— Le reclame a Bulma que con su dinero podía contralar a cuantas niñeras quisiera, por eso seguía trabajando y se despreocupaba de su niño, que yo no tenía a nadie que me ayudara — explicó la morena.
— Milk, debes ir a un médico, seguramente tienes depresión.
— ¿Y cómo estarías si se te estuviera acabando el dinero, y tu esposo está muerto? No quiero tu piedad, no necesito a nadie, déjenme sola.
— Todos querían ayudarme, pero yo no lo aceptaba, estaba regodeándome en mi tristeza, en mi supuesta soledad, no veía salida, y aleje a todos, solo Gohan se quedó apoyándome con su hermanito — suspiró y siguió hablando, recordando lo que vivió — unas semanas después ese rebelde verde estaba fuera de mi casa, supongo que mi niño le contó lo que me pasaba, le cerré la puerta de mi cuarto, no escuché cuando tomó a los niños y se los llevó al Templo Sagrado, dormí todo el día, al anochecer empecé a buscar a los pequeños, pero no estaban en casa, me asuste, corrí al bosque, allí estaba él.
— ¿Que buscas? — estaba frente a ella.
— No te interpongas, no encuentro a mis hijos.
— Los lleve al Templo Sagrado.
— ¡Cómo te atreviste!
— ¿Acaso te importan? Tienes leche y no le das de mamar al más pequeño, Gohan debe hacer de padre y madre, mantener la casa, y continuar con las buenas notas en sus estudios.
— Son mis hijos, yo puedo hacer lo que quiera con ellos.
— No dejaré que los hagas sufrir así, están mejor donde los deje.
— ¡Que sabes tú todo lo que estoy pasando! Estoy sola, no tengo dinero, y debo criar a dos niños, mi padre no puede ayudarme, no puedo más — se derrumbó a los pies de Piccolo llorando, este no se molestó en moverse para consolarla.
— Todos quieren ayudarte, pero tú no aceptas, estás tan centrada buscando el árbol, que el bosque te tapa la vista. Deja que te lleven a un médico. Volveré cuando ya estés mejor.
— No te molestes — su expresión era de furia — seguro que fue Gohan quien te pidió que te lo llevarás, no quiero un traidor así conmigo, solo quiero al menor.
— Estas muy mal, es de tu hijo de quien hablas.
Ella se dio la vuelta y se encerró en casa, por días solo pensó, hasta que un día escuchó un llanto lejano, salió corriendo y vio a Goten en los brazos de su hermano, se veía que los habían cuidado bien.
— Hola mamá, el Sr. Piccolo dijo que viniéramos a visitarte, que estás enferma.
Milk dio la impresión que lo abofetearía de la ira, pero luego su rostro se suavizó y abrazó a los pequeños.
— Así es mis amores, mamá no se siente bien, por favor Piccolo ¿Puedes quedarte un poco más con ellos? Llamaré a Bulma.
— El tiempo sola me hizo bien, pude dormir, pensar, reaccionar, el psiquiatra me ayudó mucho, me dijo que algunas mujeres sufren una descompensación hormonal, sumado a que había quedado viuda hace poco me generó una depresión post parto, un tiempo después cuando mis niños volvieron definitivamente, tenía la casa limpia, todo ordenado, todavía sentía que no podría sacarlos adelante, pero tenía la energía para intentar buscar una solución.
— Veo que ya estas mejor — dijo el namek con su profunda voz.
— Soy una mujer muy fuerte. Como sea los sacaré adelante.
Piccolo sonrió de lado.
— Entonces no vas a querer lo que te traje.
Le mostró un sacó del porte del bebé Goten, contenía joyas preciosas, y oro.
— No puedo aceptar cosas robadas — la mujer se los quiso devolver.
— ¡¡Qué!! — al namek terrestre le salió una gota en la frente — nada de esto es robado, lo busque para ti y los niños, pero si no los quieres puedo llevármelos.
— Ni se te ocurra — se lo arrebató de las manos, lo miro y en un susurro le dijo — gracias.
— De todas maneras, a veces tenía ganas de descansar, era mucho trabajo para mí, entonces le pedía ayuda a Piccolo, el apoyaba a Gohan con sus deberes en casa, cuidaba del bebé. No se lo digas, pero sin su apoyo no sé que hubiera sido de nosotros, él es como Vegeta, no le gusta que se sepa que tiene un lado amable.
En el templo al namek estaba parado en el borde, escuchando lo que hablaban las mujeres, igual que Dende, se dio vuelta y se fue dentro de una de las habitaciones. No le gustaba que Milk contará como la ayudo cuando Goku estaba muerto.
"Solo lo hice por Gohan — se repetía sonrojado".
— Entiendo, pero — insistió 18 — tú eres humana, tuviste madre como todas las demás, sabes cómo actúan ellas.
— ¿Y qué si soy humana? Mi madre murió cuando yo era muy pequeña, no tengo recuerdo de ella, quien me crió fue mi padre, siempre dicen que los hombres no tienen instinto maternal, eso no es verdad, papá fue el mejor, me dio todo lo que necesite, no solo lo monetario, también en lo emocional — sonrió — así es Piccolo, en el fondo sé que es un buen ser, que por proteger a quienes quiere daría su vida, por eso soporto que ese rebelde este cerca de mi familia — miró de frente a la rubia — 18, entiende que aunque no recuerdes a tu madre, ni hayas demostrado nunca "instinto maternal", eso no es anormal, todas las madres son distintas, a ti te costará un poco más que a otras, pero serás una excelente mamá.
— No sé cómo poner un simple pañal.
— Tendrás que aprender, el pedir ayuda no significa que no seas una buena madre. Está noche me quedaré, le pediré a Bulma que vaya a buscar a Gohan y a Goten.
Fueron algunas semanas que la morena y su familia se quedaron las 24 horas en Kame House, luego era solo en el día, con el tiempo fueron menos horas, hasta que a los 6 meses ya el androide no necesito más apoyo.
— Gracias Milk, de verdad no sé cómo agradecerte por todo — la rubia estaba muy tranquila ahora.
— No me debes nada, entre nosotras tenemos que apoyarnos.