medio para conseguir lo que quiero– Las últimas palabras las dijo sonriendo de manera escalofriante y con una voz de psicópata.
–Yo te lo advertí Natsu....no quieres cooperar así que ahora me tendrás en tu contra...no te crie de esta manera y me decepcionas por completo– Le dio una última mirada a su hijo para así tomar su maleta saliendo de aquel departamento dejando solo a un peli-rosa aun sonriente.
Volviendo al hospital
Sting entro a la habitación donde descansaba su amada, estaba pálida y con pequeños cortes casi curados por completo y hematomas en su rostro y el resto de su cuerpo que comenzaban a desaparecer lentamente, pero aun así a los ojos de aquel rubio ella seguía siendo hermosa y perfecta.
–Hola amor....ya volví– Murmuro con su voz algo ronca sonriendo de manera débil pero sincera –Te ves tan hermosa como ayer Lucy....aunque me gustaría ver tus ojos....esos preciosos y grandes ojos color chocolate que tanto amo y me enloquecen....– Tomo asiento al lado de su camilla para así colocar entre sus manos, de manera suave, una de las pequeñas manos de la maga celestial – ¿Sabes? Lector te extraña mucho....todos lo hacemos....extrañamos verte sonreír todos los días....tus regaños hacia mis tonterías junto a los demás....Levy extraña pasar tiempo contigo y hablar de libros....Erza quiere ir a comer pastel de fresas contigo....Gray quiere a su hermanita a su lado para molestarla....Gajeel quiere molestarte con ese apodo de "Coneja"....tu padre te extraña....quiere hacer las paces contigo....yo quiero a mi preciosa novia conmigo de nuevo– Su voz se quebró y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas –Extraño verte sonreír....poder besarte....abrazarte....hacerte sonrojar con mis apodos cursis...decirte lo mucho que te amo y ver tus ojos brillar por la emoción....Lucy....mi bella Lucy....– Apretó suavemente su mano sintiendo sus mejillas mojadas por las lágrimas que no dejaban de correr por estas –Por favor....abre tus ojos....no me dejes....te lo ruego....hare lo que sea....pero no me dejes solo amor....
El pobre Dragón no aguanto más su dolor dejando salir sus lágrimas sin detenerlas, quería de regreso a su princesa, a la dueña de su corazón y al amor de su vida, no quería quedarse solo a pesar de tener a todos sus amigos y a su hermano, él no se sentiría completo si no tuviera a su maga celestial a su lado.
Limpio un poco sus ojos para luego rebuscar en su bolsillo una pequeña caja de terciopelo azul, observo esta pequeña caja para luego mirar a su amada con una sonrisa triste.
–Mi amor....yo quería darte esto el día del accidente....sé que aun somos jóvenes pero quería que lo llevaras puesto hasta que te sintieras lista para dar el sí a ese día especial....– Con cuidado saco el anillo de la pequeña caja y lo coloco en su dedo anular dejando un beso sobre el dorso de su mano –Cuando despiertes te diré correctamente mi propuesta....para que puedas decirme tu respuesta directamente...debo retirarme amor, pero prometo volver mañana...te amo mi bella Lucy.
Se levantó de su lugar para así dejarle un dulce beso en su frente antes de mirarla nuevamente, acaricio su mejilla y prosiguió a retirarse de la habitación para ir a su casa, esa era su rutina desde la última semana, no había ido a clases ya que sentía que no sería lo mismo sin ella, además de que no quería sentir la mirada de lastima de todas esas personas sobre su nuca, odiaba ser observado de esa manera, pero sin Lucy sentía que se derrumbaría frente a todos volviéndose débil y patético.
Editado: 06.08.2020