Maldición de millionario

Capítulo 40

-¿Me dejarás hablar? - Pide Leonel.

-Olvídalo. Ya me da vergüenza hacia la chica por cuántas veces te defendí.

-No te estoy diciendo que hables con ella, sino conmigo.

-Contigo no tengo de qué. Leonel es tu vida y es obvio que la vives como quieres y no escuchas a nadie.

-Refina. ¿Cómo pretendes que Leonarda me escuche si no puedo convencer ni a ti?

-En esa te metiste solito, así te y sacas. - Palmándole los hombros antes de irse.


 

-Leonarda. - Dice Leonel viéndola salir del restaurante. Cómo ella lo ignora y sigue caminando, él comienza a seguirla. - Leonarda, por favor escúchame.

-Nada que puedes decir te puede explicar.

-Estaba borracho.

-No te veías. - Continuando siendo indiferente, dice Leonarda.

-Nunca te lo hubiera hecho de otra manera. - A su silencio, Leonel continua. - Carajo y yo soy humano, no puedo siempre controlarme.

-Lo veo, estás gritando.

-Entonces date la vuelta y escúchame.

-Déjame Leonel, déjame y hablamos. - Con esa declaración mirándolo a los ojos, Leonel decide concederle el deseo y se detiene, dejándola seguir su camino.


 

-¿Quieres hablar? - Pregunto Esperanza atenta.

-¿De qué pudiera hablar yo contigo?

-¿Por qué siempre debes ser tan altanera?

-Por qué eres una pequeña molestia, conformista, buena para nada.

-Nunca puedes dejar de insultar.

-La vida es injusta, si, si.

-¿Me cuentas qué pasó o me voy?

-Leonel, ¿no sé qué hacer con él? Esas tipas que lo asechan son de verdad una molestia, hacen todo para separarnos y cuánto quisiera no me puedo quedar fría.

-Creo que nadie puede.

-Qué ayuda.

-¿Quieres concejos?, entonces si soy la persona equivocada. ¿Si quieres hablar o que te consuele va?

-Ves eres inútil. - Cubriéndose con la sábana encima de la cabeza.

-No lo soy, soy a ti, pero a ti nunca te guste como sea. Soy muy pequeña para darte concejos, ¿solo no sé cómo tú no lo ves?

-Está bien, Leonel me engaño.

-¿Cómo? - Al ver la mirada de su hermana por la pregunta con la que busca más detalles, Esperanza agrega. - ¿Qué? Hay diferentes maneras en las que uno puede ser engañado.

-Besar a otra.

-¿En serio?

-¡Si, estúpida!

Esperanza se muerde la lengua para calmarse y no responder a su hermana, para decirle después. - Deberías darte a respetar.

-Y pasar la oportunidad, no.

¿Cuándo dejarás de ser tan ambiciosa?

-Cuando consiga todo lo que quiero y me largo para siempre de este pobre lugar.

-Es tu casa.

-No, es casa de ustedes, los conformistas, yo nunca la vi mía.

-Espero que cuando te arrepientes no será tarde. - Leonarda solo arruga la nariz.



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En el texto hay: amor, muerte, amisad

Editado: 31.01.2023

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