Mal Día

24: SUSIE

SUSIE

—No me gustan los eventos así —Darren admite.

Yo asiento. —Lo sé, se nota. Siempre tienes esa expresión de querer irte cuando nos han obligado a algún evento.

Se encoje de hombros. —Es aburrido, ¿no?

Permanecemos en silencio por unos segundos, a lo lejos llego a distinguir música y voces.

No sé que estoy haciendo aquí con Darren, no sé porque no acepté ir con Brody y no sé porque yo sugerí que fuéramos. La verdad, estoy muy confundida y solo quisiera resolver mis sentimientos.

—Susie —Darren interrumpe mis pensamientos.

Volteo y él está viendo al frente. —Sé que… gracias por…

Frunzo el ceño. — ¿Qué?

Aclara la garganta y se voltea ligeramente. —Gracias por… no sé. Mira, Elijah me dijo algo, sobre Sydney y Brody —abro los ojos, pensé que no lo sabía—. También me dijo que tú los viste y querías decirme y según Elijah, tú querías protegerme.

Bufo. —No quería protegerte.

— ¿Ah, no? —Sonríe de lado—. Yo creo que sí. Tú siempre has sido así, Susie Lu. Mira, sé que nos dejamos de hablar por un tiempo pero no significa que haya olvidado todo sobre ti.

Me cruzo de brazos. — ¿Ah, entonces me recuerdas? No lo creo.

Estoy mintiendo. Por supuesto que se nota que él recuerda más de lo que parece, él recuerda nuestros juegos en la infancia, recuerda detalles sobre mí.

Darren se mueve para quedar de pie frente a mí. —Claro que recuerdo. Recuerdo que odiabas la comida muy caliente, que no te gustaba ver películas de miedo en la noche pero sí en el día, recuerdo que te gustaba cantar una canción infantil porque esa era la que tu abuela te cantaba.

Mi corazón pega un salto. —Yo…

Darren da un paso y se acerca a mí. —Recuerdo que no usabas faldas porque no te gustaban tus rodillas, recuerdo que te pintabas las uñas con marcador y que siempre quisiste un tatuaje de una media luna.

Otro salto.

¿Por qué recuerda todo eso? Pensé que yo era irrelevante en su vida, así se sentía.

—Darren… —lamo mis labios—. ¿Por qué dejamos de ser amigos?

Chasquea la lengua. —Por idiota. Yo, soy el idiota —admite—. No sé Susie, ¿sabes? Yo…

No habla pero mantengo el silencio, sé que hay algo que quiere decir y solo está tomando valor para hacerlo.

—Yo siempre lo intenté —admite, bajando la mirada—. Yo siempre intenté hacer las cosas bien pero siempre fallaba y… yo sé que te lastimé pero, no quería que tú me lastimaras primero.

Niego. —No iba a hacerlo.

Se encoje de hombros. —No lo sabía. No lo sabemos. Es que no es tan fácil, Susie, no era solo por la amistad sino porque… —pasa la mano por su cabello—. No…

Me levanto del borde del escenario y doy un paso hacia él. Estamos cerca, muy cerca. —Yo realmente te quería, Darren. Ya sabes, como mi amigo.

Sube la mirada a mis ojos. —Lo sé, es por eso que yo no quería seguir. Me daba miedo pensar en querer a alguien cuando las personas que he querido siempre se van, de una u otra forma.

Sus padres.

La muerte de sus abuelos.

Ahora mismo Darren Marcen no es el fastidioso chico de la escuela, es mi antiguo mejor amigo. El chico que veía hacia la calle con la esperanza que su familia volviera y fueran unidos. El chico que finge no importarle demasiado sus hermanas pero siempre lo he visto cuidándolas.

—Lo lamento —digo.

Darren mantiene el contacto visual y luego da un paso más, estamos a una distancia que solo muy pocas veces he estado con él. —A ti sí te gustan los festivales, bailes y todo eso, ¿no?

Suelto una risa nerviosa. —Pues sí, me gustan. Son divertidos, siempre voy con mis amigas.

Darren entorna los ojos. — ¿Quieres que vayamos?

—Ah… — ¿Quiere que estemos ahí? ¿Juntos? Digo, yo lo invité hace un rato pero no sé, es diferente si la invitación proviene de él.

Y como si eso no fuera suficiente, Darren mueve la mano y toma la mía.

—Susie —susurra—. Quizás me voy a arrepentir mañana de esto pero, el pequeño Darren en mí solo necesita que sepas que siempre le gustaste.

¿Qué?

¿Qué está pasando ahora?

¿Es esto real?

Quizás me desmayé por ahí y estoy soñando… bueno, eso sería interesante porque significa que en mis sueños seria Darren diciendo algo así.

—Y quizás —continúa—. A este Darren también.

Abro los ojos y ahora sí, las palabras han desaparecido de mi cabeza. No sé qué hacer ahora. No sé qué se supone que haga.

Veamos, Darren y yo dejamos de llevarnos bien y luego los castigos nos unieron, tuvimos peleas y tuvimos momentos que me hacían recordar por qué me llevaba bien con él.

—Di algo por favor —pide.

Parpadeo y lo veo a través de la poca luz que hay aquí. —No sé qué decir.

Darren asiente y suelta mi mano, rasca su nuca. —Lo siento, olvida lo que te dije.

Frunzo el ceño mientras veo como él retrocede y desvía la mirada al techo. Yo niego y estiro la mano, para tomar su brazo. — ¿Esperas que olvide que tú, Darren Marcen, acabas de decirme que te gusto?

Se encoje de hombros. —Pues sí.

Bufo. —Sin duda eres un tonto, no puedes decir algo así y esperar que finja que no lo hiciste.

Sonríe de lado. —Pues hazlo, supongo que podemos culpar al polvo de aquí, quizás…

—No —doy un paso hacia él—. Basta, no puedes hacer eso. No puedes hablar sobre tus sentimientos y luego protegerte con bromas y todo eso.

Darren deja de sonreír. — ¿Qué quieres que haga? —niega—. Pues sí, Susie. Me gustas, siempre me gustaste pero luego dejamos de ser amigos y te volviste solo un lindo recuerdo. ¿Crees que esto no me lastima? Justamente por esto es que yo me alejé de ti, yo estaba sintiendo algo más que amistad por ti y yo siempre supe que nunca me verías de esa forma.

Sacudo la cabeza. —Nunca lo intentaste.

Rueda los ojos. —Incluso si lo hubiera intentado, tú ya estabas enamorada de Brody.

Arrugo la nariz por ese nombre, las cosas sin duda han cambiado rápido. —No es justo, asumiste que…




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