Seiji: Venga, son muy lentas
Kido: Son las tres de la mañana... ¿Porque estamos haciendo ejercicio a estas horas? (preguntó con la respiración entrecortada)
Seiji: Ya les dije, todas corren el mismo peligro, todas necesitan estar bien entrenadas
Linda: Tres de la mañana… ¿De verdad? (preguntó mientras se recostaba en la arena)
Seiji: Miren a ese hombre, no soy el único que hace ejercicio a esta hora
Kayano: Parece que ese hombre duerme plácidamente en la arena
Seiji: A menos que duerma haciendo abdominales
Katsu: Se levantó, viene para acá
Litzy: Parece ser musculoso, debería estar en un gimnasio, no aquí
Seiji: Posiblemente quiera probar algo nuevo
El hombre se acercó hasta las chicas y levantó la mano hacia Seiji.
Caín: Buena noche camarada, me llamo Caín
Seiji: Yo soy Seiji (dijo y estrechó la mano de Caín) veo que también entrena de madrugada
Caín: Me alegra no ser el único, ¿Puedo acompañarles?
Seiji: Si puedes aguantar mi rutina, no hay mayor problema
Caín: Suena muy entusiasmado
Seiji: Y lo estoy, ¿Comenzamos?
Caín: Comencemos
Seiji levantó sus manos y las chicas se recostaron en la arena, comenzaron haciendo cien abdominales, cincuenta lagartijas normales, cincuenta de puño y otras cincuenta solo con los dedos, las chicas se recostaron exhaustas en la arena más Seiji y Caín apenas comenzaban, ellos siguieron con lagartijas dejando los pies flotando, la arena se comenzaba a mojar con el sudor, Seiji sin bajar los pies a la arena se levantó y comenzó a hacer flexiones verticales, sobre sus dedos, Caín le siguió y aguanto el ritmo con Seiji, una, dos tres, cuatro, cada flexión era más complicada, Seiji bajó el cuerpo y Caín pensó que tenía la victoria, sin embargo, Seiji subió nuevamente su cuerpo, ya no eran unas simples flexiones verticales, Seiji mantenía sus dedos firmes como una roca, Caín intento hacer lo mismo y al bajar su cuerpo intentando no tocar la arena, sus dedos se resalaron y cayo, se intentó recuperar pero volvió a caer, Seiji había ganado.
Seiji: Diez (dijo y bajó el cuerpo a la arena)
Caín: Dios… eres de admirar… (dijo mientras se sentaba en la arena)
Seiji: No, no lo soy, tú también lo hiciste bien
Linda: ¿Cómo hizo eso?
Seiji: Entrenamiento, mucho
Kido: Es usted muy impresionante
Caín: Vamos a las máquinas expendedoras, les invitare una bebida
Seiji: Venga hombre, yo invito
Una hora en entrenamiento, Seiji y sus chicas junto a Caín estaban en la máquina expendedora de bebidas, Un poco de agua tibia les sirvió para recuperarse.
Seiji: ¿Diriges algún gimnasio?
Caín: No, soy entrenador de un club de deportes de preparatoria
Seiji: Eso suena complicado
Caín: No lo es, me gusta mi trabajo, ahora, si me disculpan, tengo que ir a otro lado, fue divertido entrenar con un padre y sus hijas
Seiji: No son mis hijas, son mis chicas de apoyo, también fue divertido que te nos unieras
Caín se fue por un caminó contiguo y las chicas junto a Seiji siguieron caminando un rato más en la arena, a lo lejos algo les llamó la atención así que caminaron hacia ello, era la cabaña del salvavidas, fuera había una chica sin zapatos recostada en el pequeño pasillo de madera que daba a la arena, en esta última había dos palabras escritas, “Continuar” y “Salir”.
Seiji: ¿Esto es un videojuego? (dijo mientras encerraba en un cirulo la palabra “Continuar”)
Litzy: ¿Ariela? (preguntó y se agachó para voltear a la chica)
Kido: ¿La conoces?
Litzy: Ella bailo conmigo en el baile… Ariela… despierta (pidió mientras movía a la chica)
La chica se despertó y al ver a Litzy la abrazó, miró por encima de su hombro la arena y al ver la palabra “Continuar” encerrada en un círculo se puso aún más feliz.
Ariela: Continuare si así lo quieres (dijo abrazando con más fuerza a Litzy)
Seiji: Yo decidí, vamos, levántate
Litzy se levantó y ayudó a Ariela.
Litzy: ¿Qué ocurrió?
Ariela: Mi pequeña Litzy, les dije a mis padres que soy lesbiana y me corrieron de casa, mi novio me golpeo y me dejo aquí… me alegro de verte… (dijo y abrazó a Litzy para comenzar a llorar)
Seiji: ¿De casualidad tu abuela se llama Andrea y es doctora en psicología?
Ariela: Si, así es
Seiji sacó su celular y marco un numero para después llevárselo a la oreja.
[Llamada]
Regan: Aquí Regan, ¿Haya quién?
Seiji: Seiji
Regan: ¡Sargento!, hace un año que no me llama, ¿Ocurre algo?
Seiji: Regan, te dije que mi nombre es Seiji, ¿Aun tienes contacto con las sicarias?
Regan: Si, ¿Necesita algo?
Seiji: Necesito que escarmienten a una familia
Regan: ¿Paso algo?
Seiji: Tengo algunas chicas a mi cargo y alguien las intento secuestrar, la intelectual de ese intento es la doctora en psicología Andrea Morales
Regan: ¿Tuvo más hijas con Haruka?
Seiji: ¿Mas?, espera un puto momento, ¡¿Sabías que ella estaba embarazada?!
Regan: Entonces la doctora en psicología Andrea Morales, ya lo he apuntado, en la mañana aprenderán la lección
Seiji: Ni se te ocurra…
[Fin de llamada]
Seiji: … colgar…
Katsu: ¿Podemos preguntar?
Seiji: La doctora Haruka, fue mi profesora, gracias a ella obtuve mis primeros títulos, también fue mi pareja hasta hace cinco años que se fue a Alemania, resulta que se fue embarazada y tengo una hija
Kayano: ¿Por qué no está con usted?
Seiji: Porque su madre sigue viva, ahora, odio hablar de mi vida así que vámonos al hotel, todas se ven cansadas
Litzy: ¿Ariela viene?
Seiji: No veo por qué no, que venga
Ariela: Gracias señor, nunca se lo terminare de agradecer (dijo y abrazó a Seiji)
Seiji: Llámame amo, ahora, vámonos al hotel
Editado: 08.11.2022