Maid Love

Capítulo 23

Era la madrugada de lunes, Seiji dormía plácidamente cuando sintió algo de fresco, abrió los ojos y vio a una chica que le estaba bajando los pantalones, Seiji reacciono rápido y tomó a la mujer y la inmovilizo contra la pared, posteriormente encendió la luz.

Seiji: ¿Quién te mando?

Seiji veía borrosamente, cerró los ojos apretando los parpados y al abrirlos se dio cuenta que solo estaba tomando la pared, miró a sus lados y la mujer lo tumbo por la espalda y se sentó encima de él.

Akibari: Soy Akibari, una súcubo

Seiji se libró y rodo debajo de su cama, sacó un lazo y ato a Akibari fuertemente por las manos y los pies.

Seiji: Ni lo intentes, está bendito

Akibari comenzó a forcejear, Seiji la recargo en la pared y notó el gran cuerpo de ella, delgada, de busto y caderas grandes, un rostro hermoso, de cabello largo y pelirrojo, encima tenía un traje que la hacía ver más erótica a que si estuviera desnuda, y lo que más llamaba la atención de Seiji eran los cuernos hacia atrás que Akibari tenía en la cien y la cola que terminaba en una forma de corazón puntiagudo

Seiji: Dime quien te mando

Akibari: No… nadie… (dijo entre gemidos) déjame salir… vine porque en el infierno corre el rumor de un humano lleno de vigorosidad… vine a ver si era verdad

Seiji: ¿No se supone que solo atacan en sueños?

Akibari: No… eso es un mito… nosotras nos alimentamos del semen de los hombres…

Seiji: Dios… estoy cansado (dijo y tomó un extremo del lazo) por favor, no hables (dijo y amarro la boca de Akibari)

Seiji apagó la luz y se durmió siendo arrullado por los gemidos de Akibari.

Akibari se movía en el suelo mientras intentada desatarse, sin conseguirlo solo recostó su cabeza en el suelo e intento dormir a pesar de sentir frio.
Seiji se despertó producto de la alarma que sonaba, miró a sus alrededores y vio a Akibari moquienta, con los ojos llorosos y temblando de frio, se levantó de la cama y fue hasta ella para limpiarle la nariz y desatarla.

Seiji: Tengo clases y parece que morirás, mejor habla rápido

Akibari: Soy una súcubo, mi nombre es de un idioma muy antiguo, mi padre es Belcebú y mi madre es Afrodita, soy la cuarta en la línea al trono del reino de las súcubos, cuando Pandora tomó a mi madre y mato a mi padre, mi hermana mayor Shibari tomó el control del reino, ella estableció que ninguna súcubo volviera a tocar el mundo humano, pero quería probar a ese humano del que todas hablaban… por favor… estoy resfriada…

Seiji: Estupendo, muñecas poseídas, una súcubo, solo falta un fantasma en mi casa, ahora, te desatare, realmente parece que morirás

Seiji desato a Akibari, al tocarla por al frente notó que esta hervía en temperatura, por otro lado, todo su cuerpo estaba muy frio, la cargo hasta su consultorio inacabado, la recostó en la camilla y le puso una manta encima.

Seiji: Supongo que no tienes alergias ¿Verdad?

Akibari: Nunca he pisado el mundo humano, soy vulnerable a todas las enfermedades humanas

Seiji: Eso no responde mi pregunta, pero eres hija de un demonio y de una diosa, no creo que mueras por la medicina

Seiji sacó una jeringa y la lleno con medicamento, tomó el brazo de Akibari y estaba por inyectarla cuando esta se movió bruscamente y tiro algunas cosas, las chicas desde sus habitaciones escucharon el estruendo y corrieron a donde Seiji para ver que nada malo pasase.

Seiji: Tres… dos… uno…

Las chicas entraron al consultorio y al ver a Akibari, Kido soltó un grito y Katsu estaba por golpear a Akibari hasta que Seiji al detuvo.

Seiji: Déjala, ella no nos hará daño

Katsu: Pero es una demonio

Seiji: Tardaste poco en descubrirlo, ¿No crees que al ser una demonio tiene más poder y fuerza que tú?

Litzy: ¿Que hace ella aquí? (preguntó con cierto temor)

Seiji: Me quiere a mí, pero se resfrió, parece que morirá si no le doy la medicina, sin embargo, parece que le tiene miedo a las agujas

Kayano: Pero es una demonio, ¿No debería de morir?

Seiji: ¿Te escuchas?, es una demonio, no puede morir

Litzy: ¿Entonces toda la literatura de caza demonios es una mentira?

Seiji: Si, ahora, inmovilícenla, tengo que inyectar esto

Ariela: Pero esa jeringa no tiene algo

Seiji miró la jeringa y efectivamente, esta estaba vacía.

Seiji: En teoría soy inmune a estas cosas, sin embargo, ella es una demonio así que es una dosis muy alta… saben que, avísenle a Rosa que me quede dormido… (dijo y cayó al suelo)

Las chicas se alarmaron y corrieron a ver a Seiji, lo levantaron y lo acostaron en la camilla.

Dane: ¿Qué hacemos con la demonio?

Akibari: Soy Akibari… ayúdenme… tengo frio…

*Sueño de Seiji*

Samara: ¿Por qué entrenas tanto Seiji?

Seiji: Porque no puedo hacer otra cosa aquí dentro (dijo mientras levantaba pesas)

Samara: Deberías de jugar con los niños

Seiji: ¿Por qué debería?

Samara: Eres el único hombre aquí, ellos necesitan una figura paterna

Seiji: Todos los niños necesitan una figura paterna, ¿Qué los hace especiales a ellos?

Regan: Que ellos tienen la oportunidad de tener una figura paterna y los de fuera no

Seiji dejo la pesa en el suelo y limpio su sudor.

Seiji: No creo que haga esto, ¿Dónde está la guardería?

Regan: ¿Ni siquiera sabes dónde está?

Seiji: Para nada

Samara: Te llevaremos

*Despertar*

Seiji abrió los ojos de repente, miró el reloj en la pared y notó que durmió dos horas más, Akibari estaba durmiendo y no había rastro de las chicas, se puso de pie y miró a su alrededor, no notó algo diferente así que fue a su habitación, cambio su pijama por unos jeans y una playera gris, se sentó en la cama y notó a Bibí sentada a su lado.

Seiji: ¿Cómo está Linda? (preguntó mientras cargaba a Bibí)



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En el texto hay: romance, harem, maid

Editado: 08.11.2022

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