Magui: Un nuevo comienzo

Capitulo 1 "Un hermoso despertar"

Esta no es una historia como las demás, eso esperó... Al menos no hay un hermoso amanecer con los rayos del sol sobre mi rostro, tampoco una madre gruñona levantándome para que vaya a clases...no y tampoco no hay una mascota lamiéndome el rostro...En cambio hay una noche fría y oscura con un cielo azul, el más azul que he visto hasta ahora no era estrellado o con una hermosa luna que iluminara mi silueta bajo la lluvia, pero algo si había, grandes gotas de lluvias que caían sobre mi cabello pelirrojo, sobre mi ropa que ahora está completamente empapada.

Las calles oscura que no reflejaban vida alguna y en parte era lógico, no era tan temprano, a estas horas cualquier persona con dos dedos de frente estaría acurrucada bajo las sabanas de su cama viendo una película en neflix acompañada de palomitas de maíz o una buena taza de café con leche. O bueno eso sería lo que yo haría.

Pero no, supongo que debo estar loca...

Eso debe ser...

Se preguntaran ¿Que hago aquí si loca no estoy?, Pues mi motivo tiene nombre y apellido.

Gustavo Rether...

Él, es alguien importante para mí, aunque después de esta noche no sé si sea buena idea de que siga pensando en alguien que me dejo esperándolo más de dos hora bajo la lluvia. Si aunque no lo conozcan aún, su nombre resuena en mi mente al igual que sus palabras, aunque supongo que la culpa es más mía que suya, él solo dijo que vendría, pero no lo prometió en cambio yo si, di por hecho que así seria.

En fin antes de seguir con esta trágica historia de algo que quizás con una disculpa se arregle... Seguro que sí, seguro algo pasó para que...

No seas boba, lo que haya sido al menos una simple llamada hubiera bastado ¿Cierto?

Quizás...

En fin ¿deberíamos retroceder un poco para que no estén tan perdidos?

¿Qué tal unas dos horas?

No, a esa hora me estaba alistando para lo que sería mi "Gran cita" sí, claro véanme aquí...

Mejor regresemos a mi "Hermoso despertar"

Hace 12 horas...

Sentí los fuertes rayos del sol en mi rostro, mientras que el fuerte viento hacia bailar mis rizos...

Stop...

Ese sería un buen inicio para un libro algo cliché. Pero así no fue...En realidad fue algo asi...

La alarma no dejaba de sonar por más que daba vueltas revolcándome por toda la cama cual tamal con la esperanza de que la alarma cesara, pero esto parecía no querer ocurrir. ¿Por qué tiene que sonar tan temprano?...

¿A quién se le ocurrió la gran idea de colocarme una alarma?

Claro a la abuela, como ella dice "Es una forma de que seas más responsable y poco a poco seas independiente Magaly"

Ja, Vaya forma de ser "Independiente"

No quería despertarme y tenía tanta pereza de estirar el brazo para poder apagar la alarma...Ya se detendrá pensé...

Pero no tardará mucho en hacerse escuchar la voz de la generala, estoy segura, pero hasta que eso pase...

— Magaly... ¡Niña despierta de una vez y apaga esa alarma! — La escuche gritar detrás de la puerta...

Bueno sé que Dije "Una madre gruñona" bueno una madre no, pero una abuela si...

— Sigo dormida — Dije algo somnolienta mientras me cubría con las mantas otra vez...

— ¡Magaly! — Volvió a levantar la voz...de repente no escuche nada más...

Escuche el fuerte sonido de una cacerola (Taper o recipiente) me cubrí los oídos mientras evitaba escucharla...

— Magaly...rápido no me obligues a entrar por ti y...

Me coloque de pie a regañadientes mientras caminaba en dirección hacia la puerta de mi habitación, abrí suavemente la puerta y ella me observó cruzando los brazos, mientras dejaba en el piso la cacerola, sonreí mientras la abrazaba, me correspondió algo molesta, pero aun así acaricio mi cabello...

— Esta niña, cepíllate el cabello y date una ducha rápido que pareces una de esas loquitas que están en la calle, otra cosa no quiero ver a este perro paseándose por toda la sala, ya veras tu si lo amarras o lo tienes en tu habitación, ¿De acuerdo? — Hice una expresión de sorpresa mientras fingía indignación, asentí mientras mi perrito Peligro se abalanzaba a mi brazos, comencé a acariciarlo, el pequeño de raza Beagle, tenia apenas dos años de edad, seguía acariciándolo mientras el jugaba con mis dedos, alce la mirada, mi abuelo me observo entrecerrando los ojos mientras me hacia señas para ingresara a cepillarme los dientes.

Se preguntaran por que mi mascota se llama "Peligro", bueno verán... desde que era un pequeño bebe jugaba con todo lo que encontraba y mordisqueaba todo hasta los zapatos de la abuela, así que ella le coloco ese nombre.

— ¿Abu Esther, Eliza vino a buscarme? — Interrogue con dificultad.

— Termina de alistarte se te hará tarde — Dijo sin mirarme mientras preparaba mi desayuno al parecer, el aroma a Huevos estrellados con salsa picante y café con leche... Rico pasaba por mis fosas nasales...

— Pero dime si ha venido a buscarme — Corrí en dirección al lavo manos mientras, continuaba buscando mi toalla y un shampoo para el cabello...La observe haciendo puchero pero con ella eso no va a funcionar, tiene un carácter fuerte, no puedo culparla, hace hasta lo imposible por cuidarme y alimentarme, al menos eso es desde hace 8 años.

— Abu Esther ya no soy una niña, ya tengo 20 años por eso yo creo que — No me dejo terminar la frase mientras me entregaba otra toalla y una liga para el cabello.

— Si ya eres toda una señorita, sabes tú madre estaría muy orgullosa de ti, si no fueras tan descuidara, Ahora ve y termina de una vez — Sonreí, me siento feliz cuando dice lo mucho que mamá estaría feliz si estuviera aquí... Y aunque no lo reconozca papá también...

— ¡Si señora! — Dije en broma mientras reía y hacia señas con las manos — Me disculpo Generala — Dije mientras cerraba rápido la puerta del baño.




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