Maldición

One shot

Antes fui una un ser alegre, ahora sólo soy uno triste y amargado, creí que podría encontrar un amor puro y verdadero en el mundo de los humanos, pero me pasó lo que a muchos de mis hermanos y hermanas sirenas que han puesto fin a sus vidas, antes que seguir con esta angustia, con esta no vida.

Desde siglos atrás viví en el mar, viendo a los humanos, como quien ve pasar una luz a la distancia, así de efímera es su vida para nosotros, que en comparación a ellos, parece inmortal.

Todo iba bien hasta el día que lo vi, un hombre fuerte, tierno, que me hizo desear salir de mi mundo e ir al mundo de la tierra firme, muchas de mis hermanas y hermanos viven con los ellos, trabajan, llevan una vida completamente normal, nadie nos reconoce, solo nosotros sabemos ver en otros a quien ha nadada con ballenas, visto la belleza de un amanecer o atardecer desde dentro del mar, o haber nadado en la oscuridad profunda guiados solo por nuestro oído. Lo único que se nos advierte es no enamorarse jamás de un humano, quien lo ha hecho casi siempre paga con su vida, o con una existencia que sigue vacía, que es mucho peor que la muerte.

Nuestra vida es tan larga, que apenas nos acostumbramos a ellos, mueren de viejos, los hijos que tenemos no tienen nuestra longeva existencia, si no amas, no sientes dolor pero como no amar a quien nace del amor. Pero muchos de nosotros se arriesgan porque a cambio de nuestra existencia, no tenemos alma, una vez que morimos nada de nosotros queda. Pero si logras que un humano te ama hasta su muerte, comienzas a envejeces como ellos y cuando mueres te vas a reunir con él en el paraíso.

Forme una vida, y reencontré al humano que había visto, lo seguí a las discos y pub donde iba, y una vez que pedí un trago el estaba cerca me miro, y comenzamos a conversar, un poco después pude conocer el amor en sus brazos, pasado dos meses nos fuimos a vivir juntos, y un año más tarde nos casamos, tuvimos un par de hermosos hijos, siempre íbamos en familia a conocer el mundo, fue una buena vida la que tuvimos. Por un tiempo.

Pasados 20 años de matrimonio, el hombre por el que renuncie a mi mar ya no quiso saber nada de mí, se fue con otra mujer, yo ya no podía estar en el mundo humano sin él, ni mis hijos fueron motivo suficiente para seguir en la tierra, sin poder soportarlo, me fui de nuevo a las profundidades donde pensé que olvidaría y volvería a reír, pasados 10 años, no podría olvidarme de mi vida como humana, del amor que sentía, y que él ya no me daba, volví en la seguridad que la otra mujer ya sería una sombra en su vida, yo seguía viéndome igual, con eso en mi favor volví, pero él ya tenía una nueva familia y aunque me le insinué no quiso aceptarme. Mis hijos ya se habían casado y ya tenía nietos, pero yo ni siquiera eso tuve, me veía tan joven que preferí desaparecer de sus vidas, lo mío con mi ex esposo fue como el aletear de una hada, o el estornudo de un gatito, sin darse cuenta ya se había acabado.

Ahora sé que nunca debí intentar amar a un humano, desde hace siglos no puedo vivir tranquila ni en la tierra ni en el mar. Tengo una maldición que nadie puede quitarme, a pesar que no envejecemos, si podemos morir, pensé que era mi único camino para no seguir soportando este dolor que me parte el corazón.

Pero al final decidí tomar el camino más difícil y doloroso, viviré para contarles a mis hermanas y hermanos mi historia, antes que salgan al mundo humano para que no pasen por lo que viví, tal vez si logro salvar a alguno de ellos de pasar por lo mismo que yo, sienta que mi vida al menos sirvió para algo, y en ese momento, podre convertirme en espuma de mar, y descansar de este dolor.

FIN

 




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