10 Julio
Siguiendo el consejo de una extraña de aspecto cuestionable y poco confiable le pedí a la bibliotecaria un mapa de la ciudad. Después de tener que explicarle a la bibliotecaria viva como conseguí el mapa que guardaba en su estante, pude marcar los lugares interesantes para visitar después. Mamá quiere que pasemos juntas las vacaciones, la costumbre era que si un día hacíamos lo que una quería el siguiente era lo que la otra pedía. Dina difícilmente respeta estas cosas, especialmente apela a mamá por mi "falta de interés social". Ya que ha sido solo una de nosotras la que ha hecho amigos hoy, y que estos amigos la han invitado a la playa, mamá decidió que la acompañara.
Subí para hacer una ronda de rutina, solo para asegurarme que todo estuviese en orden. Me he encontrado con alguien nuevo. Un chico de algunos catorce con quien difícilmente entablé una conversación. Preguntó por la hora y el día, estaba en una de las habitaciones cerradas a las que solo había echado un vistazo rápido. Al parecer sus actividades se limitan a jugar con una consola de la era de los dinosaurios y dar rondas al baño. También parece ser que las únicas almas que conoce son Ninel y Esther. Su vida se fue en los videojuegos, en una época en la que el internet ni siquiera era un sueño para la mayoría.
Ninel me contó que nadie se dio cuenta de su presencia hasta que Esther entró a su habitación. Se que no es muy confiable lo que cualquiera diga tomando en cuenta que su memoria no dura demasiado. Aunque si lo pienso bien tendría un poco de sentido. Ninel entra a las mismas habitaciones y hace la limpieza, realiza exactamente las mismas acciones y luego inicia de nuevo, la única impredecible es Esther, así que puede que no sea del todo falso; no lo he visto rondar por allí y Dusan tampoco sale mucho de su estudio.
Ahora, lo realmente interesante aquí no es el chico, sino lo que hay bajo su sitio. En el lugar donde se sienta hay un circulo raro trazado con tiza negra, igual que bajo la cama de ese nazi. Solo por la curiosidad bajé a buscar al señor Dusan (ensimismado en su trabajo como siempre), y levanté la alfombra bajo su silla lo suficiente para revisar. Ese mismo círculo. Lo que me lleva a hacerme muchas preguntas.
Lo que siguió fue toda culpa mía, por no explorar las plantas superiores como debería, no sé con exactitud qué hay allá. Uno de los hombres sombra comenzó a seguirme mientras me dirigía a la segunda planta. Fue uno de esos momentos durante las películas de terror donde no sabes si la siguiente puerta está abierta o si el pasillo por el que dobla tendrá final y en cualquier momento podría ser atrapada por el psicópata. Lo peor es que me tocaba ser la rubia a la que matan por tropezar o doblarse los pies a causa de sus tacones. Por suerte no suelo usar tacones y no me tropecé en ese momento. Ser rubia no garantizó mi muerte y logré llegar a las escaleras y cerrar tras de mí.
Con las piernas temblorosas por el susto y el corazón golpeando en mi pecho apenas si podía mantenerme en pie por aquel golpe de adrenalina, él apareció justo en ese momento para ayudarme a descender y, como vió que no me resistí terminó por cargarme hasta el salón que daba a la terraza. Al ver mi cara de horror sonrió y me bajó.
-Prometo no tratar de matarte hoy.
Y resultó encantador ver el atardecer a su lado.
A mi madre le preocupa mi tiempo a solas, le he explicado que me gusta explorar la casa, que hay cosas interesantes allá arriba, aunque era obvio que eso no le interesara en lo más mínimo. Son excusas de niña al fin y al cabo. Después de la cena mamá me envió a mi habitación, la buena noticia es que durante nuestra ausencia han conectado el internet.
Él estuvo en mi habitación hasta muy tarde. Tuvimos una noche inquietante e interesante. Normalmente, nuestras conversaciones eran de las cosas más triviales que uno pueda esperar, como colores, perfumes y postres favoritos. Cosas que puedes platicar con cualquier extraño, incluso había hablado un poco de las travesuras de sus hermanos, pero nada que fuese demasiado personal, hoy fue distinto. La primera conversación que decía algo importante sobre él que me dolió donde no me hubiese gustado, y fuera de las consecuencias que esperaba, terminamos con una noche de cine.
-¿Cómo logras ver un largometraje en esa cosa?
-Es mucha tecnología para explicar, pero podemos intentar ver casi cualquier película que puedas imaginar. Puedes hacer muchas cosas con una computadora.
-¿Podríamos ver Ein idealer gatte? Era una de las actrices favoritas de papá.
-Quizás podamos encontrarlo. ¿Es tu favorita?
-Es hermosa, y esa fue una de las últimas películas que ví. Supongo que mi favorita es Le Quai des brumes.
-Podríamos buscarla también. Supongo que mis favoritas son El fantasma y la señora Muir y Metrópolis. Creo que conociste Metrópolis, es de 1927. Entonces, ¿Te gusta el cine francés?
-Yo era prácticamente un bebé cuando metrópolis, ¿Que edad crees que tengo?
-Más de un siglo supongo.
-Tengo 24 et la France est ma patrie.
-Daré por hecho que lo eres con eso, además el francés te suena natural. ¿Por qué volverse aliado del enemigo? Tengo entendido que después de la primera gran guerra a Francia le fue mejor que a sus vecinos.
-Bueno, la situación no era grandiosa si no eras hijo de un banquero o de algún otro burgués ricachon. Por suerte mis padres lo eran. Visitabamos Alemania con ayuda de unos viejos amigos de la familia, así que cada que se presentaba un nuevo escándalo la familia viajaba a un pequeño pueblo alemán donde solían vivir unos tíos y que nos heredaron. Quizás éramos enemigos naturales, pero no todo era tan malo. Yo solía ir solo para ver a una amiga, hija adoptiva de la familia. Era preciosa, encantadora y deslumbrante como el sol.
-Debiste darte cuenta que cometiste un error cuando estalló la guerra.
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Editado: 05.09.2023