Maid Love

Capítulo 1

Enfermera: Señor Seiji, la doctora lo espera

Seiji dejo la revista en la pila que ya había leído y entró al consultorio de la psicóloga.

Psicóloga: Doctor Seiji, ¿Cómo estás el día de hoy? (preguntó ofreciendo la mano)

Seiji: Estoy mejor que ayer doctora (dijo mientras estrechaba la mano de la psicóloga)

Psicóloga: Me alegro de escucharlo, ¿Qué tal las pláticas con tu subconsciente?

Seiji: Nada mal, ya está tomando forma

Psicóloga: ¿Sí?, ¿De qué tiene forma?

Seiji: De mujer (dijo con seriedad)

Psicóloga: Valla, eso es algo impresionante, ¿Reconoces a esa mujer? (dijo mientras anotaba en su libreta)

Seiji: No doctora, no es mi madre, no es alguna mujer de la prisión, no es Haruka, no es alguna soldado, no es alguna de mis pacientes y tampoco es la directora del hospital, no sé quién es

Psicóloga: Debes de hablar un poco más con ella, no lo sé, intentar preguntarle cosas personales

Seiji: Lo hice, me dijo que comprara una mansión

Psicóloga: ¿Lo harás?

Seiji: No, ya lo hice (dijo y sacó un folder de su sacó para dárselo a la psicóloga)

Psicóloga: Bien hecho, ¿Ahora qué harás?

Seiji: No regresar (dijo y se puso de pie)

Psicóloga: ¿De verdad? (preguntó y le regresó el folder)

Seiji: Si, no regresare

Psicóloga: ¿Por qué dices eso?

Seiji: Porque solo estoy gastando mi dinero a lo idiota

Psicóloga: Podríamos hablar de eso

Seiji: Compre una mansión por capricho, mi mente tiene forma de tanque con los soldados nerviosos por poder disparar los misiles, no me identifico como una mujer sino como una máquina de matar que en cualquier momento arrancara, mi sarcasmo es solo un muro para mi interior, hace dos años rechace a la esposa de regalo porque no trabajo por una recompensa, tengo buena autoestima, me estoy volviendo incapaz de leer sentimientos propios y ajenos, no tengo estrés postraumático, después de cinco años no he vuelto a tener una pareja, soy alcohólico, adicto al trabajo, no tengo esquizofrenia, no extraño el campo de batalla, no dono dinero para completar mi vacío sino solo porque no sé qué carajo hacer con tanto, siento culpa de nada, y ahora iré a comprar una muñeca, doctora lamento hacerle perder mi tiempo (dijo y abrió la puerta del consultorio)

Psicóloga: ¿No recuerdas porque viniste a mí?

Seiji: Ya lo dije, no sé en qué gastar tanto dinero, y usted es la psicóloga más cara de la ciudad, será mejor que dedique tiempo a los veteranos que realmente la necesitan (dijo Seiji y salió del consultorio)

Pasaron seis meses desde que Seiji tuvo su última plática con la psicóloga, inmediatamente luego de salir del consultorio fue a una tienda de antigüedades para comprar una muñeca de aspecto algo tétrico, de ojos grandes, nariz y labios pequeños, de pechos grandes y una altura de metro y medio, fue a casa y vistió a la muñeca con lencería rosa, un vestido azul y la peino de dos coletas para finalizar adorno con un sombrero de paja que le cubría de la luz artificial de los focos, ahora Seiji se encontraba en su nueva computadora de escritorio explorando la compra de una esposa, estaba muy tranquilo revisando el catálogo cuando un estruendo en la cocina lo distrajo.

Seiji: Bibí, deja de hacer ruidos (dijo con tono serio)

Seiji regresó la vista al computador y ya no estaba en la página de compra de esposas, estaba en una totalmente borrosa que tenía el siguiente mensaje:

“Todo lo aquí comprado no podrá ser devuelto, todo lo que compres lo tendrás que recoger personalmente en las direcciones de cada producto, si tienes dudas puedes echarle un vistazo al manual de usuario, si no las tienes, puedes darle en aceptar”

Seiji: Bibí, no hagas este tipo de bromas, no son divertidas (dijo Seiji mirando a la muñeca sentada a su lado)

Seiji dio clic en aceptar y rápidamente la página cargo y los productos se mostraron perturbando un poco a Seiji ya que la pagina decía muñecas más las muñecas parecían niñas y chicas jóvenes.

Seiji: Tendrás compañía Bibí, espero que eso ayude a que ya no hagas tantas travesuras

Seiji estaba emocionado y confundido, tal vez haría algo que hace años evito, sin embargo, esta vez parecía no ser algo turbio ya que estaba en una página de la web normal, una muñeca le llamo la atención y comenzó a leer la descripción.

Seiji: Un metro con cincuenta de altura, dieciséis años de edad, tímida y alegre, adora el campo, Bibí, parece que no será fácil tener una vida tranquila (dijo y volteo a ver a la muñeca la cual parecía tener una sonrisa en su rostro) venga, por qué no, la comprare

Seiji hizo una tarjeta virtual con el monto exacto de la muñeca, ingreso los números y el siguiente mensaje salto:

“La puedes recoger en la Preparatoria 23 en las siguientes horas, busque a la maestra Rosa Melano para que te la entrega sea completada.
Gracias por su compra”

Seiji: Son casi las doce de la tarde, el sol esta alto, llamare un taxi, ¿Quieres venir Bibí?

La muñeca parcia seguir con su sonrisa, Seiji acaricio su cabeza, llamo un taxi y se dirigió a la preparatoria, estuvo todo el camino pensando en la muñeca, la foto parecía la de una jovencita de preparatoria, y el que se dirigiese a una preparatoria confirmaba su sospecha, aunque también podría tratarse de una muñeca poseída como la que él ya poseía.
Llego a la preparatoria, pagó el taxi y se dirigió al portón, tocó el timbre que estaba en un costado y un chico del otro lado el hablo desde una ventanilla.

Chico: ¿Que busca?

Seiji: Vengo a buscar a Rosa Melano

Chico: Señor, yo no hare eso

Seiji: Chinga… (susurró Seiji) no, vengo a buscar a la maestra Rosa, ¿Se encuentra?

Chico: La directora, ¿Quién lo busca?

Seiji: Quiero arreglar una donación a la preparatoria

Chico: Esta bien, pase, lo llevare con ella



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En el texto hay: romance, harem, maid

Editado: 08.11.2022

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