Capítulo 36

-Entonces, dime, ¿Qué onda con Gael? 

-Nada, ¿Qué estaría? 

-Fin de semana y nada más, dices.

-Por el momento, sí. - Sentada en la silla en frente del escritorio.

-Bueno, si cambias los planes déjame saber para planear el cumpleaños.

-¿Qué eso tiene que ver? 

-Podríamos pasarlo los cuatro juntos. 

-No recuerdo que la última vez que tuviste esa idea terminó bien. 

-Uno: fue mi cumpleaños, dos: el tuyo era un patán y de la mía ni nombrar. 

-Y tres: sabes que no me gustan los cumpleaños y las fiestas. 

-Y como siempre no te pregunto. - Dice Leonel, apoyándose a la mesa para ser más cerca. 

-Trabaja, será lo mejor - Acercándose ella también a la mesa con la cabeza. -, que pensar en estupideces. - Levantándose para salir de ahí.

-Ensalada Caprese, capas con fresas y chocolate. - Ordena del mesero, Refina.

-Salmón y pastel de chocolate. - Dice Leonarda. 

-Y para mí, pechuga de pollo con queso y pastel de tres leches. - Al terminar con la orden asiente con la cabeza al mesero que se va. - El vino es muy bueno. 

-Mañana llega el reporte financiero, cuando terminó de verificar los números te lo mando. 

Riendo, Leonel dice. - Tú no puedes sin el trabajo. 

-No tengo cosa más inteligente que hacer. - Guiñándole el ojo, contesta con la sonrisa Refina. 

-Está bien, me rindo contigo.

-Leonarda, ¿Sabes cuáles son las características del hombre perfecto? - Sorprendida con la pregunta Leonarda niega con la cabeza. - Se despierta en las cinco de la mañana, hace ejercicio cada día, hace su cama, limpia su habitación, trabaja duramente, no toma, ayuda en la cocina, lee cada día y se va a dormir a las diez. ¿Sabes dónde podemos encontrar uno así? 

-No, ¿Dónde? 

-En la cárcel.

-Ha, ha, ha, muy chistoso. - Sarcástico, dice Leonel. - No la escuches, que Refina no tiene sentido de humor. - Mirando a Leonarda dice. 

Encogiéndose de hombros. - Que puedo no soy persona de gente. - Mirando a Leonarda, agrega. - Soy más concentrada en el trabajo, por eso me tiene a su lado. 

-Inventa. 

-¿Es con ustedes dos siempre así? 

-Sí. - Responde Refina. 

-No. - Contesta en el mismo tiempo Leonel.

Viendo ese par Leonarda ríe por chistosos que son 'como niños' dice a sí misma.

-Bueno, los dejo. - Dice Refina, levantándose. - ¿Vienés esta noche? 

-¿Qué está en el menú? - Devuelve la pregunta. 

-El nuevo que salió, lo estábamos esperando de meses. 

-Te aviso.

-Bien.

Mientras Refina se va, Leonarda pregunta. - ¿De qué hablaban? 

-Es la noche de películas. - Poniendo el mechón de pelo de Leonarda detrás de la oreja.

-¿Y por qué te pregunto ahora, que no se verán en la oficina? 

-No, ella tiene otras cosas que hacer y yo unas reuniones. 

-Está bien. - Apoyando la cabeza en su hombro. 

-Traje lo de siempre. - Anuncia Leonel, cerrando la puerta al entrar en el apartamento de Refina esa noche.

-Muy bien, yo preparé todo. - Verificando con la mirada el salón. 

-¿Preparada para escape? 

-Siempre. - Sonriendo a su pregunta, dándose la vuelta hacia él, responde.

Mientras Refina se sienta, Leonel trae a la mesa vasos, vino, agua, refresco, palomitas de maíz, papas fritas, pretzels, palillos y lo fundamental cheesecake. 

-Dame una rebanada.

-¿¡Ya!? - Sorprendido, pregunta. 

-Sí. - Con la sonrisa, responde. 

Leonel se inclina a la mesa para poner sobre el plato la rebanada.

-Hola, querida. - Leonarda voltea al oír la voz a sus espaldas. - ¿Tienes tiempo?, tengo algo que enseñarte. - Con la ceja fruncida, Leonarda está mirando a Loreta. 

-No creo que mi interesa nada que tú me pudieras mostrar. 

Cuando Leonarda vuelve dar la espalda, Loreta dice. - Ni esto. - Poniendo frente ella en el mostrador un montón de fotografías. 

Con la mano temblorosa, Leonarda las toma por reconocer a Leonel. Cada una es peor que la anterior.

-Y antes de que me levantas los falsos te digo nos las tomamos hace una semana. - Viendo que logró en su cometido, Loreta sonríe, extendiendo la mano hacia las fotografías, dice. - No, mejor no, te las dejo. - Cambiando de opinión, Loreta abandona el restaurante. 

Lágrimas inundan la vista de Leonarda, mineras mira las fotos de Loreta y Leonel en la cama. Besos, abrazos, cuerpos entrelazados, unas fotos de verdad pornográficas que no les cubre nada.