Capítulo 26

Martes treintaiuno de octubre por la tarde, las chicas ponían la ofrenda a los difuntos, Kido y Dane preparaban mole y algunos antojitos mexicanos, Jatziry junto a Katsu regresaron de hacer la compra, lavaron la fruta y la pusieron ordenadamente en la ofrenda, cuando Jatziry y Katsu terminaron con la comida, la sirvieron en los platos y la pusieron en la ofrenda, Litzy y Ariela terminaron con el papel picado y rodearon la mesa de la ofrenda con este, Akibari hacia los dibujos de las madres de Litzy y de Jatziry dadas las descripciones que ellas le dieron, pronto la ofrenda ya se veía completa, de pronto Seiji bajó las escaleras con una caja en las manos que dejo encima de la mesa.

Seiji: Valla, esa ofrenda es hermosa, no encontré fotos de mi madre pero si de mi vida antes de volver a ser soltero y después de la guerra, entre ello encontré el acta de matrimonio de otro sargento que lidero conmigo al pelotón, el primer hombre en México que se casó con dos mujeres por la vía civil (dijo y paso el acta a las chicas) eso fue una total sorpresa, estábamos en el registro civil junto a Haruka, cuando ella era mi profesora para tramitar algunos papeles cuando él llego y me preguntó si podía atestiguar en su boda, le dije que sí y cuando me llevo, a ver a las dos mujeres vestidas de blanco, pensé que era algún tipo de broma, y cuando leí el acta, me sorprendí bastante, un mes después él se casó por la iglesia, después se casó otro sargento, después el coronel, y poco a poco más de las soldados que había en nuestro pelotón, durante dos años acudí a muchas bodas

Las chicas miraron el acta y algunas de las fotos que Seiji sacaba de la caja.

Ariela: ¿Quién es esta bella mujer? (preguntó refiriéndose a una linda mujer vestida con vestido rojo)

Seiji: Es Haruka, la única pareja que he tenido, eso fue en la boda del coronel

Katsu: ¿Quiénes son ellas?

Seiji: Las compañeras de guerra del sargento Milos, son viejas conocidas, estas dos de acá son las mías

Kido: ¿Por qué el sargento Milos tenia a seis y usted solo a dos?

Dane: Los libros dicen que solo se les daba una compañera

Seiji: Milos dejo fuera de combate a cinco soldados, por eso él tenía a seis compañeras, yo era muy agresivo y no me dieron una compañera, de hecho, estas dos de aquí las hice en la guerra

Litzy: Eso suena interesante, ¿Cómo ocurrió?

Seiji: Ellas eran asesinas, mate a su jefe y entonces yo obtuve el derecho sobre ellas, cuando finalizó la guerra les ordené que fueran libres, me mandan cartas cada medio año

Akibari: ¿Fue cuando el infierno se vio saturado de almas?

Seiji: Probablemente, ¿Ya terminaste los dibujos?

Akibari: Si, los tengo listos, espero que sea lo que buscan (dijo y sacó dos hojas de papel que le dio a Jatziry y a Litzy)

Cuando estas vieron los dibujos hechos con bolígrafo, no pudieron evitar soltar alguna lagrima, el ver una imagen de sus madres muertas les daba cierta tristeza.

Jatziry: Gracias Akibari

Litzy: Valla, apenas la recordaba y la hiciste a la perfección

Seiji: Ahora pónganlas en la ofrenda, solo eso hace falta para que este completa

Akibari: ¿De verdad?, faltan estas dos (dijo y sacó otras dos hojas de papel que le dio a Seiji)

Dos dibujos más, la madre de Seiji y su prima, la que él no pudo salvar.

Seiji: Ya veo por qué los dibujos son tan perfectos, te metes en la mente de las personas, gracias

Seiji puso los dos dibujos en la ofrenda, Jatziry y Litzy le siguieron, la ofrenda estaba completa.

Seiji: Bueno, yo ya tengo hambre, los difuntos comerán bien, espero que yo también

El tiempo pasó volando, las chicas hicieron sus tareas y Seiji trabajaba en el computador hasta que una alarma de su reloj salto, era hora de dormir, las chicas se despidieron de Seiji y fueron a sus habitaciones a dormir, Seiji fue también a su habitación a ponerse una sudadera, tomó sus llaves y salió de casa, Akibari se extrañó que el saliese a esa horas así que le comenzó a seguir, Seiji no tomó el auto, siguió caminando, Akibari tenía el poder de seguir a Seiji sin que este se diera cuenta y tenía que aprovecharlo, Seiji entró por un callejón a unas cuantas cuadras de la mansión, caminó entre los callejones y se encontró con un hombre

Seiji: Ivan, hace mucho que no nos vemos

Ivan: Seiji, ya bastante tiempo, ¿Cómo estás?

Seiji: Estoy bastante bien para ser un trillonario, ¿Qué tal tú?

Ivan: Ahora entrego paquetes, toma el tuyo

Ivan sacó un portafolios y se lo entrego a Seiji.

Seiji: ¿Qué es esto?

Ivan: La última versión del proyecto “EVA”, casi definitiva, eres el único en el mundo con la única unidad existente

Seiji: Déjame adivinar, Jun no conocía a alguien más apto

Ivan: ¿Que te puedo decir?, cuidas de nueve lindas chicas, superaste a cualquiera de nosotros

Seiji: Ya lo creo, Ivan, fue agradable verte

Ivan: Saludar a mi sargento me trae felicidad, hasta pronto Seiji

Ivan desapareció en la oscuridad, Seiji miró el portafolios y decidió abrirlo en casa, salió del callejón y comenzó a caminar por calles abiertas, Akibari cuidó que no fuese descubierta y cuando Seiji cruzó una calle, ella le perdió la vista, de pronto alguien la tomó por la cintura y la acorralo en la pared.

Seiji: ¿No deberías estar durmiendo?

Akibari: No podía dormir sin saber a dónde iba mi amo, ¿Cómo supo que lo seguía?

Seiji: ¿Recuerdas como conseguí a mis dos compañeras de guerra? (preguntó mientras dejaba libre a Akibari)

Akibari: Si, lo recuerdo

Seiji. Bueno, mate a su jefe antes que él me matara a mí, aprendí algo, a estar siempre atento te vi venir desde que salí de casa, aunque me podrías ayudar si este maletín tiene una bomba o similar

Akibari: Una bomba... ¿Qué clase de enemigos tiene?

Seiji ignoró la pregunta y comenzó a caminar, en un rato llegaron a la mansión y entraron a esta, Seiji lavó sus manos y se sentó en el sofá para abrir el portafolios, lo puso en sus piernas y volteó a ver a Akibari.