Maid Love

Capitulo 31

Seiji fue a su mansión, encendió su computadora y hackeo los satélites de comunicación, los de GPS e incluso los del gobierno mexicano, todo para rastrear los autos que le seguían, al parecer, la camioneta de Seiji fue localizada por última vez en un bar cerca de hidalgo, después no se sabe nada más.

Seiji: mierda

Seiji busco los autos, estos fueron desaparecidos de igual manera, todo lo tenían bien planeado, pero Seiji era un genio, rastreo a las mujeres responsables del secuestro, ya tenía a la primera localizada.

Seiji: ahora voy por ti maldita perra

Seiji tomo un mazo de wolframio, bajo al sótano y comenzó a golpear una parte concreta del suelo con este, el concreto de quebró, Seiji saco una caja de madera, la abrió y saco muchas armas, todas las transporto al auto que le dio Rimio, al terminar, cerro la mansión y condujo hasta un bar de un pueblo que por nombre tiene Tenex.
Varias horas de conducir y Seiji llego al lugar, tomo su cuchillo doble y entro al bar, busco con la mirada y noto a una mujer de cabello blanco.

Seiji: Hoy gane la lotería, yo invito los tragos

Todos hicieron un grito de alegría y el barman comenzó a servir los tragos, entre la multitud, Seiji se acercó a la mujer de cabello blanco.

Seiji: Hola Isbel

Isbel volteo la mirada, al ver a Seiji se quedó pasmada.

Seiji: vendrás conmigo

Seiji golpeo la garganta de aquella mujer y se la llevo cargando en sus brazos, dejo un cheque de gran suma de dinero al barman y salió del bar, llevo a la mujer al auto y condujo a los campos de cultivo.

Seiji: antes a este pueblo le llamaban el rastro, ¿Sabes por qué?

La mujer estaba muy atemorizada como para hablar.

Seiji: a diario había un muerto, desde hoy Tenextepango será nuevamente el rastro

Seiji había atado de manos y pies a la mujer, esta estaba indefensa, Seiji tomo su cuchillo y lo comenzó a pasar por el cuello de la mujer.

Seiji: habla, ¿Cuál es tu nombre?

Anfora: me llamo Anfora… no tuve nada que ver con el secuestro de tus sirvientas

Seiji: nunca mencione un secuestro, ni a unas sirvientas

Anfora: mierda

Seiji clavo el cuchillo en la pierna de Anfora, este grito de dolor, pero al no haber nadie que escuchara el grito, este nunca sucedió.

Anfora: Mierda… hablare… ahh…

Seiji: Así me gusta, que cooperen pacíficamente

Anfora: fueron llevadas a Hidalgo… están en un radio de diez minutos a la redonda de la capital, siempre… cambian de localización.

Seiji: bien, me llevaras haya

Anfora: No… ellas me mataran

Seiji: o bueno, te matare yo

Anfora: no… te acompañare…

Seiji comenzó a conducir, Anfora sufrió en cada minuto del viaje, peor Seiji no le hizo mayor caso, y si alguien se acercaba a preguntar, Seiji decía que era su esposa y que al llevaba al hospital, además de la explicación, les daba un poco de dinero para que no dijesen nada.

Anfora: tan solo… llámales y acepta entrenar a su equipo

Seiji: sabes, Isbel murió hace un año, lo que más me duele es que tomes su identidad y la manches

Anfora: ¿Cómo… como mierda sabes eso?

Seiji: parece que no me investigaron bien, soy un trillonario, con solo sentarme en mi computador, puedo acceder a la información mundial, soy un veterano de la tercera guerra mundial, tengo contactos en cada base militar del mundo, y a mí, nunca me volverán a quitar lo que más amo

Anfora: realmente… eres un cabron…

Seiji freno frente a un complejo de apartamentos, por las reacciones de Anfora, supo que era en ese lugar.

Anfora: ¿Cómo mier… que llegaste aquí?

Seiji: Cállate, ahora más te vale que ellas estén hay dentro o regresare por ti

Anfora se desmayó por toda la sangre que perdió, por otro lado, Seiji bajo del auto y fue a la cajuela, saco unos binoculares, los dirigió al edificio y lo primero que vio fue a muchos guardias en cada balcón y esquina, en la cima del complejo de apartamentos noto muchas figuras femeninas, y en las ventanas de las escaleras, muchas mas mujeres subiendo estas.

Seiji sabía que nada de eso era bueno, así que saco un rifle de francotirador, pero en lugar de cargarlo con simples balas, lo recargo con agujas impregnadas de veneno paralizante, uno que actúa en solo segundos, veneno diseñado por Seiji en la farmacéutica.

Seiji: creo que me divertiré

Uno a uno, cada guardia comenzó a caer, Seiji no quería dejar rastros de sangre que dejasen alguna prueba de que él estaba por ahí, pero si quería llegar hasta el último cuarto, tendría que ir desde el primero, así que saco muchas armas, un chaleco antibalas y una máscara de gas, solo por si acaso, cerro la cajuela y se movió con sigilo hasta la entrada del complejo, abrió la puerta y había un guardia con un gran equipo protector, Seiji no se fijó en nada y solo lo fulmino, al penetrarse más en el complejo, se escuchaban muchos gritos de chicas, Seiji habría cada una de las puertas con la esperanza de no encontrarse a alguna de sus sirvientas, y siempre estaba en lo correcto, fulminaba a los agresores y a las chicas les ordenaba salir, que huyeran, pero muchas de estas no lo hacían, Seiji siguió subiendo, los primeros tres pisos eran iguales, más de cincuenta hombres y mujeres agregados a la lista de bajas de Seiji, y más de veinticinco nombres agregados a su lista de rehenes rescatados, pero eso no se acabaría hay, siguió al cuarto piso y solo era una habitación con paredes de metal, las luces se encendieron y al fondo noto a una mujer.



#28162 en Otros
#3975 en Acción

En el texto hay: romance, harem, maid

Editado: 06.09.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.