Maia

CAPÍTULO 7

Pido una habitación para pasar la noche, estoy realmente cansada. Es bastante pequeña pero tiene una cama muy cómoda y sobre todo esta muy calentita. 
Tomo un baño, ya que hace días no lo hago, durante el viaje no he parado por miedo a que la policía, mi familia o peor el demonio me siguieran.  
Demoro varios minutos hasta que me duermo parada en la ducha así que decido salir y secarme, una vez  termino me meto en la cama mientras miro la foto que tome antes de salir corriendo de mi hogar el único recuerdo que pude traer. Me duermo llorando y abrazada a la foto pidiendo una y otra ves  perdón a mis padres. 
En la mañana, me levanto directo al baño y el reflejó del espejo es horrible parezco un zombie, las pesadillas fueron de lo peor. Sin embargo no tengo más opción y voy por algo para desayunar, así podré buscar al padre de la parroquia y averiguar o por lo menos obtener algo de información. 
Pague por la habitación y comienzo a caminar solo son 4 cuadras, tampoco tengo tanto dinero como para derrochar así que me obligo a caminar a pesar de no tener ganas, allí debería encontrar al padre Enrique. 
Demoró una eternidad pero al fin estoy en la puerta, que gracias a Dios está abierta. Ingreso en silencio, me acerco a uno de los banco y tomo asiento.  
Allí me derrumbó ya no me contengo, lloro por miedo, porque extraño, porque estoy sola por primera ves en mi vida y nose a donde voy a terminar. En que momento mi vida cambió tanto ,solo hace unas horas era la chica más normal del mundo. 
Pasan unos minutos hasta que me doy cuenta que al lado mío tengo sentado al padre, quien solo espera paciente a que yo comience hablar.  
- Usted es el padre Enrique? 
- Así es hija, en que puedo ayudarte? - responde 
- Me han dicho que usted vive aquí hace mucho tiempo y que podría ayudarme a encontrar algunas personas? 
- Así es llevo aquí más de 50 años y conozco a casi todos. Tampoco somos muchos es un pueblo pequeño, pero dime a quien buscas y que te trajo hasta aquí- 
Siento que no puedo mentirle es un hombre de Dios, nunca fui muy religiosa o de ir mucho a misa y esas cosas pero si respeto la creencia así que le relató lo sucedido en los últimos días con la esperanza de que sepa a quienes busco. 
Termino y me quedo mirándolo esperando que me trate de loca o algo peor, pero solo se queda pensando. 
- Solo fue un accidente, seguro la señorita se encuentra bien- me dice 
- Eso espero- digo 
- En cuanto a las personas que buscas, se de quienes hablas y que en un rato alguno de ellos pasará  por aquí. 
- Como lo sabe- pregunto 
- Veras cada dos o tres días pasan por aquí buscando información  sobre demonios que hallan logrado cruzar los límites hacía las ciudades.  
Ahora sí estoy sin palabras, se que el padre no me está mintiendo, que mi conserje tampoco mentía y que lo que pasó no es parte de una pesadilla que aún no puedo despertar. 
 



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En el texto hay: amor sobrenatural vida

Editado: 22.10.2019

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