Son varias horas hacia el sur, voy cambiando de micro en algunas ciudades, asi nadie podría seguir mi camino, ni el demonio ni mi familia. Durante el trayecto cambie mi celular con el dinero que Lucas me prestó, memorizo los números de mis amigos y mis padres, quizás algún día pueda llamarlos sin poner en peligro sus vidas.
Ya han pasado 4 días desde que me fui y llegué a la última ciudad que llegan los micros de ahora en más nose que voy hacer, si bien aún me queda algo de dinero no me va alcanzar por muchos días.
Decido comer algo que me llene de energía, la verdad no he comido otra cosa que sean galletitas y snacks.
Voy a un restaurante que se encuentra cerca de la terminal de ómnibus, se ve lindo y familiar. Cuando entro una señora de la edad de mi mamá se acerca a recibirme y guiar a una mesa desocupada, una vez sentada me entrega el menú. Miro el menú pero estoy muy perdida en mis pensamiento, en mi familia en como deben estar sufriendo, mis amigos, si bien le fui escribiendo a Lucas 2 o 3 veces de mi viaje, extraño mucho y mis lágrimas comienzan a caer de forma incontrolable.
La señora se da cuenta y me saca el menú de las manos, de manera amorosa me tomas las manos diciendo:
- Te trae algo rico para quitar esas penas, ya verás que mi comida te hará olvidar por un rato sea lo que sea que te ponga así de triste.
Con una sonrisa me deja y se va a preparar la comida, que ni siquiera pude pedir.
Unos minutos más tarde el lugar ya se encuentra vacío es ahí donde me doy cuenta la hora que es, en eso viene la señora con un abundante plato de pastas y una gaseosa.
Ella me pide permiso para sentarse junto a mi, ella tampoco a cenado aún y me explica que no le gusta comer sola.
Comienzo a probar la comida es riquísima es casera casera, ambas comemos en silencio, no me había dado cuenta del hambre que tenia.
- Donde pasaras la noche- pregunta de repente
- Mmmmm, la verdad no lo sé acabo de llegar y no había pensado.
-De acuerdo mira yo cierro aquí y te acompaño a una posada que es muy linda, allí podrás pasar la noche y ya mañana podrás ver que hacer.-
- Gracias de verdad usted es muy amable, estoy algo desorientada-
Minutos después comenzamos a caminar, se que quiere preguntar así que antes de que lo haga le cuento una historia algo diferente del porque estoy por aquí.
- Mira si alguien a quien busca esta por aquí, el padre de la capilla conoce a todos, lleva años en este pueblo y seguro podrá ayudarte- dice la señora
- Muchas gracias por todo lo que ha hecho por mi sin conocerme-
- Veo en ti una hermosa niña incapaz de nada malo , así que sea lo que sea que te allá traído hasta aquí espero que lo puedas resolver y regresar a casa.-
Me abraza fuerte y me deja en la pequeña posada. Me despido con un beso y la promesa que volveré por su restaurante.