Magnífico y Aterrador amor

Capítulo 2

 

MIA

-Oh dios tapate- y me doy la vuelta.

Siento mis mejillas locamente calientes. Solo a mí se me ocurre abrir una puerta de una casa que no es mía, pero ahora si es mía. Me entienden? Fue solo un impulso, solo quise encontrar mi nueva habitación y de seguro será la habitación más fea de la casa, y si tengo que dormir en algún altillo o en el sótano? Mi padre no sería tan malo para que su única (ya no única) duerma en un lugar en donde más que seguro haya ratas, arañas, bichos, Oh como odio los insectos.

En eso me acuerdo que todavía sigo en la habitación de este ser inhumano, porque oh dios mío lo que este chico, pensaran que estoy delirando, pero es un Adonis.

-Ey niña- salgo de mi trance y miro a Adonis.

Balbuceo, acabo de balbucear?

-Qué?

_Como que, qué? Quiero que salgas de mi puta habitación ahora, encima que no sabes tocar la maldita puerta, te quedas observándome, cría babosa, ahora sal, shu shu- y me empuja y cierra la puta puerta en mi cara.

-Engreído!!!!- grito.

- A Edgar no le gusta que nadie entre a su habitación, ni a mí que soy su hermano pequeño-

Dios, no sé si ustedes estuvieron en mi lugar en estar tan concentrada con otra cosa, que solo escuchas tu pensamientos, y alguien al que no había visto aparece atrás tuyo? Bueno que creen me he cagado hasta las patas.

-No. Vuelvas. Hablar. A. Tras. Mío. Nunca.-Me doy vuelta y encuentro al niño sonriéndome con la boca toda manchada de chocolate, en eso me ofrece la barra de chocolate que tiene en su mano, la miro y con una mejor cara de asco niego.

-No gracias cómela tú- y me largo de ahí para encontrar mi nueva habitación. Siento al niño atrás mío como una larva.

-Si estas buscando tu habitación es la que está al último del pasillo a la derecha.

-Oh gracias...- el me mira y veo que en su cara hay una expresión de tristeza?

-Noah, me llamo Noah-

Pienso en su nombre, Noah así se llama mi medio hermano al que se parece mucho a mi, y eso me disgusta un poco, hasta que me acostumbre, ahora tengo tres hermanos.

Al llegar a mi habitación, abro la puerta y si como predije es horrible, la paredes son blancas, la cama esta atrás de una ventana, hay dos mesitas color caca al costado de la cama y solo hay un escritorio también color caca, pero lo que más me llamo la atención, fue el balcón que hay, mi padre sabe que siempre quise una habitación con balcón.

Abro la puerta francesa y salgo al balcón y fue la mejor vista que vi en mi vida, desde ahí se ve la playa, la jodida playa, aunque niegue que no me gusta estar aquí, Los Ángeles me gusta, pero no lo voy a admitir frente a mi padre nunca.

En eso siento una presciencia y no tengo que adivinar quién es, se trata de papa, apenas llego sentí su colonia, la maltida colonia que le regalo cada navidad.

-Mia…-

-Que quieres- lo miro y veo que en sus ojos hay una gran suplica que lo escuche, que lo entienda, y por el bien de él y yo lo tengo que escuchar.

-Mira pequeña…- cuando escucho esa palabra PEQUEÑA, ya no lo siento como antes, ahora también tiene otra pequeña.

-No me llamas así papa, ahora tienes a otra pequeña.- en eso niega.

-Hanna y tu son mis pequeñas, ¿Si? Ella es tu hermana Mia, tienes que comprender ella, no, todos aquí siempre esperamos con ansias tu llegada, el pequeño Noah todas las noches preguntaba a donde estaba su otra hermana y ahora que tu estas aquí el se siente muy feliz, todos estamos felices porque al fin vamos a a ser una familia, una feliz, no una familia como lo era con tu madre, ya no mas gritos, no mas peleas, ¿Acaso prefieres eso, antes que una familia normal? - niego.

Yo siempre he soñado que yo y mis padres algún día íbamos a ser esa familia que sale en los comerciales todos sentados en una mesa, cenando felices, contándonos nuestro día, nuestros miedos, pero nunca fuimos eso, nunca, y los únicos momentos era cuando lo pasaba con papa o cuando Eva y yo salíamos a algún lugar esos eran mis únicos momentos felices.

-Está bien papa, por ti lo intentare, pero… estas seguro que ellos me quieren aquí?.-

-Como me vas a preguntar eso hija, Hanna una semana antes que viniésemos aquí, estuvo más emocionada que nunca, tu y ella tienen la misma edad, ella sin conocerte ya te ama, lo más difícil aquí será Edgar.- al mencionar el nombre de Edgar me sentí un poco incomoda y papa lo noto.

-Mia mírame- lo hago.- El te ha dicho algo malo o hizo algo que te halla incomodado?-

-No papa solo me intimido, pero no vale la pena papa, tratare de hacerlo por ti, ¿De acuerdo?- el asiente.

-Gracias Mia, te amo lo sabes?-

-Si papa lo sé, yo también te amo a ti.- en eso mi padre me da un abrazo.

Volvemos a mi habitación y mi padre pone cara de disgusto.

-Mañana mismo iremos a comprar pintura y cosas nuevas para tu habitación entendido?

-Si gracias, ahora puedes macharte por favor, todavía tengo que asimilar que tengo tres hermanos- papa me mira y sonríe.

-Solo Hanna y Noah son tus hermanos hija, Edgar es hijo de Elizabeth de su matrimonio pasado.-y en eso el sale.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.