Maison d´ May

Epílogo: La bella durmiente del bosque

Mucho tiempo atrás existió un reino a orillas del mar, el rey y la reina gobernaron sobre el reino de las islas errantes de la forma que sus antecesores lo hicieron. El rey y la reina fueron bendecidos con una hija hermosa, tan hermosa como el sol, fue tanta su alegría, que invitaron a todos los nobles de su reino y a las todas las criaturas nobles de los bosques, menos a una. En la fiesta la princesa recibió gracias y dones, entonces aquella criatura apareció y con su furia maldijo a muerte a la princesa. Solo un hada les dio esperanzas. “No puedo revocar una maldición” dijo. “Pero puedo cambiarlo de forma, así la princesa no morirá si no que dormirá por cien años hasta recibir un beso de amor”. Al cumplir la edad predicha el hechizo se cumplió por la aguja de una rueca, entonces la princesa cayó víctima de un sueño profundo y el reino entero se cubrió de rosas…

-Terminamos, es hora de irse -ordenó Devi con voz severa.

Las chicas dieron una última mirada a la habitación con profunda tristeza, no podían quedarse en la habitación o tampoco saldrían de allí, Konran levantó el encanto mientras tomaban sus cosas y salían con prisa de la edificación sintiendo que aquello no tendría remedio. Devi y Konran las sacaron de los planes, su favor como responsabilidades terminaban allí, ellos se encargarían del resto, tal como sucedió con Thalia; su amiga no volvería y temieron que con May pasara igual. Las brujas levantaron sus varitas levantando los espinos que protegerían el lugar, el chico llamó a la bruna, al viento y a los animales protectores para que nadie pudiese ver dentro.

- ¿Creen que hicimos lo correcto? -preguntó Sara

-Hicimos lo necesario de acuerdo a su deseo -respondió Konran, luego suavizó su hablar- Todo va a estar bien, lo solucionaremos antes del límite de tiempo.

-Eso espero o esto será culpa suya -sentenció Hui Ying- y esta vez queremos noticias.

Mas allá la colina del sepulturero se separaron, los chicos siguieron en dirección a los Siete Reyes hasta la capilla de la princesa del bosque donde los esperaba una pelirroja al lado del zorro de la máscara, al verlo se paró en sus patas traseras y se puso la máscara convirtiéndose en humano. Del otro lado de la montaña, mucho más al sur se encontraban los demás de su equipo. Devi hizo una mueca ponzoñosa al ver a la pelirroja, no le desagradaría tanto si no fuese tan arrogante y desdeñosa, desde la distancia ya escuchaba sus críticas.

-Acabas de meter la pata en grande -se quejó la chica- meterás a todo el equipo en problemas por ello y no voy a apoyar otra de tus estúpidas decisiones.

-Entregaré el reporte completo el viernes -la ignoró- Lady De´Ath se encuentra bajo el sueño de Orfeo, el resto de los miembros es irrelevante ¿Qué haces aquí?

-No he venido por el reporte -aclaró- solo me cercioro de que hayan cumplido con su labor.

 




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