Ryan y Renata ya se habían ido, los extraño tanto pero lo bueno....o mejor dicho malo esq mañana a primera hora mi mamá me dejara en el Internado.
—Hola máma—digo bajando las escaleras
—Hola princesa
—Oye y ¿Cuánto va a durar el viaje?
—Va a durar 5 horas
—Ok
—Si, mañana sale el vuelo a las 5 am
—¿Tan temprano?—dije muy asustada
—Si, lo siento fue lo único que pude conseguir para mañana
—Ok, lo entiendo mamá
*****
Cuando estaba en la calle está pensando ir con mis amigos pero note que Mariela estaba con su grupo de amigas
—Que haces aquí Lexa—dijo Mariela muy enojada
—No vine a verte ati—dije intentando irme
—Pues no me interesa, además ya nos enteramos de que tus amiguitos se fueron—dijo impidiendome el paso
—Y eso que—dije ya arta
—Que ya no tienes quien te pueda defender—dijo Mariela muy feliz
—Pues no necesito que ellos estén aquí para partirte la cara como la vez pasada—dije en tono de burla
Mariela era muy creída, aunque yo no le había echo nada cuando nos conocimos ella me odiaba, pero una vez intento colpearme, lástima que yo la termine mandando al hospital, y pues me odio aún más
—Maldita—dijo muy enojada
Ella me golpeó el labio, pero yo fui más rápida y la tire, me subí encima de ella y comenze a golpear su cara, después intento detenerme pero le tiré de nuevo y la volví a golpear.
Tres chicas más me intentaron detener, pero por desgracia lo lograron y dos de ellas me tomaron por los brazos, Mariela me golpeó el estómago, el labio, y me saco sangre de la nariz mientras que ellas me inmobilisaban
Cuando termino de golpearme sus amigas la ayudaron ya que ella fue la que quedó peor que yo
Pero yo ya estaba muy enojada así que no deje que se la llevarán y fui por ella, la tire, me subí en ella y con ese a golpear su cara con todas mis fuerzas, desquite todo con ella
—No se te ocurra volver a tocarme un solo pelo—le dije muy enojada a mariela—si no quieres que te mandé de nuevo al hospital
—Esta me la pagas—dijo Mariela apenas abriendo la boca
—Si claro—dije con ironia—A por sierto, muchas gracias me ayudaste a desquitar todo lo que traía
—Ya déjame por favor—dijo Mariela sacando sangre de su boca
—Ya vez que tú solita no puedes—dije levantandome de encima de ella
Cuando pude parame fui a un baño público para limpiar mi cara, solo me dejó una marca en el labio y un pequeño moretón en el cachete isquierdo
*****
Después de eso me decidí ir a despedirme con mis otros amigos
Cuando llegue al club todos me saludaron con los ojos llorosos
—Pero que pasa chicos, por qué lloran—dije muy preocupada
—Por que ya no te vamos a ver—dijo Raúl un amigo mío
—Pero no lloren, además no creo que me aguanten mucho tiempo en el Internado, seguro me terminan corriendo—dije para animarlos
—Pero nos tienes que prometer que en cuanto puedas nos vendrás a visitar
—Se los prometo—dije aguantando las lágrimas
—Bueno entonces ven, vamos a entrenar un rato—Erik me llevo al salón de entrenamiento
—Oye eso no fue justo—dije riendo como loca
—Lo se, pero necesitas ser muy fuerte—dijo Raúl
—Esta bien pero si les ganó me van a invitar un poco de pizza
—Trato echó—dijeron los dos al mismo tiempo
—Oye pero que fue lo que te paso en la cara, con quién te peleaste—pregunto Erik
—La estúpida de Mariela y sus amigas, pero no te preocupes que ella quedó peor
Despues un rato entrenando les logré ganar a los dos
—Jaja, les gane ahora vamos por mi pizza
—Si, vamos—dijo Erik
—Oye pero que tal si nos tomamos algo para relajarnos—esta vez hablo Raúl
—Si
Después de ir por la pizza fuimos a la casa de Erik, nos pusimos a tomar demasiado pero yo no están muy segura ya que al siguiente día me levantaría muy temprano, al final me decidí disfrutar un poco
—Hoigan chicos creo que ya me voy—Dije intentando me para pero no pude ya que estaba muy mariada
—No, nisiquiera te puedes parar—diji Raúl también intentando pararse
—Pero ya son la una de la madrugada y en cuatro horas sale mi vuelo
—Bueno en ese caso lo mejor será que llamemos a Sebastián para que te lleve a tu casa, nosotros no podremos ya que también estamos muy borrachos
—Si, yo lo llamo—dijo Erik
****
Después de 20 minutos llegó Sebastián
—Ya llegue, vamonos princesa
—Si, vamos
En el camino Sebastián me preguntaba muchas cosas sobre que había pasado para que me mandarán al internado, por qué me había peleado y cosas así
Pero yo evitaba contestarle cualquier cosa, me sentía muy mareada y tenía demasiado sueño
Después de un rato me quedé dormida y lo último que supe fue que estaba en mi recámara