Maison d´ May

10. Agosto

Estoy totalmente alarmada y confundida con respecto a lo que ocurrió anoche.

Por primera vez soy consciente de las pesadillas que me aterran algunas noches y que sin embargo no logro recordar al despertar. Se que de ninguna manera pude estar dormida porque estaba con Étienne cuando ocurrió fue una de las experiencia más dolorosas que he vivido, esa voz arañaba mi interior, resonaba en mi cabeza al punto de creer que estallaría, era como si tirara de mí, me sentía una marioneta y no pudiese controlar mi propio cuerpo, no podía escuchar, ver o sentir nada además de aquella horrible voz. Si tan solo supiera lo que significan sus palabras quizas podía hacer algo al respecto. 

Étienne estuvo a mi lado, incluso si no pudimos vernos o tocarnos, permaneció a mi lado y despertó dispuesto a consolarme, un sus profundos ojos se opacados por la consternación reflejaban su dolor ¿Como resistirse a esos ojos? Quería ser yo quien lo consolara, fue así que nuestra conversación tocó por primera vez, de forma directa, el asunto de la casa. Dice que esa criatura lleva aquí bajo el suelo desde antes de su llegada, seguramente refiriéndose al sótano; sugirió que debía ir a ver a Dalia tan pronto fuera posible, sin embargo había que esperar algunos días, de lo contrarió solo encontraríamos una puerta cerrada en nuestras narices. 

-La presencia del demonio la irrita sobremanera -dijo- en especial cuando hace escándalo y nos altera a todos. Ella es la más afectada.

Bueno, ahora somos dos.

Al final resultó que Étienne sí sabe que algo raro ocurre en este lugar, pero no sabe qué.

En realidad hay mucho que decir sobre todo un par de puntos importantes en los que debo reflexionar con detenimiento. De acuerdo a él, la criatura no es peor que las luces del cielo, pero sus naturalezas son totalmente diferentes, nada igual a lo que él hubiese visto en vida o en la muerte, afectan a las almas en lo más profundo de su ser, convirtiéndolas en sombras o en demonios, alterándolas, llenándolas de ira, de terror, de tristeza, absorbiendo o desbordando energía solo aquellos protegidos por los círculos permanecen, aun así también son heridos, desgarrados, destrozados en su cordura. Incluso con los círculos que los protegen muchos fueron cayendo poco a poco hasta que sus marcas fueron borradas y ellos se volvieron parte de los otros.

 Ahora sé, que Disan, Ninel y el chico de los video juegos son los más débiles y que han comenzado a perder sus identidades y que tarde o temprano solo serán sombras. También comprendo que no pudiera decirme que tienen de especial ellos tres, si la señora de la casa se niega a hablar con cualquiera sobre el asunto. Hasta ahora ella es la única que quizás pueda responder a mis preguntas. 

Pasando de eso, he pasado por lo más raro del mundo.  He tenido un sueño despierta, un sueño vívido que tocó muy dentro de mí. Fue tan real que todavía no puedo convencerme de que fuera yo. Mis manos todavía sienten la tierra y las semillas, puedo oler las flores y las hierbas arrancadas y, también puedo recordar el tacto de sus manos; pero sobretodo, puedo sentir aquello que llenaba mi corazón. Toda esa culpa, todo ese amor, todo ese dolor. Es tan intenso que no podría sentirlo menos propio. Quizás esta no sea la primera vez que lo diga, pero es que con cada sueño que tengo, más claro es todo.

Me ha pasado este tipo de cosas prácticamente toda la vida, pero incluso si sueño despierta no logro percibirlo todo, mucho menos de esa manera. ¿Cómo decirlo? Todas aquellas veces, eran más como intentar recordar algo de tu niñez, donde todo es diferente y nada llega a ser concreto. Ya sabes, como cuando recuerdas las cosas más grandes o más chicas de lo que eran en realidad y de pronto tú mamá dice que no era azul era morado y que habías llorado por horas por ese peluche aunque no lo recuerdes así. Suena un poco vago, pero no hay otra manera de explicarlo. Esta vez fue concreto, fresco como si acabase de suceder.

Justo en este momento, que muero por contárselo todo a Étienne y hablar sobre lo que puede significar, es que me doy cuenta que nunca lo he hablado con él. Es gracioso que he visto su rostro tantas veces en mis sueños y no lo sepa aún, cuando no hay cosa que no le cuente. Aunque pensándolo bien, tal vez sea mejor que no lo sepa. Moriría de vergüenza si supiera que babeo por él desde la primera noche. Con quien sí debería hablar de ello es con Devi, pareciera tener una respuesta para todo, quizás ella me ayude a averiguar algo sobre esto. De cualquier manera, sigo teniendo el presentimiento de que olvido algo importante.




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